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La luz del sol entraba por la ventana de la habitación donde en la noche anterior los dos chicos habían vivido la mejor experiencia del mundo, y mejor porque había sido con la persona que amaban. El chino despertó mucho más temprano por la mañana ya que debía irse enseguida al aeropuerto para tomar su vuelo hacia Hong Kong. Se levantó demasiado temprano, se dio una ducha rápida y después se volvió a poner la ropa de la noche anterior que estuvo un buen rato buscándola ya que la habían tirado por todos lados al estar tan excitados por el otro. Se sentó en la esquina de la cama viendo tristemente a la persona que más amaba en el mundo, además de a sus padres claramente.  Se acercó al menor y acarició su mejilla con su mano y después le dio un corto beso en la frente. Se separó de él con cuidado sin hacer ruido para no despertarlo. Le escribió una nota en papel, la dejó en la mesa de noche abajo del teléfono móvil del menor. Se puso en el umbral de la puerta y vio por última vez al chico, Yam indefenso, tan hermoso y perfecto para los ojos del chino y algunas lágrimas salieron de sus ojos empapando sus mejillas al instante. Se limpió con el dorso de su mano y después salió de la habitación a paso lento.

Comenzó a caminar hacia el ascensor, después llegó a la planta baja del hotel, así sucesivamente hasta que llegó a su automóvil. Entró en este y comenzó a llorar al instante, a más no poder pero no podía regresar más con el menor. El quería haberse despedido con el menor despierto, pero no podría ver al menor destrozada por su culpa. Ese estado en el menor lo hubiera lastimado más de lo que se sentía por no poder ser valiente y despedirse de él.

Llegó después de un largo camino al aeropuerto de Seúl, su madre lo esperaba allí ya con todo su equipaje listo para sólo pasar a abordar el avión.

Cuando iba subiendo al avión su madre lo empujaba para que caminara, sus fuerzas se estaban acabando. Se sentía pésimo. Se sentaron en sus lugares asignados y después Jackson recostó su cabeza en el hombro de su madre y comenzó a llorar como un pequeño Niño sin poder controlar los sentimientos que estaba sintiendo en ese mismo instante, su madre lo sabía. Ella sabía cómo se sentía su hijo, lo entendía perfectamente y por eso ella también se sentía mal, no soportaba ver tan destrozado a su hijo. Por eso mismo ella le había advertido que por favor no se llegara a enamorar realmente de alguien porque no vivirían para siempre en Seúl, su estadía allí era incierta y no quería que cuando fuera el tiempo de regresar a Hong Kong su hijo se fuera destrozado del corazón, porque sabía que Jackson jamás se había enamorado. Pero al parecer ahí en Seúl había encontrado al amor de su vida y no había podido contenerse de amarlo.

...

El menor de los dos por fin despertó y cuando lo hizo no vio por ninguna parte a la persona que le había entregado todo de sí, su confianza, su amor, sus mejores años, su virginidad y todo de el. Se levantó de la cama buscándolo en el baño y fuera de la habitación pero no había rastro de él. Después de haberse cambiado agarró su teléfono para irse de allí, pero antes notó un papel debajo de el. Lo tomo y comenzó a leerlo.

JinYoung perdóname por favor, no se cómo pude ser tan cobarde al no haberme podido despedir de ti. Se que no fue la mejor manera de irme de tu vida, pero no pude encontrar otra forma de hacerlo. Fuiste, eres y serás lo mejor que me haya pasado en la vida. Jamás te olvidaré y quiero que sepas que no estás solo sin mi, encontrarás a alguien que sea más valiente para decidir quedarse a tu lado. Tenía pensado en despertarte para despedirme pero no tuve la valentía de hacerlo, no pude porque no quería verte destrozado y lastimado, y menos si iba ser yo el motivo de tus lágrimas. Te amo demasiado y lo siento mucho por dejarte.

Atte. Jackson Wang

Cuando JinYoung terminó de leer esa clase todavía seguía llorando a mares, su corazón estaba completamente roto, no podía creerlo, la persona con la que pensó que viviría feliz por siempre ahora lo abandonaba sin razón alguna. Se sentía traicionado de alguna forma. Jamás volvería a confiar en nadie, y menos daría sus sentimientos a flote porque su corazón solo había sido, es y será de una persona. Menos podría olvidarlo. Su vida cambiaria de un momento a otro de una forma demasiada drástica.

...

Mientras tanto aterrizando en el aeropuerto de Hong Kong se encontraba un chino Yam lastimado y dolido que no podía ni sostenerse a si mismo. Se sentía tan imbecil, tan inservible. Jamás se perdonaría a si mismo de haber decidido eso. Además de que se arrepentiría una y mil veces de haberlo dejado.

Llegó a casa apagado, deprimido y así entró a la universidad. Tenía tanta popularidad también allí cómo había sido en su preparatoria que estaba harto. Todos y todas querían estar con el, pensaban que su atractivo seguía siendo perfecto. Pero el se veía como una basura andante, se sentía incompetente. La depresión siguió así en el después de varios meses y después no quiso seguir con la carrera, decidió entrar a una compañía de música, su sueño desde chico siempre había sido ser idol, ser un rapero profesional y muy conocido. Al paso del tiempo ese sueño se iría cumpliendo al pie de la letra, para que Jackson se sintiera completamente feliz y satisfecho solo necesitaba de una cosa, y no era de algo, sino de alguien.

...

En cambio había un JinYoung sin sentimiento alguno comenzando a trabajar en la empresa de su padre. Todos allí lo veían y decían que era como alguien sin sentimientos, alguien sin saber cómo expresar lo que sentía y era desde que el chino lo había dejado. Dejó un vacío enorme en la vida de JinYoung, el lo necesitaba demasiado para sentirse completo de nuevo. Pero desde ese día no había podido comunicarse con el ni mucho menos sabía algo de él y su paradero. Además de que el chico no pensaba que otra tragedia lo llevaría a estar más deprimido que nada y jamás pensó en tener un rango tan alto en la empresa de su padre a tan poco tiempo.

𝙇𝙤𝙫𝙚 𝙡𝙤𝙤𝙥; 𝙅𝙞𝙣𝙨𝙤𝙣.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora