Capítulo 20
Asa y yo fuimos a la habitación de Charlotte, seguramente Alai estaría buscando sus dulces.
Y, efectivamente ahí estaba. Charlotte estaba despeinada, sus risos rubios cubrían su cara, mostraba los dientes y su labial rojo estaba esparcido por casi toda su cara, Alai trataba de alejarla del cajón de dulces, pero ella no se movía.
-Chico dulce, ¿quieres un helado? -pregunte recargada en el marco de la puerta. Charlotte volteo y asintió.-
-¡SI! -grito en español como un niño pequeño. -
-Bien, vamos. Te comprare uno de chocolate. -dije en español. Asa me miro y río.-
-¡Eso! -grito Asa riendo.- no se qué dijiste, pero ¡eso! -repitió. Alai río y repitió lo que había dicho, pero esta vez en inglés.- Ah.. Si..
-Vamos. -dijo Alai.-
Caminamos hasta la sala y vi a mi madre mirando una fotografía, esta parecía ser de nosotros tres: Mi padre, Mi madre y Yo. Toqué su hombro levemente, haciendo que brincara en su asiento del susto. Ella sonrió y..
-Iremos por un helado. Volveremos pronto para cenar. -sonreí-
-Bien. No tarden por favor.
-No. -se adelantó a responder Alai.-
Salimos los tres riendo. Asa me tomo de la mano, Alai veía la ciudad emocionado. Nunca había venido a Londres, este era su sueño, venir a Londres. Nos señalaba las luces de la ciudad, estaba muy emocionado. Asa río ante su reacción.
-Aquí, Alai. -dijo Asa señalando aquella gran tienda de helados.-
-Oh.. ¡MARAVILLOSO! -grito de nuevo en español. Asa y yo reímos.-
-Buenas tardes. ¿Qué desean? -pregunto una señora sonriente detrás del mostrador.-
-Un helado de fresa con chocolate y chispas. -respondió rápidamente Alai.-
-Yo quiero un helado de pistacho con fresa y chocolate derretido. -la señora tomó nota de mi pedido y mire a Asa-
-Yo un helado de... Vainilla con fresa. -respondió Asa.-
-Bien, ya los tengo. -dijo la señora y comenzó a colocar los helados en diferentes vasos-
Pasamos casi dos horas en la heladería. Los chicos no paraban de preguntarse cosas, Alai le enseñaba un poco de Español a Asa y el trataba de entender y repetir lo que Alai decía.
Finalmente, terminamos los helados, pagamos y nos dirigimos a casa. Alai y yo nos fuimos a casa y Asa fue a la suya, sin antes despedirse..
-Nos vemos mañana por la mañana, ¿si? -dijo. Asentí y sonrió.-
-Hasta mañana, Asa. -dijo Alai sacudiendo la mano con un niño pequeño frente a la puerta.-
-Hasta mañana. -sonreí y bese su mejilla.-
Camine hasta la puerta, abrí y entramos. Caminamos hasta la mesa y nos sentamos ahí, mi madre y Charlotte llegaron serias y se sentaron con nosotros. Durante la cena, nadie hablo, sólo se escuchaban respiraciones y golpes de los tenedores contra los platos.
Alai y yo terminamos rápido, el se ofreció a lavar los trastes. Yo ayude a acomodar lo que se había utilizado y nos fuimos a mi habitación.
-La tensión era grande. -dijo Alai cerrando la puerta detrás de el-
-No se qué ocurrió. Tal vez estaban hablando de mi padre. -agaché la mirada y recordé lo que Asa me había dicho.-
-No estés triste. El debe estar feliz por saber que su hija, su única hija, esta viva y sigue bien. -se acercó a mi y me abrazó-
-Lo quiero mucho, Alai. -la voz se me quebrantó y las lágrimas no tardaron en salir. Alai, como siempre, estaba conmigo en el momento en el que más lo necesitaba.- lo quiero mucho, es el mejor padre. Lo extraño. -susurraba. La garganta me dolía, sentía el gran nudo hecho en medio.-
-Tranquila. Lo sé, se que lo quieres. Y el te quiere a ti, y quiere verte sonreír. Vamos, hazlo, sonríe. -alzo mi cara delicadamente y sonrió.- vamos, sonríe. Las princesas nunca lloran. -me miro y sonreí un poco. Me hundí en su pecho y seguí llorando. El me seguía animando. Hasta qué me quede dormida.-
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Me desperté sobresaltada por un trueno, mire hacia la ventana y estaba llena de pequeñas gotas de agua. Mi gire y vi a Alai tapado desde los pies hasta el cuello. Me raque la nuca y me quite las sábanas que tenía encima, tenía puesta el pijama. Me coloque las pantuflas y me dirigí al baño. Lave mi cara y salí de nuevo. Saqué unos jeans y una playera color negro de mi armario, tome mi toalla y entré al baño de nuevo. Cerré con seguro y poco a poco fui quitándome el pijama y me metí al gran chorro de agua.
Cinco minutos después tenía puesta la ropa que había escogido. Salí secándome el cabello, Alai seguía dormido. Me maquille un poco, me peine, tome mi teléfono, mi mochila y los coloque en mi cama. Hice mi rutina normal, me coloque unos vans y salí de mi habitación, cerrando la puerta con cuidado. Nadie se había levantado, así que tome una manzana y la comí rápido. Me metí a un baño y cepille mis dientes. Papa acostumbraba a tener dos cepillos dentales, uno en el baño de su habitación y otro en el baño normal. Y así era yo. Me senté en el sofá y me puse a jugar "Fruit Ninja" en mi teléfono. Quince minutos después tocaron la puerta, camine rápido a esta quitando el juego del teléfono y guardándolo en mi mochila. Abrí la puerta y ahí estaba Asa, con unos pantalones kaki y una camiseta negra, sus tenis Adidas y una chamarra azul abierta, dejando ver su camiseta. Sonreí y bese su mejilla.
-Buenos días. -sonrió-
-Buenos días. -salí de casa cerrando la puerta detrás de mi.-
-Te vez muy bien hoy. -me halagó.-
-Gracias, tu no te vez nada mal. -sonreí y lo tomé del brazo. Esperamos el bus y cuando finalmente llegó, subimos a el..-
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Las Princesas No Lloran
Teen Fiction-Abre la puerta! -grito Asa empujando esta- -No -dijo ella con la voz entre cortada- -No lo hagas mas -dijo golpeando ahora la puerta- -El mundo es mejor sin mi -dijo ella llorando- -Sera para ti, pero MI mundo sin ti no es mejor -dijo calmandos...