1. capítulo

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-Hija corre que llegamos tarde! -

Esa por supuesto era mi madre, tan estupenda y pesada, siempre se preocupaba mucho por nosotros y hacia lo posible para educarnos bien. Era la que nos llevaba y traía, y por supuesto llegabamos tarde al primer día de la escuela de teatro. Este año mi madre me apuntó a teatro porque decía que no expresaba mis sentimientos y que eso me ayudaría. Yo por otro lado, no estaba de acuerdo, pero decidí que era mejor callarse antes de montar otro numerito.

Luego estaban mis hermanos pequeños. Joey era el mas pequeño de los tres, le gustaba mucho observarnos y ver que hacíamos en nuestros ratos libres, pero mi otro hermano Luc siempre estaba metiéndose con él así que cuando Joey no nos observaba se dedicaba a llorar. Mi padre, que volvía tarde de trabajar se ponía histérico con los llantos y era el único que conseguía poner un poco de orden en la casa.

...

Conseguimos llegar justo a tiempo al teatro y una vez allí, nos pasaron lista para ver si estábamos todos. Nos dijeron las normas y todo el planteamiento del curso. Como no me imaginaba de otra manera, acabaríamos el curso con una obra la cual se decidiría hacia mitad de curso.

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