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El impacto de algo sobre su cuerpo lo hizo despertar. No entendía que estaba sucediendo, sólo sintió como era envuelto en un fuerte abrazo y como fuertes sollozos resonaban en su oído.

Tardó algunos segundos en despertar realmente y, cuando lo hizo, supo quién era quien lo tenia envuelto en aquel fuerte abrazo.

Se aferro al cuerpo contrario y susurro palabras tranquilizadoras, no entendía del todo la situación pero eso no hacia que el dolor fuera menos. Ver a Jungkook llorando como niño pequeño, con lágrimas empapando su rostro hacia que su corazón se estrujara.

- Estas aquí - repetía constantemente. Taehyung no entendía nada.

- Tranquilo Kookie.

- Estas aquí Tae, estas aquí - repitió.

- Estoy aquí, ¿porque no lo estaría?

- Tu dejaste una carta de despedida, pensé que te habías marchado - respondió el menor mirando fijamente, con los ojos empañados, a su compañero.

Taehyung entendió lo que pasaba y se maldijo por haber ocasionado que el menor reaccionara de esa manera. Si, tenía la intención de irse pero no abandonaría a sus seis amores como un cobarde, había decidido que se despediría de cada uno de ellos, después de todo ellos significaban mucho en su vida. No se iría en silencio y a escondidas.

- No me iría sin antes despedirme.

- Yo pensé... Todos pensamos que ya no estabas en casa, Yoongi y Jimin dijeron que también se irían... ¡Espera! - Jungkook salió de la habitación corriendo, dejando a un Taehyung algo aturdido.

Basándose en lo que el menor dijo, Tae se apresuró a ir al baño para lavarse la cara y asearse, debía ir y hablar con todos. Al salir vio el juego de maletas que esperaban en la puerta para decir adiós y dejar atrás aquella vida que tan feliz lo había hecho.

Cuando llegó a la sala, dos pares de brazos lo envolvieron al al instante, supo que eran los más bajos del grupo pues aún podía ver sobre sus cabezas, escucho sollozos del par y se sintió terrible, tal vez fue muy mala idea dejar su renuncia en la isla de la cocina la noche anterior.

Sintió como los otros lo rodeaban, uno tomó su mano, hubo un par de palmadas en su espalda donde las manos de ellos descansaron y Jungkook se sumó al extraño abrazo.

Espero a que todos se hubieran calmado y lo dejaran en libertad, de algún modo se sentía culpable por hacer que pasaran un mal rato aunque también se preguntaba si acaso ellos no sentían algún tipo de remordimiento luego de todo lo ocurrido la noche anterior y por eso estaba reaccionando de esa manera. Más cualquier reproche que pudo haberse formado en su cabeza perdió importancia cuando vio las lagrimas en los rostros de quienes lo abrazaban.

Jamás imagino que él podría causar que Yoongi llorará, sabia que el chico era algo sensible pero nunca él había sido la causa de su llanto, verlo así le dolía. Le dolió aún más ver a Jimin con el rostro empapado, lo conocía de mucho más tiempo que al resto, podría incluso decir que él fue su primer amor y haberlo lastimado era demasiado para soportar.

Él no quería ser el causante del dolor de aquellos hermosos chicos.

- No lloren, por favor, no lo hagan - con sus manos trato de hacer que las lágrimas desaparecieran de los rostros contrarios, vio que ellos eran los más afectados. Eso no quería decir que los otros tres no mostraran la misma emoción que los chicos llorones pero ellos lo controlaban un poco mejor.

- No vuelvas a hacer algo como eso Tae - Yoongi trató de sonar firme y molesto pero la verdad era que estaba agradecido. Jungkook llegó a tiempo antes de que todos salieran de la casa, si no lo hubiera hecho, ahora todos estarían por rumbos diferentes tratando de encontrar al Kim menor.