ZOMBIES "El origen"

CAPITULO III

Acapulco, Guerrero a 20 de Octubre del 2013.

Juan Pérez Ramírez era un psicólogo graduado de la UNAM, había tenido el privilegio de estudiar en lo que la gente conoce como Ciudad Universitaria,  todo no solo con el afán de prepararse en una excelente institución académica, también porque su novia que había tenido desde su primer año de prepa quería estudiar ahí también.

Digo que era su novia no porque hayan terminado, al contrario una vez terminado su carrera los dos, decidieron formalizar los suyo y dar el siguiente paso, casarse.
El sueño de Lorena, que así se llamaba su esposa, era casarse a los 24 años, claro, ella era mayor por un año que Juan.

Ella había sacado su carrera en Veterinaria y con mención honorífica, y después de casarse en San Luis Potosí en un lugar que Lorena había conocido años atrás en un viaje, se fueron de luna de miel la cual era digna de reconocer, puesto que Juan desde el primer momento que dijeron que iban a casarse, él empezó a ahorrar para lograr cumplir el sueño de Lorena de pasar su luna de miel en Italia, Francia y Alemania, y después de un mes de vacaciones en Europa pasarían dos semanas en Cancún y de ahí pasar a descansar un poco en hogar como quería Lorena. Y cumplió con esa promesa.

Su casa consistía de vivir en un departamento, un edificio de tan sólo 3 pisos, algo difícil de encontrar en la capital de la ciudad, y claro vivían en el tercer piso, y después de algunos años lograron comprar el departamento de al lado para ampliar su casa.

El sueño de Juan era tener 2 niños, una niña que le pondría el mismo nombre que la mamá y un niño, el niño aún no sabían cómo ponerle sin embargo decían que en lo que pensaban como ponerle le dirían de cariño Junior.

Juan al ver que su familia crecería, piensa que el mejor estilo de vida que les puede dar, es cambiándose a una casa más grande y en la provincia, a pesar de que Lorena no estaba del 100% convencida, sabía que un departamento no era lo que ella le quería dar a sus hijos.

El plan era construir una vivienda amplia donde pudieran contar con todas las comodidades, eso incluía algunas cosas que Lorena quería, por ejemplo algunas veces dormir en la sala, ya que el sofá podría transformarse en una litera.
Un cuarto de lectura donde un tipo de cesta colgaba del techo, sería un espacio donde los dos pudieran pasar un rato de calma y leer y despejarse, aparte contaría con un tocadiscos de acetato, a Lorena le encantaban esos discos y varias veces al mes iban a una tienda por el Mercado Medellín, era un local pequeño pero con una bodega de discos nuevos de acetato.

De las cosas que a Lorena enamoraba es que desde el primer día que vivieron juntos y 10 años de casados, todos los días sin excepción le llevaba desayuno y cena a la cama, y ella le hacía lo mismo, solo que ella le preparaba la comida. Para muchos era una relación de pura miel sobre hojuelas, sin embargo algunas veces llegaban a discutir, muchas veces Juan ponía canciones de banda a todo volumen, cosa que a Lorena disgustaba. Tenían gustos diferentes pero ambos sabían que el chiste no era complementarse uno del otro, sino aceptar al otro con las partes que le faltan, aparte como psicólogo Juan siempre buscaba primero calmarse y después hablar, rarísima vez se le veía enojado, y si lo hacía procuraba no estar cerca de Lorena para evitar problemas. Sin embargo no todas las veces funcionaba, a veces ellos dos peleaban, algunas más fuertes que otras.

Una de las cosas que más les servía cuando estaban enojados era un promesa que hicieron al casarse, y era que cuando pensaran que el amor se está acabando,  prometían recordar todos los motivos que hicieron amarse. Además desde un principio sabían que iba a ser difícil, pero ambos le echaban ganas cada día, y él lo hacía porque la quería. Quería todo de ella, para siempre.