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De donde parece terminar el suelo y el cielo es tocado, un portal tan grande e inimaginable se abre frente a ellos expulsando una cegadora luz acompañado de una ráfaga, del que sale un Dragón de proporciones gigantescas de color dorado, con rostro apacible, que apenas y saca la mitad de su cuerpo por este portal.

DRAGÓN:
No teman a mi presencia, el desequilibrio fue disipado, la calma a vuelto.

Las ninfas permanecen en grupo. Argay mira con extrañeza al dragón, mientras este, parece mirar a todos los habitantes hasta detenerse en el encuentro con su mirada.

DRAGÓN:
Lo lamento tanto... Hoy un valiente guerrero a caído, junto con sus aliados mas codiciosos. Trayendo la destrucción a su hogar, pero hoy les regalo la dicha de volver a sus vidas de siempre con la promesa de otorgarles una vida maravillosa, si ustedes cuentan lo que a pasado aquí para que sirva como reflexión a las generaciones siguientes. Les pido que vuelvan a sus hogares

ELFO:
Pero aquí ya no hay nada

El dragón golpeo el suelo levantando un poco la tierra y en cada mano de un líder proporciona un diminuto saco, lleno de semillas brillantes.

DRAGÓN:
Éstas semillas reconstruirán su hogar.

Todos los seres tanto extrañados como fascinados miran sus saco

LIDERES:
Gracias

El dragón levemente sonrió y de reversa entra nuevamente al portal.
Melihah un poco intrigada pide que las ninfas la sigan.

Ext. Aldea de las ninfas - Tarde

Donde sabían que era su aldea, el grupo de ninfas llegan a un sitio imperfecto, solo tierra, hierba y maderas rotas, los grandes árboles parecían estar enterrados en la húmeda tierra.
Los ojos de las ninfas se llenan de tristeza al ver así su hogar, la lluvia las acompaña, no distinguen nada, solo una escena deprimente frente a ellas.

La Región EternaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora