Si Te Vas - Chanlix

3.

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La pareja australiana seguían en sus brazos, sus cuerpos cerca. Ninguna palabra fue dicha. Ellos tenían que reconfortarse el uno al otro, y eso era todo lo que necesitaban. Estuvieron así hasta que la enfermera entró en la habitación, la pareja se separó con rapidez y miraron a la enfermera quien ahora les hablaba.

"Los doctores dicen que tuviste un ataque de pánico. No hay efectos a largo tiempo así que eres libre de irte"

Felix sonrió por las noticias, el odiaba el hospital. Lo hacía sentir atrapado e incapaz de escapar. Que Chan estuviera ahí hacía todo mejor. ¿Que podría hacer sin el? Se giró y miró al mayor, que estaba sacando algo de su bolsa. Dio algo de ropa a Felix.

"Toma, algo de ropa. Imagino que la bata del hospital no es cómoda"

Realmente era incómodo, tener algo de ropa decente sonaba realmente bien en ese momento.  El menor tomo la ropa, deseoso. Deslizó la camisa y se puso los pantalones, sintiendo el cálido tejido que olía como Chan. La esencia inundó su cuerpo.

"¿Estás listo para marcharte?" Felix asintió. Después de haber recogido sus cosas, la pareja salió del edificio con rapidez.

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Los dos estaban en casa de Felix, Chan estaba cocinando algo y Felix estaba tumbado en el sillón. El menor pidió un bocadillo de queso caliente y ver una película. Ahora mismo estaba envuelto en una manta, eligiendo una película que ver.

Después de que Chan terminará de cocinar la comida lo llevó al otro servido en un plato.

"Chan ven a sentarte conmigo, estoy solo" Se quejó Felix mientras abultada los labios.

El mayor hizo lo que le dijo mientras le entregaba la comida. Felix enroscó la manta alrededor de los dos y abrazo a Chan con fuerza.

"Te quiero Chan"

Sonrió hacía el menor y lo sujeto más cerca.

"También te quiero Felix"

Una sonrisa triste apareció en los rasgos del otro mientras lágrimas se formaban en sus ojos. Chan se dio cuenta de esto y estaba confuso.

"Felix por favor no llores" Dijo, preocupación es su voz. Felix miró hacia arriba, directo a sus ojos. El chico menor tenía un agarre en su mano, pronto levantando su manga revelando sus cortes. La vista lo hizo llorar incluso más. Todo su antebrazo estaba cubierto de cortes, algunos frescos. No podía imaginarse cuan mentalmente herido debías estar para dañarse a ti mismo físicamente.

¿Donde está? Tu preciosa sonrisa. Porque sonreías mucho te extraño más. Puedo verlo, tu incómoda sonrisa pretendiendo que todo está bien. Debido a que eras tan brillante estoy más preocupado por ti.

"No te hagas daño Chan... p-porfavor" La voz de Felix estaba ahora sacudiéndose. El mayor lo cubrió suavemente en un abrazo. Felix tembló mientras sollozaba lo que sentía su corazón.

"No lo haré más" Susurró al menor en una voz reconfortante.

Enlazaron sus manos, Felix sonrió y besó las cicatrices del otro. Estuvieron así un rato hasta que cayeron dormidos.