Aventuras del espacio: Las Aventuras de Skyler [Editando]

Capitulo 11: Nuevas amistades

Faltaba poco para que mi madre biológica regresara a Mogogeneeh, todos estaban preparando una gran bienvenida. En el palacio, todos estaban desesperados y corrían con prisa, querían que la bienvenida fuera perfecta. Yo solo me quedaba viendo a los fisnoides, sus actitudes y movimientos eran los mismos que los de cualquier humano, sino fuera por el color de la piel y los ojos, seriamos completamente iguales.

—Skyler, ve con A'reed, y dile que te vista con las más finas telas. —Dijo Siyasheen, corriendo hacia otro lugar.

—¿Con quién?— Pregunté confundida.

—Conmigo —Dijo A'reed, apareciendo de la nada atrás de mi—. Ven, te mostraré tu nuevo guardarropa.

Ella me llevó a una habitación oculta, esa habitación era enorme y estaba llena de ropa. Ella escogió la ropa "adecuada" para mi.

—Melli, este vestido rosa te quedará muy bien. —Dijo A'reed mostrándome el vestido. Casi me desmayo cuando dijo rosa, porque tenía que ser ese color, habiendo tantos colores y me escoge el color que más odio.

—¡Es hermoso! —Dije ocultando mi odio por ese color con una sonrisa.

—Ahora puedes desechar esa horrible ropa que traes puesta.

A'reed se refería a la ropa de la resistencia. Era lo único que me quedaba de la Tierra, en ese momento recordé todos esos pequeños momentos con mi familia y amigos.

A'reed interrumpió mis recuerdos, dando palmadas cerca de mi cara.

—¿Te arreglarás o no? —Preguntó A'reed muy impaciente.

—Claro, pero ¿Qué pasará con esta ropa?.

—Si quieres la puedo desechar

—¡No!, por favor ¡no lo hagas!, te digo un secreto, esto es lo único que me queda de la Tierra, y me trae muy buenos recuerdos. Por favor no lo deseches.

—Esta bien, pero lo lavaré

—Si, y que nadie lo vea, es un secreto entre tu y yo.

—Mis labios están sellados

—Gracias —Dije sonriendo.

A'reed me ayudó a arreglarme. Cuando me miré al espejo, no me reconocí, me veía tan diferente con el maquillaje, nunca había usado maquillaje, por lo cual igual me picaba la cara.

—Princesa, creo que debería cambiar de forma

—¡Oh si! Es cierto —Cambie de humana a fisnoide—. Y por favor dime Skyler.

—Claro, Skyler.

En cuanto A'reed se fue, exploré el palacio. Caminé por los pasillos, exploré cada rincón del palacio, y me encontré con el cliché de la palanca misteriosa, así que decidí bajaría. Frente a mí, apareció una pequeña entrada, entré en ella, y me deslicé por la resbaladilla que estaba adentro. Pronto me dí cuenta de que era un salida de emergencia, ya que me sacó fuera del palacio.

Al salir del palacio, corrí hacia las calles de la ciudad, nadie me miró extraño ya que tenía la apariencia de un fisnoide igual que ellos.

Caminando por las calles, encontré una tienda especializada en vender naves espaciales. Vi una nave con diferentes tonos de color azul, lo cual hizo que me llamara mucho la atención.

—Buenos días, disculpe, ¿Cuánto cuesta esta nave?— Le pregunté al vendedor, con mucha cortesía y amabilidad.

—15000 yags, pero tu pareces ser una familia noble, así que te la dejaré en 10000 yags. —Me contestó el vendedor.

10000 yags era todo el dinero que tenía de la recompensa por la captura de Vanessa. Así que compré la nave, hubo mucho papeleo pero valió la pena.

Como la nave era pequeña podía recorrer la ciudad, solo tenía que pensar en un lugar para guardarla. Así que recorrí el bosque, y pronto encontré un lugar sin árboles y alli decidí aterrizar la nave. Cuando bajé de la nave, sentí que algo o alguien me observaba. Miré por todo mi alrededor y no había nada solo árboles. Entonces escuché un ruido,  y armada de valor fui al lugar donde se escuchó. De repente, un animal me saltó encima, yo grité, y pronto me dí cuenta de que el animal no era muy terrorífico. A pesar de que seguía gruñendome, no me movía de ahí, entonces se cansó de gruñir, y se dio la vuelta.

Decidí comunicarme con el en idioma fisnoide.

—¡Espera!— le grité, y el animal se detuvo comí si me entendiera.

—Mi nombre es Skyler— le seguía hablando en fisnoide detenidamente para que me entendiera.

El animal me miró y me gruñía tratando de comunicarse pero no le entendía muy bien.

—Mmmm..bueno, ¿Cuál es tu nombre?

El animal me gruñó.

—Gusto en conocerte Graa Gruaa

Esta vez,  el animal me gruñó enfadado y buscó una planta, la cual señaló.

La planta se llama Pakalaah, pero sus pétalos se llaman Teraad, y ambos son nombres de Mogogeneeh, así que decidí preguntarle.

—Mmm...¿Tu nombre es Pakalaah?

El animal me gruñó.

—Entonces, ¿Tu nombre es Teraad? 

El animal me miró y estaba a punto de marcharse...

—¡Pakalaah, espera!. ¿Tu nombre es Pakalaah, cierto?

Descubrí que su nombre era Pakalaah. Le prometí volver cada día a visitarla. Entonces decidí volver al palacio, estaba preocupada de que se hubieran enterado de mi paseo por el planeta.