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Capítulo 1:“Brisa veraniega”

— Por fin llegamos  – anunció el mayor saliendo del coche para estirarse, acción que hizo su hija haciendo crujir su espalda.

— ¿Habéis visto? ¡Tenemos la playa a nuestros pies! – llamó la atención la adulta en el borde del cemento que separaba la playa de la estrecha entrada.
La castaña se posicionó en su lugar cuando está se fue a descargar dejando así que la brisa marina quitara esos cabellos rebeldes que había por su rostro, había que admitir que esa sensación era agradable. . .
Su mirada se fijó en un chico rubio que correteaba por la arena siendo perseguido por un perro. Era gracioso ver como el chico intentaba imitar a un perro que peleaba por llevarse el juguete que tenía en la boca el animal,y,sumida en sus pensamientos no se dió cuenta de que aquel rubio había encontrado su mirada. . . Sus ojos dorados y su blanca sonrisa la hicieron despertar de su trance cuando ese chico empezó a agitar la mano en alto mientras sonreía,¿La estaba saludando a ella?

— Kora,cariño,ayúdanos a meter las maletas – le pidió cariñosamente su madre.

— sí,voy. . . – susurró dándole un último vistazo al chico.

— ¿Qué queréis cenar hoy? – preguntó su padre. — podríamos pescar algo y luego hacerlo en una fogata – dijo bromista haciendo que su esposa riera.

* * *

— Mamá, papá,¿Puedo salir a dar un paseo por la orilla? – preguntó la joven dejando los platos sobre el lavaplatos.

— ¿A estas horas? – dijo preocupada la mujer mirando el reloj de la cocina para después mirar a su marido.

— Está bien – decidió el hombre después de tener un debate de miradas con la madre. — Pero no te alejes mucho de casa

— ¡Gracias papá! – exclamó alegre abrazando a su padre,se separó y le dió un beso en la mejilla a su madre para correr al recibidor y coger sus sandalias que dejó colgando de sus dedos.
Nada más abrir la puerta,pudo apreciar el olor a mar,recibiendo la brisa marina en su rostro.

Caminó hasta llegar al límite del cemento, miró sus pies y sonrió sintiendo la fría arena colándose entre los huecos de sus dedos. Miró el agua y empezó a andar hacia la orilla sintiendo la arena mojada y esas pequeñas olas que llegaban a rozar sus pies,el agua cliente le hizo sacar una sonrisa,le encantaba la playa por la noche ya que podía sentir el agua caliente,la arena fría y podría ver las estrellas que se asemejaban a botones blancos en una tela negra.

— ¡GUAU GUAU! – ladró un perro. Kora miró en la dirección de aquel ladrido viendo al mismo perro de hace unas horas corriendo hacia ella con alegría y jadeos escapando de su hocico.

— Hola amigo. . . – susurró la chica acariciando de forma cariñosa su cabeza mientras el canino movía la cola con rapidez.

— ¡Kei! – gritaron alargando la "i". La castaña levantó la mirada viendo a escasos metros de ella al mismo chico rubio que jugaba con el perro,está vez tenía un gorro de pesca y detrás de él había una larga caña de pescar enterrada en la arena,hubo un contacto visual que hizo que la menor sonriera levemente al ver su radiante sonrisa.
El rubio corrió un poco para quedar frente a la chica.

— Oh, disculpa, no sabía que el perro era tuyo. – se disculpó la oji-verde.

— No pasa nada,este perro se va acercando a todo el mundo que ve – explicó acariciando con brusquedad la cabeza del perro mientras le rascaba por detrás de las orejas,al ver esa escena,la castaña no pudo evitar sonreír de lado.

— Ah, disculpa, Soy Kaminari,  Kaminari Denki – se presentó estirando su mano mientras que la otra la guardaba en el bolsillo de su bañador amarillo y naranja.

— Soy Kora Takeru, un placer conocerte – le estrechó la mano sonriendo.

— Tú eres la chica a la que he saludado hoy ¿No? – preguntó metiendo las dos manos en sus bolsillos.

— Ehm. . . Sí – afirmó insegura.

El rubio abrió la boca para decir algo,pero el sonido de la caña lo interrumpió.

— ¡Ha picado! – gritó emocionado el rubio corriendo hacia la caña. Era tal la emoción y el impulso que tomó para correr que el gorro salió volando chocando con la cara de la castaña.
Con rapidez empezó a recoger el sedal.

— Denki,creo que eso no se debe de – y lo que la chica intentó alertar, pasó.
De tal rapidez que usó para recoger el sedal,el pez salió volando estrellándose con el rostro del rubio,este,al sentir la brutalidad del impacto calló de espaldas sobre la arena mientras el dulce canino corría a su alrededor ladrando,ante la situación la chica solo se limitó a reír y reír hasta que su barriga no pudo más y empezó a doler callendo de rodillas a la arena sugerando su estómago.

El pez empezó a saltar por la arena mientras el mayor lo intentaba coger con las manos mientras su rostro se encontraba rojo. El pez consiguió llegar a la orilla del mar,no sin antes hacer el último intento por parte de Kaminari de atraparle,intento fallido. El pescado le dió un fuerte aletazl con la cola en la cara para luego volver a su hábitat natural.

El rubio,dolido por tales aletazos,se restregó la nariz intentando aliviar el dolor mientras sus ojos se ponían llorosos, este miró a la menor que aún reía de una forma descontrolada. La risa poco a poco se propagó entre ambos,riendo como psicópatas mientas el canino les miraba ladeando la cabeza extrañado.

— Kaminari. . . Eres un desastre. . . – dijo más calmada la chica mientras secaba sus lágrimas soltando las últimas risas.

— No me había reído más en toda mi vida. . . – habló también el rubio revolviendo su cabello rubio. — No pensaba que alguien me pudiera contagiar la risa tan fácil

— ah sí,se te había caído – le dijo extendiendo su sombrero de pesca.

— Gracias,como mi padre se entere de que lo he perdido me mata  – dijo él haciendo un gesto con su dedo pasando por su cuello para luego poner los ojos bizcos y sacar la lengua como un muerto haciendo reír a la menor.

Ambos se sentaron en la orilla del mar teniendo la caña de pescar al lado de Kaminari,ambos se quedaron hablando de cualquier cosa,o simplemente en silencio escuchando las olas del mar y recibiendo la suave brisa.

— ¿Tú tienes bicicleta? – preguntó rompiendo el silencio el rubio.

— Umh. . . No sé si en el garaje de esta casa hay una. . . – dijo mirando a la casa.

— ¿Qué te parece si hacemos una cosa? Mañana por la mañana a las 9 voy con la bici a tu puerta,si tienes bicicleta te la sacas y te llevo a ver el pueblo,y si no,te llevo yo – propuso mirándola con esos ojos dorados,esta solo se limitó a sonreír con un brillo en los ojos,la idea le gustaba.

— ¡Qué buena idea! Me apunto – dijo con una sonrisa estirando su mano para que él la estrechara,y así lo hizo. Giró su muñeca y pudo ver que ya eran las 00:48. — Ya es tarde,creo que he de irme – sentenció levantándose para coger las sandalias a su lado.

— Yo debería de hacer lo mismo – musitó levantándose a su lado y limpiándose el pantalón.

— Hasta mañana Denki – se despidió haciendo un ademán con su mano.

— Que descanses Kora – le dió la última mirada antes de empezar a recoger la caña de pescar. Al escuchar el sonido de la puerta cerrarse,Denki sonrió y miró a su perro.

— Buen trabajo Kei,hiciste una buena actuación corriendo hacia ella – le elogió a lo que el animal ladró alegre. — Gracias,sin tí no la habría conocido – agradeció pasando su mano por su cabeza. — Vamos,te has ganado una de esas latas que tanto te gustan. – le ánimo para empezar a correr con la caña de pescar en el hombro seguido de su perro.

❍光┆ 𝐔𝐧 𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐃𝐞 𝐕𝐞𝐫𝐚𝐧𝐨. ;; bnhaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora