❍光┆ 𝐔𝐧 𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐃𝐞 𝐕𝐞𝐫𝐚𝐧𝐨. ;; bnha

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Capítulo 3:“ Faro ”

— ¡Kora,cariño! ¡Preguntan por tí! – se escuchó la voz de la madre de la nombrada desde abajo.

— ¡Ya bajo! – anunció levantándose del sillón que había enfrente de la  mini televisión.
Los pasos apresurados escaleras abajo se hicieron presentes recibiendo la mirada de su madre y de su amigo.

— Hija,no me dijiste que tenías un amigo – comentó con una sonrisa pícara en sus labios.

— Lo vi irrelevante. . . – contestó sin mirarla al rostro mientras se ponía sus converse.

— Bueno,un placer conocerte Kaminari – dijo amable la adulta.

— Igualmente señora Takeru – le contestó de igual forma.

— Mamá ¿Me dejas tu cámara? – preguntó la joven ya depié al lado del rubio.

— Claro,un momento que voy a por ella – se excusó la adulta.

— Tú madre es muy simpática– comentó el mayor haciendo que la castaña solo se encogiera de hombros sin corresponderle la mirada.

— Ten – le extendió la cámara la madre.

— Gracias mamá – depósito un beso en la mejilla de su progenitora y abrió la puerta despidiéndose,e igual Kaminari.

— ¿Preparada para subir hasta ahí arriba? – preguntó con una sonrisa de lado el chico.

— Nací preparada – dijo desafiante la fémina para colgarse la cámara del cuello y subirse a su bicicleta,acto que imitó el rubio.

Ambos empezaron a pedalear por el mismo camino que esa mañana mientras escuchaban algunos truenos que no tomaron importancia.
Está vez los chicos no pararon en la fuente,ni dejaron la bicicleta en la tienda de la señora Kaminari,sino que está vez se metieron entre calles hasta llegar a los pies de la colina.

— Aquí podemos dejar las bicicletas,nadie suele venir por aquí a sí que no pasará nada – dijo el rubio dejando caer la bicicleta al césped.

— Está bien – imitó la castaña el acto del mayor.

— Venga vamos,no queda muy lejos– musitó para empezar a subir la cuesta siendo seguido por la menor que se encontraba jadeante.

— ¿Y cómo que aquí no hay villanos? – preguntó la oji-verde tras de él.

— Es un pueblo pequeño a sí que no suelen aver ataques, pero igualmente tenemos héroes,bueno,un héroe – explicó mirándola por encima del hombro.

— En el faro no vive nadie ¿No? – volvió a preguntar parando en seco para poder apoyarse en sus rodillas.

— No,o al menos el año pasado no – dijo parando al igual que ella pero sin girarse.

— ¿Y si hay? – preguntó preocupada.

— No te pasará nada Kora – de dió la vuelta con una cálida sonrisa. — Yo estoy aquí para protegerte – dijo haciendo una pose heroica sacándole una risa a su amiga que empezó a correr cuesta arriba dejando al chico atrás. — ¡Hey! – exclamó para salir corriendo detrás de ella.

Mientras jugaban al pilla pilla subiendo la cuesta,el cielo se empezó a nublar pero igual seguían sin prestar atención al cielo.

— Ya llegamos – anunció el rubio en la entrada al faro.
La menos se acercó y tiró del pomo de la puerta sin ser abierta.

— Está cerrado – comunicó la fémina haciendo que el rubio empezase a mirar por todos sus lados.

— Sígueme – dijo con una sonrisa mientras rodeaba el faro hasta llegar a una ventana pequeña con los cristales rotos y medio abierta,al ver esto,el rubio empujó la ventana haciendo que se abriera por completo.

— ¿Enserio? – preguntó arqueando una ceja al ver como su amigo entraba por la ventana.

— Venga,no es para tanto – dijo mirándola desde dentro del faro.
La chica insegura,le pasó la cámara para que no se rompiera y con sumo cuidado entró dando un pequeño salto,su altura no era muy útil.

Al estar los dos dentro admiraron el lugar,las paredes estaban húmedas,repletas de graffitis y pintadas extrañas que se complementaban con ese frío,a sus pies había muchos trozos de madera y basura que la gente habría tirado.

— Denki ¿Me puedes hechar unas fotos en los graffitis de las paredes? – preguntó mirando al mayor. Al tener contacto con su mirada no pudo evitar sonrojarse,al estar oscuro ahí dentro su mirada penetrante la hacía sentir indefensa,y de su sonrisa ya ni hablar. . .

— Claro – agarró la cámara y la siguió hasta que ella se juntó con la pared,se arrodilló y miró a través de la cámara pidiendo admirar como ellas se arreglaba un poco y era tal su perfección ya de por sí que no pudo evitar hacerle una foto sin que se diera cuenta.

Cuando la chica ya estuvo lista, posó y se dejó hacer las fotos. Cada foto hacía que a Denki le diera un mini paro cardíaco,y más cuando le sonreía a la cámara.
Al terminar las fotos,el rubio le devolvió la cámara a su propietaria.

— Denki,ven un momento – le llamó la menor,este fue a su llamada. — ¿Me puedes cargar un momento? – preguntó inocente mientras que en la mente de el rubio solo habían profanaciones hacia su persona,este,nervioso y sonrojado asintió dándole la espalda a la joven y agacharse un poco, la joven de un salto se colgó de su espalda y pasó sus brazos por los hombros de él dejando la cámara enfrente de ambos. La fémina puso la cámara hacia ellos y sacó una foto.

— Perfecto – finalizó bajándose de su espalda. — Gracias – agradeció con un tono dulce para seguir caminando dejando al rubio paralizado por aquella sonrisa ton tierna.

La llamada de la joven lo saco de su trance para poder subir las escaleras de cemento que hacían forma de caracol. La chica,agarrada de la camisa de él,subieron a la parte de arriba donde se podía ver el lugar de la luz rota con varias palabras y nombres escritos con rotulador negro.

— Kaminari. . . ¿Eso es un colchón? – preguntó con voz temblorosa la joven,el joven miró en esa dirección y sí, efectivamente había un colchón con sábanas desechadas y varios envases de comida por el suelo. Y si la situación ya era tensa de por sí,el crujido que sono detrás de ellos puso los pelos de punta.
Ante el ruido,el chico lanzó un rayo en esa dirección haciendo que una sombra se moviera.

— ¡Denki vámonos! – exigió aterrorizada la joven mientras palidecía ante el gruñido que salió de aquella sombra.

El rubio,con ambas manos juntas intentando imitar a una pistola, empezó a caminar lentamente de espaldar mientras que la menor le guiaba hacia las escaleras.
Lástima de la chica que tiró una de las latas de comida haciendo que sea lo que era esa sombra rugiera con rabia dando fuertes pasos hacia ellos,con tremenda rapidez bajaron las escaleras antes de que sirvieran como cena para ese monstruo.

Los pasos se eran más y más fuertes del de el piso de arriba. Kaminari llegó a la ventana y pasó con facilidad,pero sin embargo la altura de la chica minera suficiente y los nervios al sentir a la enorme figura no ayudan. El monstruo llegó y rugió con ferocidad haciendo que la menor cayera entre las tablas de madera. Lo único que le quedaba a la joven era gritar a todo pulmón, hasta que. . .

— *¡Click!* – el flash de la cámara se lanzó haciendo al monstruo retroceder,en cuanto estuvo distraído por el brillo,la joven tomó la mano del rubio y salió por la ventana raspando se las piernas y si fuera poco, calló encima del rubio.

Cuando ambos estaban en el césped,uno encima del otro,Denki se limitó a abrazarla con intención de colmar la,cosa que ella correspondió soltando un suspiro.

Sin saber cómo ni cuándo,gotas empezaron a caer del cielo mientas ambos bajaban la colina.

— Kaminari. . .– llamó la atención la oji-verde. — La cadena de mi bici se ha roto. .  .– dijo tomando la ahora rota cadena.

— Sube – dijo el rubio subiéndose a su bicicleta, esta, tímidamente obedeció aferrándose a su torso. Y hay que admitir que Kaminari se sentía en el paraíso al tenerla tan cerca. . . Pero esos pensamientos no podían irrumpir ahora, sería como conducir borracho.

A sí que así se encaminaron los dos en la misma bicicleta,bajo la lluvia después de haber sobrevivido a su casi muerte. . . Hoy fue un día productivo. . .