Las palabras se las lleva el viento

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Esas palabras me las repito una, dos y hasta tres veces al día. Son como el desayuno; me lo tengo que comer día por día. Esta sociedad podrida y falsa me lo ha enseñado por las malas. No quedan muchas personas honestas y sinceras y las pocas que quedan se van decepcionando con el paso del tiempo y el fuerte golpe que les da el engaño y la mentira.
Mi papa un día me enseñó que lo más importante que tendría yo como persona sería mi palabra. Que nunca por más duras que fueran las circunstancias o las decisiones dejará atrás lo que con tanto esfuerzo había logrado. Siempre sincera y honesta ante todo. La verdad duele, molesta e incómoda pero nunca va hacer falsa. Y hoy quiero darle gracias a ese hombre que fue parte de mi creación. Porque sin su fuerte sinceridad (que muchas veces me resultaba vergonzosa), sin sus constantes regaños para que cambiara mi forma de actuar ante cualquier problema no fuera lo que soy hoy. No soy perfecta, nadie lo es, estoy llena de defectos pero trato todos los días de remediarlos. Solo quiero decir que lo más importante que tenemos no es lo material, eso a la hora de morir no nos acompañará y tampoco nadie lo recordará, nuestros hechos, nuestros valores, esos!!!, Si quedarán en cada persona, y serán esas personas las encargadas de recordarte, amarte u odiarte según lo que fuistes...

Memorias: De mis pensamientos mas locosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora