Touches

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Me sentía tan mal
Pero mal en el sentido bueno
Sentía sus toques, suaves pero sin dar cosquillas eran del tipo... erótico
Comenzó por mis hombros, tenía la mirada depredadora, esa mirada con deseo y pasión, con ese fuego incesable... pero iba lento comenzando por los

Toques

Tocaba mi cintura, la agarraba para pegarme mas a el y me tocaba los labios.
Me besaba
De los besos mas hermosos que uno se puede imaginar
Una sensación efervescente que salía de mi como chispas de un cohete
Íbamos lento, disfrutando la noche, pero caiamos en nuestro propio juego de desesperación
estabamos desesperados y nuestros cuerpos a duras penas resistían mientras nuestras mentes solo pensaban en el otro.
No había nada mas
Solo el y yo en esa habitación con luces de neón rojo manzana
No podía ser mas apropiado.
En el momento en el que acabamos desnudos lo miré con cierto nerviosismo, aquel nerviosismo que estuvo en mi primera vez, mucho antes de conocerlo.

Mi cuerpo.

Mi cuerpo temblaba ansioso pero sin dejarse notar y a veces lo tocaba a el sin pensar
Le tocaba el abdomen, el cuello, los labios, las mejillas
Y él sonreía, también nervioso.

Nuestros cuerpos.

Nuestros cuerpos, se dejó en claro, fueron lo último que importó
Solo nos deseabamos
Deseábamos poder tenernos en nuestro estado mas salvaje y puro
En ese quiebre, ese punto de locura, ese éxtasis en el cual no parabamos de pensar

Adentro.

Dentro de la habitación solo se escuchaban gemidos, sin exagerar como lo hacen las estrellas porno pero sin dejar de ser pasionales.
Adentro mío estaba el, dentro de mi corazón, dentro de mi mente y en aquel lugar que pedía rescate pero deseaba mas.
Ese masoquismo pequeño que nos damos cuando tenemos sexo, ese dolor placentero que nos hace gemir, esas marcas que dejó en mi cuerpo parecidas a moretones pero que fueron causadas por besos.
Por amor.

Amor.

Incondicional y hermoso.
De colores cálidos y sentimientos tan dulces como el caramelo.
Con enredos como el de una gran bola de lana y desenlaces tan bonitos como una historia de Disney con sus princesas.

A veces duele,
Otra veces no.
Algunas veces lloramos,
Y otras veces lloramos de risa.
Porque el amor es así

Pasional, loco, complicado y agotador, como en aquella noche

Pero sin importar nada y todo el final siempre es satisfactorio,
Incluso con el corazón roto.

Escritos en momentos de tristeza y otros más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora