Capítulo 2

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La música retumbaba en todo el lugar, el alcohol cada vez se hacia más parte de mi ser. Las mujeres bailaban sin parar mientras que mi vista sólo estaba pérdida en la multitud y en las luces que hacían que la vista cada vez sea peor.

No sabía dónde estaba Richard, pero ahora, o mejor, como siempre, no me importaba. Lo único que quería en estos momentos es que mi mente volara a un mundo en donde no tuviera ningún recuerdo, ningun rostro y sobre todo, ningúna sonrisa que me martirie la cabeza.

-¡Christopher! - escuché el grito de Richard. Mi cuerpo estaba tan llena de alcohol que ni siquiera podía voltear a verlo- Ya es hora de irnos- Volvió a gritar ya que el ruido de la música era demasiado, pero esta vez apareciendo en mi campo de visión

Sentí las manos de Richard las cuales intentaron levantarme del sillón en donde estaba y por mi parte simplemente me deje llevar

-No puedes seguir así - lo escuché decir al levantarme y ayudarme a caminar

Sabía que lo decía por mi bien, pero ahora mi mente y mi alma no quería eso. Hasta el momento esto era lo único que me hacia olvidarla.

Y no tengo las agallas para dejarlo.

Richard puso mi brazo sobre su hombro y me ayudó a caminar hasta salir del lugar para luego llevarme al auto y meterme en los asientos de atrás. Mi cuerpo se acostó entre los dos asientos para que luego Richard entrará en el asiento de piloto y comezara a manejar hacia mi casa.

Mis ojos se fueron cerrando en el camino, mientras mi noción íba desapareciendo.

...........

El auto se detuvo, mis ojos se abrieron a los segundos al igual que la puerta del auto, dejándome ver a Richard

-Ya llegamos- dijo y estiró su brazo para apoyarme en el y poder levantarme- trata de que tu mamá no te vea así- dijo al levantarme

-No tienes que preocuparte por mí - dije entre dientes y él suspiró

Salí del auto. Mi cabeza por un momento dió vueltas, pero poco a poco se fue acostumbrando haciendo que mi vista y mi estabilidad mejorara.

-Te acompañaría hasta adentro, pero se que tu mamá me dará el mismo sermón que te dará a tí- dijo Richard para luego cerrar la puerta del auto

-Esta bien- suspire- ahora solo quiero acostarme- dije y me despedí de él- Te veo mañana

-Bueno- dijo y se subió el auto

Me dí medía vuelta y traté de caminar lo mejor posible hacía mi casa. El auto sonó dejándome saber que ya Richard se había ído.
Llegué a la puerta de la casa y saqué las llaves de mi pantalón. Entré a la casa y cerré la puerta detrás de mí.

La luz de la sala estaba encendida dejándome ver a mi madre sentada en el sofa y una revista de moda en sus manos

-¿Que haces despierta a esta hora?- dije para luego tirar las llaves al sofá

-Dejó la revista a un lado y me miró - sabes que no me duermo hasta que no llegues- dijo y se levantó del sofá para luego caminar hacia mí

-Te he dicho que no me esperes- dije e intenté pasar al lado de ella pero se interpuso en mi camino

-¿Hasta cuando vás a seguir así? - escuché su voz débil lo cual no me gustaba para nada

No quería verla triste, mucho menos preocupada por mí. Siempre he tratado de alejarala cuando estoy mal para que no se dé cuenta, pero, ella es mi madre, y aunque quiera o nó.. Siempre sabrá como estoy o como me siento.
Pero esta vez no quería su lástima, no quería la lástima de nadie.

-Es problema mío- dije fríamente y pasé a un lado de ella para ir a las escaleras

-Tienes que dejarla ir.. - alzó un poco la voz haciendo que la escuchara

-Ya te dije que es problema mío -esta vez mi mandíbula se tensionó.

Subí rápidamente las escaleras y entré a mi habitación cerrando la puerta fuertemente detrás de mí.

No sé por qué mi cuerpo sentía impotencia. Tenía una ira sin razón que consumía todo mi ser. Mi cuerpo se fue hacia la cama pero solo sentándose en la orilla para que luego mis brazos se apoyaran en mis rodillas y mi vista como de costumbre se fuera a aquel lugar.

Era inevitable, verla allí todas las noches

Sentada frente a mí con esa hermosa sonrisa que la caracteriza. Una inmensa presión se fué a mi pecho y mi vista en sincronía se fué nublando

Mis manos estaban juntas y las apretaba con tanta fuerza para no levantarme. Sabía que si lo hacia ella se iría

Este era nuestro secreto, cada noche a esta hora ella estaba ahí sentada con una sonrisa en su rostro y su mirada sólo en mí. Ella era la única que quería ver, pero también deseaba tenerla, abrazarla, hasta tan sólo tocarla.

Pocas veces escuchaba su voz, muy pocas veces me hablaba... Solo miraba.

Al recordar cada noche una inevitable lágrima se asomaba cada vez más por mi mejilla y el dolor en mi pecho aumetaba junto con el nudo en mi garganta

-No puedo dejarte ir.. -mi voz se corto y la lágrima descendió- No puedo

Mis ojos se cerraron fuertemente haciendo que las lágrimas bajaran sin parar

-Cuanto daría por retroceder el tiempo - mis ojos se abrieron y la visualizaron de nuevo

Ya es tarde

Escuché su voz y una sonrisa de consuelo salió de su boca

-Te necesito- mi voz se quebró y la lágrima por mi mejilla bajó- Te necesito, princesa... Te necesito - mi voz se rompió completamente y mi cuerpo se fué a la cama y las lagrimas sin fin siguieron bajando

Era inevitable, no podía curar esto que sentía, simplemente no puedo. El dolor y la rabia me consume, mientras que la tristeza y los recuerdos abundan en mí.










No puedo pedirte que me olvides, porque sé perfectamente que no lo harás... Pero en cada sueño te ruego mi Dios griego que salgas de este infierno en que estas convirtiendo tu vida."

Camila M.




















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G'M🌹

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