Al día siguiente me desperté a las 7:00, mi primera clase era a las 8:00 y tenía que llegar puntual para encontrarme en la entrada con Sun Hee, como siempre acostumbrábamos hacer en las mañanas. Rápidamente tome una ducha. Al salir me dirigí a mi vestidor para sacar una camiseta negra, un jean claro y mis Vans. Me cepillé los dientes y al estar lista me arregle rápidamente el cabello con las manos.
Levanté mi mochila y conecté mis audífonos a mi celular. Mientras bajaba las escaleras empecé a revisar mi celular y vi un mensaje de mi madre.
3:56 A.M.
Mamá:
Hija, no podremos llegar con tu padre hasta el miércoles, prepárate tu desayuno y vete. Háblale a Marlon para que te lleve y te recoja de la escuela. Dejamos tu tarjeta sobre la mesa del comedor principal, úsala solo en caso de que la necesites.
Lo sentimos y te queremos:
Mamá y papá .
Terminé de leer el mensaje e inmediatamente apagué mi celular, ya estaba acostumbrada a que cuando se fueran de viaje volvieran 3 o más días después de lo dicho, pero ya no me afectaba. Hice caso omiso a lo ocurrido y saqué una leche de frutilla de mi nevera (me gusta congelar todo y así comerlo luego) y también saqué una bolsa de cereal del almacén.
Salí de mi casa a las 7:46 para ir caminando a la escuela, prefería eso a tener que llamar a Marlon, el chofer de mi padre, para que me llevara; cuando se van de viaje es cuando más puede descansar ya que no lo tienen yendo de un lado a otro solo por no caminar 3 minutos o más.
Por suerte la escuela es a unos 15 minutos de mi casa. Me puse mis audífonos y música a todo volumen para empezar a caminar mientras desayunaba. Las canciones pasaban y solté una que otra lagrima sin razón alguna, era uno de esos días en los que no sabía si estaba mejor o peor que antes, me sentía neutro.
Mientras me secaba las lágrimas me encontré a un chico que se veía un poco perdido, al desconocía absolutamente, tenía algunos rasgos Asiáticos, como sus ojos que eran un poco rasgados, o su piel que era bastante pálida, también era castaño y bastante alto, no podía ver bien sus ojos ya que usaba lentes, pero era una persona agradable a la vista. Mientras lo observaba me di cuenta de que trataba de ubicarse mientras miraba su celular desesperadamente, lo mejor que pude hacer fué acercarme y preguntarle si estaba perdido, mi único miedo era que no supiera hablar Coreano o Ingles, por lo menos Japonés para que pudiera ayudarlo.
-Hola- me acerque lentamente mientras se daba la vuelta para mirarme.
-Emm... hola- dijo algo desconcertado, me alivié un poco al saber que hablaba Coreano.- ¿Eres de aquí?-
-Sí, tu no, ¿cierto?-
-No, he estado de intercambio en Nueva Zelanda y no recuerdo mucho estás calles-
-Ah, ¿estás perdido o te puedo ayudar en algo?-
-Sí, por favor. ¿Conoces la escuela Internacional Kyung Hee? Hoy es mi primer día de clases ahí y estoy perdido.- dijo rascándose la nuca un poco nervioso.
-Oh, claro, esa es mi escuela.- dije con pocos ánimos-
-¿Enserio?-
-Sí, me dirijo hacia allí -
-¿Podría ir contigo por favor?... ¡Solo por hoy! No quiero ser una molestia para ti.
-Claro que puedes venir conmigo, no te preocupes porque no estamos muy lejos- dije tratando de sonreír un poco-
-Muchas gracias, enserio te lo agradezco-
-No hay porqué, no te preocupes-
Por el momento resultó ser una buena persona, es amable y muy agradable. Noté que me miraba un poco raro pero preferí no darle mucha importancia, hasta que él habló:
-Perdón por no preguntar antes, ¿Cuál es tu nombre?-
-Nozomi Nakahara, ¿el tuyo?-
-Kim Namjoon, mucho gusto- dijo sonriendo-
-Igualmente- dije de la misma manera-
-¿Cuántos años tienes?-
-16, ¿tu?-
-17 recién cumplidos-
-¿Cuándo es tú cumpleaños?-
-12 de Septiembre, ¿el tuyo?-
-16 de Mayo, estoy un grado adelantada-
-¿En qué curso estas?
-Primer año de High School, aquí se clasifican por grados y edades-
-Entonces, ¿Estamos en el mismo grado?-
-Eso no lo sé, primero tienes que hablar con la directora para que te diga que grado cursaras y te asignaran un horario-
-Ohh, entonces ¡Ojalá nos toque es el mismo grado!-dijo emocionado-
-Lo mismo digo- digo con un intento de ánimo-
Luego de esa charla hubo un silencio, pero extrañamente no fué incómodo. Pasaron varios minutos mientras ya estábamos llegando a la escuela, y repentinamente me habló nuevamente:
-Disculpa... ¿te molesta si te hago una pregunta?- dijo algo nervioso-
-Claro, ¿pasa algo?-
-¿Te sientes bien?- dijo preocupado-
-Ehh... si, ¿por qué?-respondí un poco nerviosa-
-Cuando me ayudaste se me hizo ver algunas lágrimas en tu rostro, ¿te puedo ayudar en algo?...Sé que nos acabamos de conocer, pero puedes confiar en mí, no me gusta ver a nadie llorar, es triste.-
-Ehh...-no sabía que decirle, pensé que me había secado correctamente las lágrimas- todo está bien, gracias por preocuparte, pero no pasa nada-
-¿Segura?- dijo con más preocupación-
-En realidad...-
No pude terminar la frase, ya que escuche un grito algo familiar.
Era Sun Hee, me había salvado.
