Alfa u Omega [Fnafhs Omegaverse]

Dos en uno.

Frederick Fazbear era un alfa que se caracterizaba en su trabajo por tener mucha calma y siempre lucir imponente e inquebrantable, sin embargo aquella semana no había sido para nada buena.

Lo primero que salió mal  fue que su contrato con otra agencia no se llevó a cabo y a cambio solo consiguió una competencia más. Para arreglar esto decidió dar el paso mas arriesgado, en vista de que su hijo había presentado signos de alfa en su pre-cuela por lo que decidió aventurarse a comprometerlo con la joven nieta del señor Golden, un gran socio suyo al cual le debía un gran favor, ¿y qué mejor forma de hacerlo que uniendo sus familias y empresas?, desde luego que muchos de sus compañeros demostraban su inconformidad diciendo que lo único que hacia era venderse sin embargo, el señor Golden puso muchos peros al asunto. Una de las primeras cosas que advirtió fue que su nieto ya se encontraba previsto para un compromiso y por lo tanto su hijo omega tendría que competir y ser evaluado contra una joven de familia brazileña , desde luego que esto le causó gracia a Frederik ya que aclaró que su hijo era un alfa (o por lo menos así pensaba) por lo que pensaba comprometerlo con su nieta Joy, esto dejó pensativo al mayor el cual le dijo que daría una respuesta al día siguiente.

Esa noche encontró a su querida esposa tomando una taza de té en la sala, su mirada parecía estar perdida lo cual inmediatamente hizo que dejase todo de lado para ir con ella y brindarle un abrazo protector mientras liberaba sus feromonas para tranquilizarla, después de todo podía sentir su angustia por medio de la marca

—Amor—la  recargó en su pecho—¿sucede algo malo?—comenzó a acariciar su espalda mientras esperaba paciente a su respuesta

—Freddy me dijo que el día de hoy un compañero suyo entró en su primer celo en clase—la omega correspondió el abrazo de su marido mientras frotaba la cabeza en el pecho del contrario buscando mas mimos y protección, cosa que recibió al instante

—¿Un omega?—Frederick observó como su mujer asentía

—Así es, y por eso estaba procupado, aquel chico era un omega y nuestro hijo teme ser uno—el alfa tomó delicadamente el mentón de su mujer obligándola a mirarlo

—No tienes de que preocuparte, ambos estuvimos en su pre-cuela amor—el alfa besó la cabeza de su amada--todo saldrá bien, nuestro hijo no sufrirá de eso

Frederick no podría estar más equivocado. Al día siguiente, justo cuando el señor Golden aceptó la propuesta del compromiso con su nieta Joy y le reveló esto a su familia, resultó en nada más que un ataque de pánico del menor y algo que los desconcertó por completo.

Su omega se veía devastaba, lloraba con ambas manos en el rostro en un pésimo intento de ocultarlo; ella gritaba a los cuatro vientos una deducción que él no podía tolerar ni permitirse, no luego de batallar tanto para obtener una respuesta afirmativa del señor Golden, las probabilidades de formar parte de una de las familias más importantes y poderosas del país se reducían a la nada. Por ello, e ignorando con gran fuerza de voluntad a su omega, decidió confirmar aquello. 

Justo cuando subía las escaleras, se topó con un Freddy torpe, asustadizo y  signos más que le gritaban "¡Basta ya, soy un omega!". Sus ojos cristalinos, cuerpo tembloroso, sonrojo poco habitual acompañado de un aroma dulce casi imperceptible, eran algunos de los muchos signos que se presentaban con solo ver a su cachorro .

Aquella noche, embriagado por la ira y sed de poder; el señor Frederick decidió salir de su hogar, necesitaba pensar bien las cosas, ¿se había equivocado con respecto a él?, ¿toda su vida planeó la de su hijo con la idea estúpida de que era un alfa?, ¿que haría el señor Golden una vez que se enterara de que comprometió a su nieta querida con uno de su misma clasificación?. Se cancelaría el compromiso y seguramente se tomaría aquello como una broma de mal gusto, cosa que podría costarle el empleo, estatus y con ello credibilidad. Frederick jamás quiso tener que enfrentarse a la dura realidad de tener a un hijo omega, ahora tendría el doble de preocupaciones y restricciones, era consciente de lo que se pensaba de los omegas y eso lo angustiaba aún más.

Durante los días que no vió a su esposa, jamás se distrajo con el ocio o relacionándose con otras omegas, en vez de eso, se alojó en un pequeño departamento para pensar bien las cosas y tranquilizarse, su trabajo no era nada comparado con su familia asi que si tendría que enfrentarse a decirle la verdad al señor Golden y con ello afrontar las terribles consecuencias en las que había pensado, entonces lo haría sin dudar. Su teléfono comenzó a sonar justo en el momento en que había llegado a esa conclusión y la llamada no fue nada grata.

Ahora, se encontraba conduciendo a toda velocidad rumbo a su hogar culpándose por haber abandonado a su familia en primer lugar, pensaba en las palabras de su esposa, el estado de su hijo y lo imbécil que era por no aceptarlo. Los minutos parecían horas, mientras mas se acercaba a su casa mas distante se tornaba, inclusive al mirar la puerta de su hogar

—Soy un completo idiota—introdujo la llave en la cerradura de la puerta y entró con rapidez, lo que recibió en lugar de algún tipo de golpe o reclamo no fue nada mas que un abrazo lleno de desesperación de su omega cosa que correspondió al instante

—Llamé a una ambulancia pero tardará mucho en llegar y si voy sola yo—su aroma comenzó a agriarse—probablemente alguien se hubiese aprovechado de nosotros

—No te preocupes amor todo va a estar bien—el alfa miró a su pobre hijo inconsciente en el sofá de la sala, el aroma que desprendía era bastante extraño

—¿Crees que—

—No, ya me aseguré de eso, ningún alfa lo marcó—una sonrisa se formó en el rostro del alfa, ¿podría ser acaso...¿era posible?

—Vamos—Frederick tomó a su cachorro y lo llevó junto a su mujer al auto, ella decidió quedarse en la parte trasera al lado de su hijo para poder asistirlo y él por su parte comenzó a conducir a un lugar que detestaba, de hacho ambos lo hacían y todo por un a historia que deseaban olvidar

—No entiendo por qué está pasando esto—la castaña abrazó a su pequeño mientras acariciaba sus cabellos—si tan solo lo hubiera cuidado más—tras decir esto, un alto se ponía en rojo frente a ellos pero debido a la situación decidieron ignorarlo

—Tranquilízate, sabemos que un alfa no lo marcó

—Aún así—la voz de la mujer comenzó a volverse temblorosa —lo hubieras visto, al volver a casa parecía una persona completamente diferente, su voz era mas grave y su aroma era a menta, algo totalmente diferente a lo que ambos percibimos el día que te fuiste de casa—de nuevo se sintió como una basuras inclusive dijo que el aroma provenía de el dando a entender de que era un alfa

—En cualquier otro momento estaría celebrando pero admito que esto no es normal—el hospital podía apreciarse a la lejanía

—No, no lo es, conozco bien a Freddy y sé que ese no era él—siguió acariciando el cabello de su hijo—no puede haber dos en uno

—No—el hombre mantuvo la vista al frente—no se puede

—No quiero hacer esto Frederick—la  omega abrazó con fuerza a su hijo mientras una primer lágrima se deslizaba por su mejilla—no de nuevo

—Lo sé—el hombre flaqueó un poco al estacionarse —pero no tenemos opción

—No quiero perderlo—otra lágrima se le escapó —no de nuevo, no otro hijo—el alfa se retiró el cinturón de seguridad y se giró para alcanzar a tocar la cabeza de su esposa la cual besaba y mimaba a su hijo inconsciente

—No va a pasar, él despertará

—¡¿Y qué pasa si no lo hace?!—la omega encaró a su alfa—¡¿qué pasa si no despierta jamás?!—ver a su pareja de este modo le rompió el corazón, ¿cuantas cosas egoístas no le hizo a lo largo de su relación?

—Vamos—el hombre salió del auto para abrir la puerta trasera y cargar a su hijo seguido de una esposa tambaleante, el ver aquel hospital que solo traía recuerdos nauseabundos para la pareja pero, ¿que alternativa tenían?, no podían permitirse repetir aquella

"Pesadilla"