~Masquerade~

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Jimin.

-De acuerdo clase-dijo el profesor con una mirada de indiferencia al pasar por el umbral de la puerta- como no planee nada para el día de hoy se me ocurrió que podríamos desperdiciar nuestro valioso tiempo hablando de cosas sin importancia. Por ejemplo: yo cuando era pequeño y pasaba por la acera cerca de mi casa, un hombre se me acercó y con voz coqueta me susurró al oído: Me gustan los nenes con lentes porque el amor es ciego, precioso-finalizó, provocando que surgiera más de una carcajada en toda el aula.

-¡Yo quiero seguir!-gritó un chico de mi clase-Mi madre me contó una vez sobre un reino llamado Masquerade.

-¿El famoso reino Vampire Masquerade?-preguntó el profesor con gran interés al mismo tiempo que se sentaba en su gran escritorio.

-Sí-respondió, a lo que el profesor le hizo una seña para que continuara con el relato.

>>Había una vez un antiguo reino muy prospero lleno de felicidad, respeto y muchísimo amor. Podría decirse que era el mundo ideal, una especie de utopía inalcanzable. El problema era que este reino le pertenecía a los hijos de la noche, vampiros, chupasangre, demonios.

Una vez al año, en la gran fiesta de brujas, demonios, lobos, hadas, etc. Utilizaban máscaras, unas grandes y pálidas máscaras que cubrían su rostro ante el resto de los reinos, siendo una tradición llevada a cabo por generaciones. El rey y la reina de Vampire Masquerade eran amados y adorados por todos...o eso creían hasta un 31 de octubre hace cientos de años. Cuando iban a coronar a su queridísimo retoño en la gran fiesta, un infiltrado de los hijos de la luna asesinó a sangre fría al rey y a su amada, desatando al instante la furia de los aldeanos, del heredero legítimo, de la fría noche.

Una guerra como ninguna otra estalló, haciendo que las risas, la felicidad, el respeto y el amor sean cruelmente asesinadas con el hechizo de un hada o con la mordida de un hombre lobo.

El príncipe que nunca llegó a ser rey, estaba desesperado, agotado y dolido. Así que decidió emprender un camino hasta la cabaña de una bruja para acabar con la guerra que tanto le asfixiaba. Fue un camino que duró semanas, llenos de dolor interno y confusión que fueron endureciendo su corazón. Y pese a eso, al llegar a la cabaña de la bruja, le suplicó que parara con la guerra, le pagaría con lo que sea, cualquier riqueza. A lo que la anciana solo le respondió: De acuerdo, pero con una condición. ¿Cuál condición? Preguntó con desespero el príncipe.

"No dirás tu nombre, ni tu procedencia, ni tu título. A menos, que encuentres el verdadero amor. Te verás obligado a cubrir tu cuerpo y colmillos. A no ser, que tu amado te bese con pasión. No morirás, a menos que seas uno con tu amante de mil años de buen corazón."

El príncipe sin titubear ni pensar en las consecuencias, aceptó.

La guerra terminó y se formaron alianzas entre los cinco grandes reinos, pero Vampire Masquerade nunca tuvo de vuelta a su rey. El trono siempre ha estado y está vacío, aun en la espera del noble que salvó la felicidad y el amor.

Todos en la clase estaban llorando a lágrima viva (incluyendo al profesor) pero había algo que no se contó:

-¿Y... cómo se llamaba el príncipe, Jin?- pregunté.

-Jeon. Jeon Jungkook.

...

Jimin.

-¡Hola, extraño ser que ha bajado desde el mismísimo cosmos!, ¿ya estás listo?- pregunté a través del celular.

-Sí, bajo en unos segundos- respondió.

The Vampire Masquerade ~ KookMin ~ Two ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora