Regresando a mis brazos.

Una bienvenida de sus ojos.

Vale si, estaba equivocada. Mis padres y mi hermano Jota tenian razón. Londres era tan especial como todos decian. Vale que tenga lugares preciosos que seguramente ire a visitar. Que su gente sea tan amable y cariñosa. Y que nuestro barrio en la pequeña ciudad de Grenndwich no estuviera tan cerca de la ciudad y fuera tan tranquilo. Pero a mi no me hacia ninguna maldita gracia haber abandonado a mis amigos. Echaria mucho de menos a Alicia y las demas chicas. Eran ten dicertidas y especiales. Menos mal que existe Skype y podre verlas y oirlas alguna vez.

Claro que me alegro de que mi padre sea el nuevo director de las oficinas de Sonic en Londres. Y tambien me alegro de que mi madre tambien tenga un puesto de medico pero odiaba las mudanzas y ahora nos tocaba estar cargando todo de fuera a dentro.

No me horrorizaba para nada mi barrio. Me parececia muy bonito, tranquilo y estaba muy bien decorado. Supongo que me acabare acostumbrando a todo esto.

No parabamos de ir sacando cosas del camion a la casa. Cada uno de nosotros se encargaba de su habitacion por lo que yo estaba recogiendo las cajas con mi nombre escrito en negro. Ya solo me quedaban dos cajas en el camion. Pero justo cuando salia de el con mi caja cargada en brazos, algo me arrollo y hizo que mi caja llena de libros se precipitara al suelo.

Una chica morena y delgada me miraba con un rasgo de disculpa en los ojos.-Perdona, lo siento mucho...yo...no te habia visto.- y dicho esto me ayudo a empaquetar de nuevo la caja.

-No te preocupes, ha sido un accidente, cosas que pasan.-dije con una sonrisa

- Soy Megan, tengo 18 años y vivo justo en la casa de al lado.-era una chica muy linda y muy simpatica despues de todo.

-Yo soy Olivia, 17 años, apunto de cumplir los 18. Y ahora, tu nueva vecina-dije levantandome y estrechandole mi mano.

Seguidamente cargue mi caja por lo que la chica pregunto:

-¿Te importaria que te eche una mano?Es lo menos que puedo hacer cuando casi te atropello.-

Rei. Me encanta esta chica, es tan agradable.

-Es muy amable por tu parte Megan, asi tambien conoceras al resto de mi familia.- ella con una amplia sonrisa asintio y cogio la otra caja con mi nombre y camino a mi lado.

La nueva casa era de dos pisos, era grande y tenia un jardin precioso con un paseo que llevaba a la entrada de la casa. Las habitaciones se encontraban en el piso de arriba y estas tenian en cada una, un baño con ducha y tocador. Eran tres habitaciones, la mia, la de mi hermano Jota y la de mis padres. En la planta baja habia una cocina amplia con barra, un salon, un comedor y un baño.

Al entrar nos dirigimos a mi habitacion y dejamos las cajas en la cama. Cuando bajabamos de nuevo nos encontramos a Jota sin camiseta y cargando un sillon para el salon. En ese momento vi como a Megan se le caia la baba, lo  que era normal ya que mi hermano fue siempre un punto de mira para todas las chicas y la mayoria con las que se liaba eran chicas con falta de corazon y cerebro.

Jota mide 1,85, es decir, 15 centimetros mas alto que yo. Es musculoso y tiene un moreno muy envidiable. Su pelo es castaño como el mio pero sus ojos son como los de mi madre, de un azul cielo, mientras que los mios y los de mi padre son de un color grisacio con unos pequeños rasgos verdes.

Cuando Jota dejo el sillon se acerco a nosotras.

-Bueno, Olivia, ¿no tienes pensado presentarme a tu amiga?- dijo mi hermano con una sonrisa maliciosa en su cara que hizo que Megan se sonrojara un poco.

-Ya lo hago yo,tranquila. Mi nombre es Megan y soy tu nueva vecina-dijo ella sonriente.

-Yo soy Jeremy, pero todos me dicen Jota.- dijo el sonriendo.