-Ok, bajo en 5 minutosMe visto lo más rápido posible con unos vaqueros y una blusa. No me molesto ni en elejir un outfit bonito, y opto por lo primero que encuentro.
Salgo de mi edificio y o primero que veo es el coche de Amy, a ella siempre le han gustado los coches, el suyo es un bmw deportivo de color rojo, fue un regalo de su padre por su 20 cumpleaños hace 2 años.
-¿Pero tu te has visto?- pregunta exclamaba mientras me mira incrédula
Hago un gesto como de no entender la situación y la miro extrañada.
Ella responde medio riéndose- pareces un zombi- la sigo mirando extrañada y continúa- se te ha corrido todo el maquillaje de ayer.
¡Oy, no!
Estaba tan triste que ni me acordé del maquillaje, seguro que doy hasta miedo.
- Tranquila que tengo desmaquillante en el bolso- me mira e insiste- venga sube.
Me subo de su coche y me limpió la cara con desmaquillante, después Amy me sorprende con una pregunta: -¿Que te apetece hacer?
-Sinceramente nada, no tengo ganas de nada.
-Meh- imita le ruido de un botón incorrecto- esa idea no está entre las opciones de planes para hoy.
- Pues entonces no me apetece hacer nada- digo en tono depresivo
- Sam... no me gusta verte así- hace una pausa- se que es difícil, pero intenta hacer un esfuerzo para hacer algo que te saque a ese saco de mierda de la cabeza.
Suelto una leve risa, me hace gracia la manera que tiene Amy para referirse a Louis.
-Ok, ¿qué te parece el centro comercial?- pregunto
- Creo que ed una idea increíble- contesta Amy con una sonrisa de emoción.
Se que desde siempre a las 2 nos encantan los centros comerciales. Me acuerdo de cuando estábamos en el high school solíamos ir casi todos los findes para comprar y para chismorrear.
Cuando llegamos, nos bajamos del coche y Amy me abraza por sorpresa
- No quiero que durante el día de hoy llores ni una sola lágrima mas- dice con tono serio- hoy es un día de chicas solo para nosotras- me sonríe y me da un empujón haciéndome empezar a andar en dirección hacia la entrada del centro comercial.
Llegamos a la entrada y nada más entrar visualizamos el Starbucks, nos miramos y enseguida sabemos a que nos referimos.
Para nosotras ese Starbucks era como nuestro sitio especial, al que íbamos cuando queríamos contarnos algo ya fuese importante o una simple tontería. Siempre íbamos cuando estábamos en el instituto y queríamos chismorrear.
Obviamente cuando acabamos el instituto dejamos de ir tan a menudo, hasta que al final dejamos de ir por completo.En cuanto lo vi me entraron unas ganas de llorar no se si por recordar los buenos tiempos de instituto o por el dolor que sentía por Louis.
Aunque no me podía aguantar las ganas de llorar, en el momento en el que mire a Amy y me hizo una mueca que conocía bastante bien, supe que no me permitiría llorar ni una simple lágrima.Nos sentamos en el Starbucks y ella me pidió que me desahogase pero sin llorar. En ese momento solté todo, todo lo que sentía y todo lo que me estaba produciendo dolor.
Estuvimos allí durante toda la mañana. Después fuimos a comer a su casa y pasamos ahí toda la tarde riendo y llorando.
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¿Te puedo hacer 2 preguntas?
Подростковая литература¿Que pasaría si besases al primo de una amiga tuya sin saber que son parientes? En esta historia la vida de Sammy da un giro cuando después de romper con su novio decide volver a la acción y volver a enamorarse. Aunque todo se le complica cuando el...