Como Una Copa de Cristal. [ Oneshot Yoonmin🍃]

[ U N O ☁️ ]

Seúl. 3:00 am
8 de noviembre

  Jimin se encontraba en su habitación, con los nervios de punta, una vez más sin poder dormir. ¿Las razones? Las mismas de siempre, día tras día críticas venían hacia El, su frágil corazón latía tan fuerte al recordarlas, su cuerpo temblaba al pensar en eso, no quería pensar, no quería creer, sabia que era débil ante esas cosas, pero debía mantenerse fuerte, o al menos eso intentaba, sabia que al amanecer tenia que mostrar una sonrisa y ser el chico alegre que aparentaba, sus mentiras funcionaban bien, nadie creería que Jimin lloraría todas las noches por eso, pero las críticas dolían y mucho.

  No es justo saber que a pesar de todo lo que hagas nunca serás suficiente para la sociedad, nunca serás amado y apreciado, todo es un inútil estereotipo que al final provoca dolor y sufrimiento. Que irónico ¿No? Siempre las personas que se ven mas felices, terminan sufriendo más, y peor aún. Ocultos de los demás. Ninguno de los chicos sabia lo mucho que jimin sufría a escondidas, O eso era lo que quería creer el chico de cabello rubio.

Seúl 3:10 am
8 de noviembre

  El chico de cabello negro se revolvía de un lado al otro en su cama, era la tercera vez que se levantaba en la noche, sin mas nada que hacer, termino dándose por vencido en su ardua batalla contra el insomnio.
Prefirió quedarse pensando tonterías mirando al techo de su habitación que volver a intentar a dormir. Pues definitivamente se había rendido.
Hasta que con mucha pereza y tallando sus rasgados ojos negros, tomo la iniciativa de acercarse a la cocina a tomar un vaso de agua.

  Con pasos lentos y cansados iba dirigiéndose a la cocina del apartamento que compartía con los demás chicos. Supuso que no había nadie despierto así que continuo caminando con pensamientos tontos rondando en su cabeza, hasta que de la nada escucho débiles sollozos viniendo de la habitación de Jimin
Su Jimin.

  El pelinegro no era de admitir sentimientos pero últimamente había desarrollado una adoración por el alegre rubio, su manera de ser y sus pequeñas manías tiernas habían cautivado su "corazón de piedra" como solía llamarle el molesto Hoseok. Si, su mejor amigo era el único que sabia que sentía atracción por Jimin, En realidad El se dio cuenta de sus sentimientos mucho antes que el mismo Yoongi lo hiciera, así que le confiaba todo lo que pasara al castaño.

  Saliendo de sus pensamientos, decidió acercarse a la puerta a escuchar mas atentamente lo que pasaba, se quedo unos 5 minutos ahi parado, hasta que escucho lo que menos quiso. —"Eres un tonto, un inútil"
—"¿No ves que no sirves? ¿Por que lo sigues intentando?"
— "Nadie te ama, no seas tan imbecil"
—"me doy asco"—repetia una y otra vez el pequeño rubio junto a sollozos ahogados debido a las lagrimas.
  Con el corazón roto en mil pedazos Yoongi recordó todas esas veces que jimin y el habían hablado sobre las criticas que el menor recibía, con la única diferencia de que esas veces jimin no había derramado ni una sola lagrima, y con una sonrisa siempre respondía que le daban igual, que estaba bien.
Estar Bien.

  Yoongi, nunca se fio de eso, pero no quiso darle mas vueltas, hasta ahora, que escuchaba al pequeño que le había robado su corazón con su alegría , llorar desconsoladamente como si no hubiera un mañana. Así que tomo el frágil pomo de la puerta con sus temblorosas manos y con su corazón apunto de explotar del dolor,
decidió entrar.

Seúl 3:20 am
8 de noviembre

  Jimin temblaba, lloraba sin cesar. Los pensamientos rondaban su mente, una y otra y otra vez volvía a torturarse con lo mismo. Se sentía tan frágil como una copa de cristal, que en cualquier momento se quebraría. Escucho el sonido sordo de la puerta de su habitación abrirse y con miedo se aferro mas a sus piernas, acurrucándose en el suelo, lugar donde había pasado las últimas horas. No quería que nadie pudiera verlo tan vulnerable y  destrozado como en ese momento, Sin embargo decidió voltear. Sus ojos acuosos no permitían visualizar bien de quien se trataba, la figura lentamente se fue acercando hacia él. Y por instinto Jimin retrocedió. Hasta que reconoció esos ojos rasgados que conocía tan bien. Yoongi.