Hoy a la mañana salí a sacar la basura y me crucé a Darío, mi vecino. Tiene mi edad creo, no lo conozco mucho, pero lo vi agitado, como si hubiera estado corriendo, parecía destrozado. Le quise preguntar pero me dio cosa, no hablamos mucho y no quería parecer chusma, por ahí no le pasaba nada, él es un poco raro. Entré a casa, y empecé a ver las fotos de cuando fuimos al cine a ver El Rey León con Carolina. Es una compañera del colegio y nos llevamos muy bien, podría considerarla una amiga, cosas como ir al cine con ella me hacen sentir un poco acompañada. Ella tiene altibajos, días malos y días buenos, a veces deja de hablarme de la nada pero ya estoy acostumbrada. De igual forma cuando estamos juntas la paso bien, me distraigo, me olvido un poco de todo. Pero cuando realmente me siento completa es cuando estoy con Abigail, con ella soy otra persona totalmente, una persona más feliz. Abi es mi mejor amiga, siempre está para todos y así de amorosa, simpática, generosa y amable como es, me vuelve loca. Pero de eso no voy a hablar mucho, me pone mal saber que no es correspondido. A la noche me agarró un bajón de sábado sin planes, me gusta bastante salir, me aburro mucho de todo y de vez en cuando necesito despejarme. Me puse a escuchar “The Hills” de The Weeknd, amo esa canción, es esa canción que no puede faltar en la playlist de canciones tristes. La escuché un par de veces pero me cansé y le mandé un mensaje a Caro para salir, tuve que insistirle bastante pero la convencí, siempre lo hago. La ayudé un poco con la vestimenta y fuimos, estaba todo bien hasta que vi a Abigail, en ese momento me olvidé de todo, no dudé en ir a hablarle.
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