ATRAPADOS

CAPITULO: 1 - LA PRIMERA VEZ

Era la primera vez que sentía esa sensación en la palma de mis manos, los nervios invadían mi cuerpo y la incertidumbre por fallar y no servir como hombre me dejaba atónito, soy tan estúpido lo repetía en mi mente una y otra vez, solo es follar me dije a mi mismo.

-¿Qué puede salir mal?

Me imaginaba que eso le pasó a cada hombre que perdía su virginidad, así que tomé valor y salí del baño, crucé la puerta caminando hacia la mesa donde me esperaban mis amigos y excompañeros de clase, ajusté las mangas de mi camisa azul rey y me senté en la esquina de un sofá en forma de luna.

-¿Estás Nervioso?

Dijo Marcos mirándome fijamente, no sabía si estaba preocupado o solo quería molestarme.

-No, solo...

Todos tomaron una risa pícara, sabía que está situación iba ser el chiste en cada reunión de amigos, los conocía hace mucho tiempo y sabía lo pesados que eran con sus bromas.

-Bueno es hora de que elijas una chica, hay de todos los gustos, tamaños y sabores.

Siempre me pareció tan denigrante la manera de Lucas al referirse a las mujeres, en mi cabeza no podía expresar ni verlas de esa manera, estaba claro que tenía necesidades y deseos por ellas, pero tenía claro que eran más que un cuerpo y un objeto de placer. Tomé aire y asentí con la cabeza.

-Bueno lo haré, pero prefiero no escoger, quisiera que fuera sorpresa, todas las mujeres son hermosas así que no creo que tenga problema en que sea cualquiera.

-¿De verdad Josué? ¿La que sea?

-Sí Ramón, la que sea.

Lucas llamo a uno de los guardias del Bar haciendo una seña con su mano, creo que era un escolta pero al instante venía a nuestro sitio, se inclinó acercándose al oído.

-mi amigo quiere una chica sorpresa.

El guardia lo miró y con cara perversa se tocó el labio inferior con los dedos de sus manos.

-se lo que tu amigo quiere.

Dijo el grandulon tomando su celular llamando a su jefa, imagino que era la dueña del Bar, minutos después llega a la mesa, mira a Lucas y añade...

-hay un producto especial, es vírgen, cuesta más.

Sabía que muchas chicas vendían su primera vez, pero no pensé encontrarme una en este lugar, es un sótano lleno de viejos verdes, con luces de neón que a puras penas me deja ver el rostro de mis amigos.

-Mi amigo quiere esa, y por el dinero no te preocupes yo pago lo que sea necesario.

Marcos no dudó en contestar, mirándome fijamente esperando una respuesta.

-No lo voy a permitir.

-Claro que sí, sabes que el dinero no es un problema para mí y mi familia, moriré sin gastarme la fortuna que dejaron mis padres, así que no aceptaré un no por repuesta.

-Deberías aprovechar, Él no siempre es tan amable.

Era imposible no reírme con los comentarios de Ramón, accedí sin imaginarme el caos que esa decisión provocaría en mi vida.

Llamaron a Marcos a una sala para realizar el pago, no sé qué sucedía, me imaginé los Burdeles diferentes, creía que el dinero se le otorgaba a la chica.

-¿Lucas? ¿siempre funciona así?

Señalando con los labios el Bar, y el cuarto en dónde Marcos estaba a punto de entrar.

-Es la primera vez que veo que llaman a un sala a cancelar el servicio, quizás es por qué esta nuevesita.

Lucas me da un palmada en el hombro con picardía y malicia,
no dude en empujarlo para que dejara de hacer esos comentarios grotescos, pasaron unos minutos de bromas y risas cuando veo venir a Marcos con un vaso de whisky en la mano, y detrás observaba varias chicas sin camiseta que bailaban en una barra.

-Todo Listo Josue, ¿Estás seguro que quieres hacerlo?

-- Sí creo que es momento que suceda.

--Entonces así será, ¡fue demasiado dinero!, esa niña debe tener la cara de Afrodita.

Me quedé observándolo avergonzado, puede que Marcos y yo éramos amigos desde hace mucho, pero no me parecía correcto que gastara tanto dinero en algo tan vano como pagar por sexo.

--¡Espero que dures más de 5 minutos muchacho picaron.!

Los tres comenzaron a reír a carcajadas, siempre lo hacían con las ocurrencias de Lucas, trataba de conservar la calma, pero por mi mente pasaban mil cosas, no sabía cómo parar esto, era mucho dinero, estaba sorprendido y bastante apenado con Marcos, pero ya no había vuelta atrás, ya el pago estaba hecho.

-Relajate, sí eso es lo que deseas ve y disfruta.

Dijo Marcos dándome un condón, era incómodo, me sentía como un niño pequeño en su primera clase de educación sexual en su escuela.

-Te pagaré lo prometo, así sea solo un parte.

-Cállate tonto

Tomé el condón y le di un fuerte apretón a su mano, seguí al guardia grandulon, pasamos un pasillo largo y unos cuántos cuartos, nunca imaginé la dimensión del sótano, era inmenso y lleno de puertas y pasadizos, llegamos a un ascensor y al subir esperamos unos segundos, el recorrido se me hizo eterno, por mi mente pasaba todo tipo sentimientos negativos, ¿y si no le gusta? ¿Y si le parece muy pequeño?

-Es acá.

Dijo el guardia cortando de golpe mis pensamientos, lo seguí a una puerta roja y espere que despejará la cerradura.

-Tienes hasta el amanecer, te traerán vino y toallas, hay jacuzzi y todo tipo de implementos por ser paquete especial.

Dejó la puerta ajustada y espero que entrará, lo hice, camine y la cerré desde adentro, espere unos segundos y al escuchar que se alejaba separé mi frente de la fría madera de la puerta, me giré mirando la recamara, tome aire y camine hacía el fondo del cuarto, estaba demasiado rojo, eran luces cerca del techo que producía un tono rojizo a toda la habitación, mire la cama y ahí estaba ella.