CAPITULO: 6 - VICTORIA

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Camino hacía ella y veo que Lucas está sentado al otro lado, tiene las manos en la cabeza moviéndose de arriba abajo, lo conozco se que está estresado, tiene poca paciencia y un genio bastante fuerte, me siento al lado de Victoria y antes de que pueda decir una palabra ella toma la iniciativa.

-¿Cómo te llamas?

Me quedo observándola sorprendido y recuerdo que tiene razón, nunca le había dicho mí nombre, veo sus ojos grandes y me quedo fijo en ellos antes de responder.

-Josué

Ella me da una leve sonrisa, fue la primera vez que le veía una expresión positiva, era de esperarse no podía imaginar por el trauma que estaba pasando esa chica.

-¡Debemos llamar a tus padres!.

-No tengo, sólo contaba con mi madre y ella murió hace unos meses.

- ¿Algún familiar qué pueda ayudarte?

-No soy de acá, ni siquiera importa, en el pueblo no tengo a nadie, ¡solo el maldito de mi padrastro!.

Tenía muchas preguntas pero no quería incomodarla, ya había pasado por mucho como para que un extraño la ataque con preguntas personales.

-¡Debemos ir a la policía!, para que pongas la denuncia.

Ella accede con la cabeza, me levanto para comentarle a Marcos lo que debíamos hacer, era irónico, él solo tenía una año más que yo y pareciera que cargaba con las decisiones y las responsabilidades de todos nosotros, Marcos siempre fue muy atento conmigo y mi familia, en ocasiones teníamos problemas de dinero y atrasos en los pagos, pero él siempre estaba allí, aportando, trataba de prohibirle su ayuda pero el buscaba la manera de cubrirlos, llego a su lado derecho frente al pasillo, en la parte izquierda estaba Lucas, Marcos me mira y espera que me siente.

-¿Qué te dijo?

Antes de que pudiera responder Marcos me calla con la mano.

-¡Debemos irnos! ¡Es él!

-¿Es quién?

Lucas se levanta igual de confundido de lo que estaba yo, no entendía que estaba pasando, miro a la recepción y solo veo un oficial alto con gafas, contextura gruesa y cabello castaño, estaba hablando con la enfermera que está sentada en el primer computador, o eso era lo que se alcazaba a ver por el vidrio de la recepción, Marcos toma la manga de mi camisa tratando de pararme.

-¡Vamos levántate! Es uno de ellos

No entendía pero confiaba plenamente en él, sabía que había una explicación para su reacción, me giro mirando a Victoria y antes de hablar, ella voltea en dirección a la recepción, alarmandose al instante, se levanta rápidamente corriendo a la salida del hospital, todos corrimos al auto, me senté en el asiento de copiloto y Lucas tomó mi lugar en los asientos de atrás, la camioneta arranco tan rápido que tuve que sostenerme de la puerta y el asiento.

-¿Marcos qué pasa?

-El oficial es uno de ellos, cuando entré al cuarto a pagar por la chica, el estaba en la parte de atrás recibiendo dinero, pero no tenía el uniforme.

-¡Si! Él mató a una chica cuando nos estaban haciendo los exámenes.

Victoria complementa acercándose al espacio de los dos puestos principales, pensaba que ya todo había acabado, me encontraba agotado mis piernas me dolían y sentía que mi espalda se iba a quebrar, ¿cómo es posible? ¿La policía estaba involucrada en todo esto? ¡Claro! ellos le hacían el camino más fácil a esos traficantes, la impotencia invadió mi cuerpo, me sentía devastado.

-¡Victoria! ¡debes contarnos todo!, nuestro amigo aún sigue ahí, necesitamos saber con qué estamos lidiando.

Marcos tenía razón así que preferí callar y girarme tratando de mirar la expresión de su rostro, me gustaba la sensación al mirarla, tenía el cabello detrás de sus orejas, no había notado el tamaño de las mismas, eran enormes pero le hacían tener un toque peculiar, miré a su lado y se encontraba Lucas tan enojado como de costumbre, tenía la frente recogida que le hacía marcar las líneas de expresión, su cutis es blanco y la mandíbula marcada, era igual de alto a mí pero con músculo en su cuerpo y con un copete negro que lo hacía unos centímetros más grande, el seguía lanzado los pedazos de vidrios que hallaba por la ventana lleno de irá, volví a ella esperando respuestas.

-Me vine del pueblo cuando mi padrastro intento tocarme, no pude traer nada conmigo; ni ropa, sólo muy poca plata, pensaba en salir de ese lugar, quería huir, tomé el primer bus que encontré y me trajo a un pueblo grande llamado El Cristal, me quedé en el parque unos días hasta que Lucía me encontró.

-¿Lucía?

-Sí, Lucía era una Florista que trabajaba cerca del parque, me recogió me dió comida ropa y vivienda, a cambio yo la ayudaba con el negocio y la limpieza de la casa, a la semana de estar con ella me pidió que la acompañara, necesitaba hacer unos recados fuera del pueblo, yo sentía que mi vida estaba mejorando, llegamos a una especie de depósitos, entramos, ella me besó la frente diciéndome pórtate bien, enseguida dos hombres me tomaron a la fuerza y uno de ellos me golpeó fuerte en la cabeza, después de eso recuerdo muy poco.

-¡De verdad lo siento!.

Mirándola a los ojos esperaba que mis palabras la reconforten, ella está con los ojos húmedos y las manos en el interior de la chaqueta, estaba bastante lastimada, pobre chica pensaba en mi interior, el mundo era cruel y esa clase de personas unos monstruos, como podían vender mujeres por dinero, eso era imperdonable.

-¡Debemos asegurarnos que Ramón esté bien!.

Miro a Marcos, él tiene razón pero no se me ocurre nada, tengo muchas cosas en mente en ese momento.

-¿Cómo lo hacemos?

Le digo mirándolo como cuando un niño le preguntaría algo a su padre, me sentía estúpido, el también estaba lidiando con esto y yo le dejaba toda la carga, saqué mi celular pero estaba apagado, se descargó en el trayecto de esta dura madrugada, tomé el de él que se encontraba en la parte superior cerca del volante.

4:07 a.M

-¿Marcos a dónde vamos?

-A mí casa.

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