Mi novio coreano

Primeros días en Corea

Después de acomodar mis cosas en su cuarto, bueno nuestro cuarto, vi comida, toda clase de comida. Esas comidas que veía en los doramas, bien delicioso que se ve y que huele. No soporte la tentación y me sente junto a BM.
-¿Qué celebramos?- pregunte
-Pues, su llegada aqui a Corea -respondió J.seph- Lo menos que podíamos hacer era pedirles comida.
-Se que te gustan los doramas me lo dijiste y pedi ese tipo de comida- dijo BM- espero que la disfruten.
Empezamos a comer, BM se observa bien entretenido comiendo su comida favorita, me encantaba verlo, hablamos de todo un poco y nos explicaron de todo. Ya nos iremos acomodando poco a poco, eso era lo que mas decían, estábamos preocupadas por todo, pero es como dicen ellos todo a su tiempo. Al terminar J.seph se fue con Karla y yo con BM, salimos a ver la ciudad y me fue bastante bien, a veces nos teníamos que parar porque le pedían fotos a mi novio, me molestaba pero era algo que tenía que soportar ya que sabía que iba a pasar este tipo de cosas.
Era tentativo siempre verlo en sus poses, lo bueno era que no es como en Latinoamérica, ellas no pedían fotos de él dándole besos en la cara o cosas así, solo fotos normales, así que en parte no tenía que preocuparme de eso. Después de eso pude pasarla con el toda la noche, cuando llegamos al apartamento pude bañarme, sola solita, ya que no podíamos hacer ese tipo de cosas hasta que tuvieramos mas confianza. Al finalizar, y ponerme la toalla BM me grito a ver si estaba bien que el entrará le dije que si, empezó a explicarme cada crema para que se utilizaba y que cuidaba en cada parte. Fue demostrándome también como se echaba, fue hermoso y estando desprevenida no me di cuenta que me daba un beso, de esos con pasión, me pego a su cuerpo, y cuando termino me beso por toda la cara. Me sentía avergonzada y mi cara se sentía caliente, él se empezó a reír.
-¿Qué hay en mi cara?
-Nada, solo que me gusta verte rojita te ves hermosa. -Me pongo mas roja
-Dale, vete a vestir en lo que yo me baño.- Le hago caso, me visto con uno de sus camisas como pijama. Al él salir se me queda mirando porque estaba echándome cremas en mis piernas y manos, al darme cuenta le digo.
-Espero que no te moleste que haya cogido unas de tus camisas.
-No te preocupes te lo regalo, además empezaré a echarle perfume para que huela a mi, y te guste mas.
-No es obligado que lo hagas, asi esta bien.
-No te preocupes, me gustaría hacerlo.
Nos dimos un beso de buenas noches y nos dormimos