XVI

1K 49 10
                                    

Ya había pasado una semana desde que el albino se había ido a la presentación en otro país y bueno, tratándose de ellos tuvieron una larga sesión de sexo y no, no les basto con eso.

Después de que el albino se fue, cada noche hacían una videollamada y no cualquiera, eran algo excitantes llenas de calor que ambos sentían apesar de que sus cuerpos no se tocaban.

Claro que no importa la distancia ellos seguían siendo un par de calenturientos.

Ya era el siguiente día y como ya es de diario, Fred se quedó en la mansión aunque aún no se mudaba por completo pero el ya pensaba que ya vivía en esa enorme construcción o bueno creia, por que aún no se acostumbraba a lo espacioso que era.

Su rutina empezó con levantarse algo temprano y tomar una ducha, el día anterior había planeado una salida con uno de sus tantos amigos con el que vivió gran parte de su infancia. Se vistió con prendas color mostaza y negro pues apesar de todo le gustaba estar a la moda, se puso una gorra y maquillo sus labios de un rosa pálido que le diera más color a sus labios agrietados y lastimados de tantas mordidas que el mismo se hacía.

Bajo por las interminables escaleras según el, hasta llegar a la planta baja y poder salir por la puerta trasera donde se encontraría con su amigo.

-Owynd, amigo mío.

Corrió a la dirección del chico de pelo morado quien se encontraba recargado sobre un poste pero cuando vio al azabache se paró derecho extendiendo sus brazos.

-Canitas.

Saludo el de pelo morado recibiendo a su amigo en un cálido abrazo.

-Ya te dije que no me llames de esa forma.

Hizo su mano puño golpeando al peli morado.

-No te pongas gruñón que no vine para que te desquitaras con mi bello rostro.

-No cariño, el de rostro bonito soy yo. Ni las crayolas te quitan lo horrible que estás.

Le sonrió burlón, el alto solo se hizo el ofendido y comenzó a caminar dejando al azabache detrás de él.

-No te pongas mamón.

Sonrió por la actitud de su amigo caminando a paso veloz intentando alcanzarlo.

-¿A donde iremos don perfecto?

Paro de caminar y giro sobre su eje quedando enfrente del azabache que aún lo miraba divertido.

-Crei que tú ya sabías a donde llevarme.

El de puntas verdes lo miro avergonzado comenzando a preocuparse al no pensar en ningún lugar a donde ir y poder pasarla bien.

-¿Te gustaría ir al cine?.

-¿Puedo escoger la película?.

-Si.

-Entonces quiero ir a ver el rey león.

El azabache sonrió y comenzó a correr de paso empujó al peli morado haciendo que cayera, pero le dio gracia que siguió corriendo.

-El último compra todo.

Grito a lo lejos mientras cruzaba la calle sin fijarse.

[...]

E

l azabache miraba con tristeza la cantidad de dinero que tenía que pagar, mientras el peli morado le hacia burla por haberse confiando tanto.

-Vamos tarado.

-Si canitas.

Se dirigieron al pasillo de las salas viendo dónde quedaba la suya.

SOLO TUYO "DADDY"/Goldxfred/#Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora