Soledad.

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En una tarde de otoño, en la avenida Shakspeare se encontraba Samantha, observando niños jugando, señoras paseando sus carreolas y parejas tomadas de las manos.

Sin embargo, Samantha se encontraba en esa banca del rincón, fría y mojada, observando los árboles y como caían cada una de las hojas, cuando una hoja caía, una lágrima recorría las mejillas de Samantha, ella cada ves se sentía más sola, ese hueco en su estómago y ese nudo en su garganta le prohibía respirar, cada ves más y más..

Ella estaba sola, callada, sin nadie que la mirara, sin nadie que le trasmitiese una sola palabra, sin nadie que la animase y le dijese "vamos Samantha aquí estoy, si se puede", ella se sentía en un mundo negro, donde nadie la acompañaba, más que su querida y por siempre compañera "Soledad".

Mi primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora