Mi primer amor

UNA PEQUEÑA Y DIMINUTA LUZ

Bueno, esa era yo, la chica solitaria a la que todos ignoraban, Samantha, la persona que se sentía la más sola de este mundo.

Ese día, había tenido una discusión con mi padre, discutíamos acerca de que iba a ser de mi y de mi futuro, lo que realmente no sabía él es que yo no tenía mi futuro definido y la verdad es que ya no tenía ganas de saber acerca de eso, debido a que estaba más enfocada en el presente que en lo que me pudiese suceder en algún momento después.

ese día me sentía tan culpable al haberle gritado a mi padre que me fui a ese parque, el parque que quedaba más cerca de mi casa, la verdad tenía ganas de salir, observar el exterior y como el mundo podía girar con o sin mi presencia.

la verdad es que en ocasiones me dolía que las personas no se preocupasen como yo lo hacia por ellos, sinceramente me dolía que nadie me pudiese escuchar como yo lo hacia, pero bueno, todo eso me ayudaba a entender muchas cosas, y una de las cosas que entendí con claridad fue que los verdaderos amigos se quedan ahí, siempre están para ti en el momento más feo, pero también en el más bonito, es increíble la forma en la que te vas dando cuenta de las cosas y comienzas a ver la realidad y sales de tu círculo en el cual estabas atrapada.

Ese día pareciese que había llegado una luz para mi, como si alguien me la hubiese mandado, una niña se me acerco. La verdad era una niña muy pequeña, como de unos 6 años, pelo castaño, ojos azules y un tez demasiado blanca, me limpio las lágrimas y me dijo:

-¿por qué lloras?

-Ammm, pienso cosas- contesté.

-no debes estar triste, porque mi mami dice que la personas que están tristes es porque necesitan amigos ¿y sabes que le digo?

-¿qué le dices a tu mami, nena?

-¡que eso es mentira, los verdaderos amigos no existen, porque todos te traicionan!- grito tan fuerte que su madre volteo y se dirigió hacia ella llevándosela entre jalones

-hasta luego- susurré.

Ella tenía razón, aún siendo una niña tan pero tan pequeña se había dado cuenta de lo que estaba pasando en este mundo. La verdad también me sorprendía su forma de pensar, ¿qué le habrá pasado a tan corta edad para que pensara de ese modo?.

Por un instante me puse a pensar
"¿Será que todo el tiempo fue así, será que nunca hubo, habrá ni hay amor en el mundo?"

La verdad mi respuesta fue tan Obscura y profunda que preferí ahorrarme el comentario y dirigirme a mi casa.