속임수 (JunHao)

영원히의 시작

Míng Hào como Jun habían decidido no hablar más después de aquel momento en la oficina del mayor así que cuando regresaron a la casa dónde se hospedaban cada uno se fue a encerrar para huir de una explicación o más bien dicho de sus sentimientos, al llegar la noche Jun bajó para preparar la cena y al terminar llamó a Míng Hào quien bajó inmediatamente escuchó la voz de Jun llamándole para cenar.

– Esto esta delicioso ¿lo has preparado tú? - pregunta Míng Hào deleitándose con lo que probaba

– Si, de hecho cuando viví en New York aprendí a cocinar ya que Jeong Han me obligaba - ríe - me gusta ver que dusfrutes mi comida

– ¿Hyung seguro que contestara mi pregunta? - pregunta Hào con algo de tristeza

– Si, había dicho que al regresar pero como ya esta noche regresamos es hora de decirte la verdad - dice Jun con tranquilidad para tomar fuerza para hablar con todo la sinceridad posible - tres años antes de conocerte me casaria pero me engañaron, creí que jamás me volvería a enamorar hasta que llegaste a mi vida pero tu al igual que mi ex pareja me engañaste pero te perdone lo volviste hacer pero ya algo en mi sentia ya no poder mi ex pareja como sin nada me dice que recordó lo nuestro y fue cuando creí que si terminaba contigo y me iba con él todo cambiaría pero como siempre no fue así y termino engañándome creí ahí que todo cuadraba y que yo era insuficientemente hombre como para él como para ti que seguí viviendo una mentira hasta que te vi en el parque hace nos días atrás, me volví a perder en ti y hoy termine con Chan porque él realmente siempre me engaño con Seok Min pero ahora lo más importante es que sabes la verdad y que yo se perfecto que lo nuestro jamás sera porque aunque nunca te dejara de amar yo no soy lo suficiente que te haga feliz

Míng Hào veía perplejo a Jun, como se atrevía a decir todo aquello, los insuficientes hombres fueron Chan y él mismo por a verle engañado, Míng Hào se sentía tan mal porque realmente ama a Jun y nunca lo ha dejado de hacer pero como el dice ha sido una tras otra vez lo que le ha engañado así que si quiere recuperar al amor de su vida y la vida que llevaban antes que le engañara debería de ponerse a prueba el mismo en todo aquello aunque necesitaría ayuda de sus amigos para poder recuperar a su único y verdadero amor.

– No Jun, no deberías hablar así porque Chan como yo somos los que cometimos errores - habla Míng Hào con dolor - no tu, eres el hombre más amoroso y fiel que conozco así que por favor perdoname tu a mi

– Te amo Hào - fue lo único que salió de labios de Jun ya que en ese instante besó a Míng Hào olvidándose de cualquier problema que pudieron a ver tenido

Un beso que los hizo olvidar el lugar en donde se encontraban y el que hacían ahí, hasta de que en unas horas salía su vuelo de vuelta a casa. El beso se intensificó poco a poco con Míng Hào pidiendo permiso para explorar la boca ajena, la cual se abrió al instante empezando así una batalla con sus lenguas en donde claramente Jun siempre fue el ganandor. El mayor tomó al contrario por la cintura haciendo que éste diera un brinco y rodeara su cadera con las piernas así como en un pasado.

Sin dejar de besarse, Jun llevó a Míng Hào hasta su habitación, la cual se encontraba obscura y solo llegaba cualquier rayo provenido por las ventanas haciendo que aquello se sintiera como un cómodo y cálido hogar. Jun con tanto cuidado recostó al menor en la cama, pasando de sus labio al cuello y después a la clavícula, Míng Hào estaba totalmente disfrutando ya que sus ojos se encontraban cerrados y sus mejillas ardían por aquel sonrojo que mostraba.

– Hyung - dice Míng Hào con dificultad gracias a la necesidad que sentía

Míng Hào tomó el control del beso, haciendo que los dos se incaran en la cama y con un movimiento logró tener a Jun debajo de él. Rompió el beso para quitar lentamente cada uno de los botones de la camisa del contrario mientras se veían a los ojos y sonreían. Cuando por fin el último botón estuvo libre, Jun se quitó por completo la camisa y se volvió a acostar dejando que su pequeño hiciera lo que quisiera con él.

Sonrieron.

El menor comenzó a dejar besos húmedos en el cuello de su mayor, bajando por su pecho hasta llegar a su ombligo. Con las dos manos desabrochó el pantalón y con ayuda del mayor se deshicieron del resto de la ropa. Míng Hào miró el cuerpo desnudo de Jun, tan perfecto como siempre que parecía irreal. Después de unos segundos tomó el miembro del mayor entre sus manos y se dedicó a lamer cada centímetro, ganándose pequeños quejidos de placer y unas caderas que poco a poco se empezaban a mover solas.

Jun sintió estar nuevamente en el cielo, siendo la primera vez que hacían algo así después de años así que parecían unos expertos y manejaban bastante bien la vergüenza que tenían al mostrar sus cuerpos desnudos.

Después de unos segundos hizo que Míng Hào subiera a besarlo y ahora Jun tenía el control. Se deshizo de todas las prendas de su pequeño tan rápido como pudo y lo acostó con delicadeza, poniéndose encima de él, buscando con una de sus manos la entrada del contrario y así, introducir un dedo.

El pequeño gemido que soltó Míng Hào era el sonido más hermoso y placentero que Jun a extrañado en su vida.

Y quería escuchar nuevamente más.

Introdujo un segundo dedo, ganando de nuevo un gemido que fue interrumpido por un beso. Jun comenzó a mover lentamente los dedos dentro del menor, quien sin pudor alguno comenzó a gemir cada vez más fuerte en la boca del contrario.

– Te amo - dice Jun rompiendo el beso y sacando los dedos.

Míng Hào sintió ese gran vacío momentáneo y sabía que dos dedos no eran realmente lo que quería. Cerró los ojos y sonrió antes de darle permiso al mayor de entrar en él. Se aferró a las sabanas.

Jun sonrió e introdujo su miembro poco a poco. Cuando estuvo completamente dentro esperó, dándole besos por toda la cara a Hào y dejar pequeñas marcas en su cuello.

– P-puedes moverte – suplicó Hào con dificultad.

La petición fue atendida al instante. Jun comenzó a moverse lentamente. Sintió como su pequeño se iba acostumbrando nuevamente poco a poco y comenzaba a sentir placer, así que aumentó la velocidad de las embestidas, dando como resultado gemidos descontrolados por parte de Míng Hào.

– M-más – suplicaba Míng Hào entre gemidos al mismo tiempo que se tomaba de la espalda de Jun y dejaba pequeños, grandes rasguños en ella.

Jun obedeció y se movió más rápido y fuerte. Las uñas de Míng Hào en su espalda hicieron que también soltara un placentero gemido, por lo que Míng Hào siguió rasguñando, él también quería escuchar nuevamente los placenteros gemidos agudos de Jun.

– ¡Ah! – gimió fuertemente Míng Hào encajando mucho más sus uñas en la espalda de Jun –. Ahí

Jun sonrió, sabía perfecto que había encontrado ese punto dulce que su pequeño tanto disfruta. Dio una embestida tras otra, en aquel mismo lugar. Jun tomó entre sus dientes el labio inferior de Ming Hào antes de besarlo nuevamente con necesidad, las embestidas aumentaban al igual que los gemidos de ambos.

Después de unos minutos llegaron juntos al orgasmo. Míng Hào manchando su abdomen y el de Jun, mientras que Jun lo hizo dentro de Míng Hào. Jun salió y se recostó sonriendo he acariciando el los cabellos de Míng Hào quien se había recostado en su pecho.

– Por favor nunca me vuelvas dejar – pidió Míng Hào viendo a Jun a los ojos.

– Nunca más te dejaré – contestó Jun acercando a Míng Hào y dándole un beso en la frente –. Siempre estare junto a ti aunque me engañes, lo prometo. Te amo Hào

– Te amo igual hyung – susurro Míng Hào antes de caer en brazos de morfeo