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—¿un vuelo?— gritó Alessia molesta al tomar el teléfono.
—Tu padre dijo que sólo así resolverían esto, tú y el chico tienen que venir a Amsterdam a hablar con él— respondió su madre.
Alessia había despertado con siete llamadas perdidas de su madre al día siguiente del partido enterándose de aquello.
—Mamá, Frenkie no puede simplemente decir que se irá y hacerlo ¿entienden? Tiene un contrato que cumplir, juegos y entrenamientos a los que asistir.
—Lo se cariño pero conoces a tu padre, trato este fin de semana. Mientras más rápido resolvamos esto mejor.
La chica solo suspiró, había dejado a Frenkie en la habitación para salir a la cocina no quería despertarlo.
Pero sin darse cuenta lo había hecho pues el chico escuchaba todo.
— Veré que hago mamá, no prometo nada creo que tiene un juego este fin de semana. Te avisaré besos— cerró la llamada y suspiro— odio esto.
El no dudo en acercarse a abrazarla una vez más.
—Buen día— le sonrió besando sus labios.
—¿escuchaste todo?
—Lo hice, veremos que hacemos la semana que viene es el cumpleaños de mi madre por lo que podríamos aprovechar— sonrió el chico— aparte realmente nunca me perdí ni un solo entrenamiento ni un juego y los juegos de ahora no son los más importantes de la temporada, no creo que a quique le moleste si me voy tan solo una semana.
—Escucha, no quiero que cambies todos tus planes por mi— acaricio su mejilla— es tu trabajo y lo entiendo, tengo suficiente dinero para alquilar otro departamento solo que mis cosas están todas adentro de este y está a nombre de papá, no puedo cambiar la cerradura sin su permiso.
El negó con al cabeza.
—No es sólo el departamento Ale, es la relación con tu padre— suspiro— yo le veo futuro a esto y si eso se da no quiero que llegue el día de nuestra boda y te termine entregando el idiota de De Ligt.
La chica sonrió de lado.
—¿pensando en bodas y no me has pedido siquiera ser tu novia todavía?
El tiro su cabeza hacia atrás riendo.
—Estoy pensando en pedírtelo yo rubio— beso su mejilla la chica— prepárate el desayuno, cámbiate que en media hora tenemos que encontrarnos con De Ligt en la joyería.
