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Alessia se sentía algo mejor debía admitir, había aceptado muchas cosas.
Había aceptado cosas sobre ella también y en gran parte era por que había hecho su primera amiga en la universidad.
Milan era una italiana madre soltera que estudiaba moda en su universidad, se graduaría junto a ella hoy.
La peli negra era un amor de persona y su hijo no se quedaba atrás era un encantado, de habían hecho amigas por el gracioso nombre de la chica quien le pidió de inmediato la llamara sólo Mila.
Ahora ambas estaban en el departamento de la castaña arreglándose.
—¿Donde dejaste a Roma?— preguntó la castaña.
— esta con mi hermano, la llevará hoy a la graduación.
—Por fin saldremos de esta universidad— grito de felicidad Alessia provocando la risa de la peli negra.
—Llevo años esperando este momento, demostrarle a mis padres que pude hacer todo sin su ayuda.
—Así se habla chica.
Ambas rieron, eran muy parecidas realmente y tal vez por eso se entendían tan bien.
Se habían conocido un día que Mila había debido llevar a Roma a la universidad y este había corrido a donde estaba Alessia.
—¿invitaste a tus padres?— dijo de la nada la peli negra.
—Lo hice, dudo que vengan dijeron que estaban ocupados.
—¿Sabes? Una cosa solamente me hace sentirme mejor en esta vida, nunca seré como fueron mis padres.
—Mis padres tenían sus cosas buenas ¿sabes?
—Los míos no— rió la italiana.
Ambas chicas se cambiaron tomando sus togas y de mas subiendo al auto de la peli negra para dirigirse a la universidad.
Debía admitir que se imagino llegando con frenkie en su momento, verlo sentado en la primera fila fotografiándola como siempre hacía y sonriéndole con orgullo.
Pero el destino no lo había permitido, al contrario ahora estaba sola sin él y sin sus padres para acompañarla.
