Cap 3

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La verdad ya no podía descifrar lo que pasaba por mi mente ya que para mi por momentos era una simple ilusión pero en ocasiones idealisavamos hasta un futuro juntos y eso era lo suficientemente raro viniendo de mi por que yo vivía el presente y nada más que el presente, todo antes de eso estaba olvidado y lo que estaba después no existía por que aun no había pasado.

Dylan iba a mi casa una ves al mes justo cuando era nuestro aniversario y para mi era difícil solo ver al chico que me estaba robando el corazón solo una ves cada treinta días.

Cuando íbamos a cumplir los dos meses me dice que su madre le había dado el permiso para que se quedara todo el día en mi casa así que yo esta a muy feliz por que ya no serian solo dos o tres  horas a su lado.

Una noche antes me puse a probarme ropa y cuando llego la mañana pues ya no quería ponerme eso así que fue más estresante para mi.

Eran como las nueve o las diez de la mañana cuando regreso de llevar a mi hermanito a la iglesia y me quedo en las escaleras viendo como unos tenis dejan de caminar detrás de un arbusto. Yo no sabía que era él pero me entraron unos nervios de repente como si mi corazón si lo supiera.

Me quedo hay y efectivamente es él solo que no se percata de que estoy mirándole, solo sigue caminando hasta llegar a la puerta de las escaleras y toparse con mi torpe sonrisa.

~ Hola!

Le abrí la puerta y enseguida entro pero se quedó frente a mi y me dio un beso corto para luego dirigirse arriba.

Cuando terminó  de subir me dirijo a la habitación de mi madre para decirle que Dylan había llegado. Ella enseguida sale a saludarle. Sí, mi madre ya sabía que me llamaba la atención un chico y le conocía un poco al ver que siempre estaba hablando con él por teléfono.

Nos quedamos hablando un rato pero luego dije que me iría a cambiar por que me sentía incomoda con la blusa que llevaba puesta. ( puedo ser tan ordinaria aveces) de unas lindas sandalias, pantalón largo Negro y una hermosa blusa corta de lana pase a quedarme descalza y me cambié la blusa por una rosa igual de corta pero de estar en casa, nada del otro mundo.

Él enseguida suelta una pequeña carcajada por mi cambio.

~ ¿Por que cambiarte si podías estar vestida así desde un principio?

~ Es que... Quería que me vieras bonita.

~ Pero si ya lo eres con lo que sea que te pongas.

No pude evitar sonrojarme y darle un beso corto mientras mis hermanos estaban paseando por la sala una y otra vez para ver lo que estaba haciendo   pero me avergonzada así que preferí hablar.

Entre pláticas me robaba besos y yo estaba loca por que todos desaparecieran para poder besarle como quería.

Mi madre emocionada por verme tan feliz con alguien hasta nos cocino y todo. La verdad yo estaba sorprendida ella no era de hacer esas cosas pues siempre era muy celosa conmigo y los chicos así que era algo nuevo par mí.

Apenas probé mi comida y mi madre mofandome le decía que yo no era así, que tragaba más que leñador hambriento pero que su presencia había hecho que mi apetito se fuera “Mierda” no podía creer lo que está a escuchando y con Dylan riendose de lo que mi madre le decía de mi era vergonzoso pero  no podía dejar de verlo sonreír, eso me calmo y me hizo pensar hasta en unicornios.

Pasamos una tarde agradable, es más “perfecta” ¿ y los besos? A sí, claro, los besos.

Como mi madre sabia que no me negaría a nada solo por que él estaba allí, después de comer me mando a lavar los platos ( esto es enserio ) no tuve más opción que hacerlo solo que Dylan me acompaño aunque le dije mil veces que no, insistía.

EL DIARIO DE UNA ADOLESCENTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora