Piensamientos de un observador

22 2 0
                                    

Camino por la calle, de vuelta a casa tal y como dicta la monotonía que rige mi vida. Miro el suelo, lo árboles, las hojas danzantes al ritmo de el viento, una pareja feliz diambulando sin decirse nada. Todo aquello se que existe, pero en mi no evoca nada, son algo más que imágenes sin valor para mi, como si mis ojos necesitaran unas gafas para ver lo bella que es la vida.

Cuanto más oscuro se vuelve tu interior más vacío te parece el mundo. Vacío de cosas que me completen, de cosas quee hagan sentir vivo.

Que es la soledad si no ese vacío en lo más profundo de nuestro ser que nos recuerda que no somos felices sin otra persona, alguien que te entienda, que te complete, como si fueras un juguete roto.

Un juguete roto que es incapaz de hacer feliz a nadie porque no sabe ni puede hacer nada bien, un trasto inutil.

La inutilidad es ese fiel acompañante mío que está allí para recordarme lo poco satisfactorio que soy con los demás y por ende, conmigo mismo.

Yo mismo, qué soy? Si somos el reflejo de como nos ven las personas que están cerca de mi, no soy nada, no hay nadie junto a mi, soy un mero observador en miles de peliculas a la vez.

NadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora