Nada

El despertar

Abrí los ojos y lo primero que vi fue un cielo azul acompañado de unas tímidas nubes y un techo de paja totalmente destruido. No se me pasó por la cabeza levantarme para analizar ese extraño lugar como dictaba mi voz interior más racional. Había paz, se escuchaban los pájaros cantar, el viento cuidadosamente me acariciaba, ... Todo estaba lleno de paz.

Poco a poco mis problemas del día a día se desvanecen y dejaba que el silbido del viento dictase mi ritmo como si me hubiera convertido en una nube de las que llevaba tiempo observando. Ese lugar era tranquilo, no había nadie que me pudiera causar problemas. Me había enamorado de ese lugar.

Pero recordé que ese no era mi lugar, me había despertado ahí sin razón aparente y me levanté.

Parecía que no fui el único que despertó aqui. Todo lo que vi era una pradera infinita de cadáveres tumbados mirando al cielo. Cadáveres de gente que antepuso la calma a ese caos llamado vivir.