I Kissed a Boy -. TomTord.

Capitulo Único.

Nota:

Leer mientras escuchan la canción de la multimedia.
Lamento mis faltas ortográficas, aun las estoy corrigiendo.

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Eran las 9:30 de la noche. Era una gran fiesta, ¿y como no? Era la fiesta de la graduación. Era una mansión, abajo estaba el gran salón en donde estaba tal festejo, arriba habían grandes habitaciones, muchos sabían el porqué.

La música resonaba por el lugar, mezclandose con las risas y platicas de las personas, estas fumaban o bebían, típico en los jovenes, pues estos por las clases no solían beber constantemente.

Ahí se encontraba Thomas o Tom, como le decían muchos, un chico muy apuesto y querido por las mujeres. Usaba un esmoking azul rey, se veía divino. Las mujeres iban tras él, pero por desgracia, él no les hacía caso.

El joven se encontraba bebiendo en un elegante sofá. Muchas chicas lo comía con la mirada, pero, había una chica en especial, era linda. Su hermoso vestido rosa pastel resaltaba su gran figura y atributos, sin mencionar sus mejillas rojas por el alcohol, su mirada placentera invitandolo a cosas indecentes. Se levantó y caminó hacia ella, invitandola a bailar, pues estaba aburrido, la chica sin dudas aceptó.

Pasaron los minutos y ya eran las diez, la joven lo miró mientras posaba sus suavez labios en los del contrario, este se separó bruscamente, tenía novia, no por eso iba a caer ante la chica.

Tom simplemente la vio marcharse mientras suspiraba molesto, el tenía novia. Ser besado por alguien que no fuera ella no estaba en sus planes.

Los minutos pasaban y la música se hacía cada vez más fuerte, él aun seguía sobrio. La chica se le acercó de nuevo, tratando de hacer que Tom la aceptara para jugar un rato. Tom estaba harto de ella, no quería seguir así. Simplemente se levantó y fue a unos arboles que habían afuera. La joven le siguió.

— ¡Alto! Puedo, puedo divertirte esta noche -. Gritó la chica, estaba necesitada en muchos sentidos, en especial en uno.

— Ja, solo eres una perra necesitada. No me interesas en lo absoluto, eres un asco. Sabes que tengo pareja, no eres de mi interés.

Habló Tom mientras sonreía satisfecho, no por la chica, sino porque le soltó las verdades de ella.

Cansado, simplemente la dejó ahí, ella lo había seguido. No toleraba aquello.

Al volver a la mansión, algo le llamó la atención, era nada más y menos que había mas Smirnoff, y también más invitados.

Ya eran las 10:30 de la noche, la música era demasiado fuerte para él. Fue al mini-bar que había ahí y pidió una botella de Smirnoff y Vodka, debía aprovechar, esto no se daba todos los días.

Caminó a las habitaciones de arriba. Mientras recorría notó que había un balcón, caminó hacia allí y empezo a beber. Todo estaba demasiado tranquilo, la música aun estaba fuerte pero ya no se escuchaba mucho. Respiró el aire de la naturaleza, era tan agradable sentir el frío recorrer su cuerpo.

Miró hacia su lado izquierdo y ahí vio a un chico, curiosamente este joven usaba un smoking rojo, tan rojo como la sangre. Este joven estaba platicando en su teléfono en un extraño idioma.

"Noruego."

Pensó. Al parecer ninguno de los dos había notado su presencia antes. El chico era extraño, poseía dos cuernos en la cabeza, rápidamente pudo notar que era cabello, su cintura era delgada y fina, y ni hablar de sus labios, delgados y brillantes ante la luz de la luna.

El chico seguía platicando por teléfono, solo pudo escuchar unas palabras.

— Jeg kommer for sent. I så fall, ikke vent på meg.

Fue lo único que pudo escuchar y entender, había tomado unas clases para aprender noruego, pero no resistió mucho y decidió abandonarlo.

Minutos más tarde, el chico había terminado de platicar. Se le notaba ligeramente enojado mientras maldecía en varios idiomas.

— Hey, tranquilo.

El misterioso joven lo miró, algo avergonzado.

— Lo siento, no te había visto. ¿Hace cuanto está aquí? -. Habló el de rojo, mientras se acercaba hacia él.

— No mucho. Se podría decir que unos minutos.

El de cuernos solto una ligera risa, anonando al de ojos negros, era divino. Era interesante.

El tiempo no se detenía, había invitado al chico a beber de la botella de Vodka que aun estaba cerrada.

— No, gracias.

El joven había sacado un puro de su bolsillo, dispuesto a fumarlo y así lo hizo. Los minutos seguían pasando, y una interesante conversación se formaba, rompiendo todo tipo de silencio incómodo. Las risas de parte de ambos se escuchaban, la pasaban bien. Tom ya estaba cada vez más borracho, y su acompañante no tanto, el solo había bebido unos cuantos tragos.

Nadie se hubiera esperado lo que pasó. Todo fue tan rápido.

Tom observaba la sonrisa del contrario, admirandolo, queriendo probar los labios que lo estaban volviendo lentamente loco. Lo agarro ligeramente de su brazo izquierdo, lo jaló suavemente haciendo que el chico de rojo dejara de reír y lo mirara.

Juntó sus labios con el chico de cuernos, sintiendo el sabor a cigarro y uno en especial, el sabor a cereza. Sus lenguas de juntaban, como si estuvieran danzando. Hasta que un nombre se le vino en mente.

"Stacey."

Su novia, la había olvidado. Se separo del beso, mirando las mejillas rojas del chico enfrente de él, los ojos brillantes, ardientes de deseo.

"Esto está mal. Esto es incorrecto. No es lo que hacen los chicos buenos."

Había besado a un chico, cosas que solo debería hacer con su novia. No lo pensó como debería.

Al diablo lo que está bien o mal.

"Esto se siente tan bien", se dijo a si mismo mientras volvía a unir sus labios con el chico. Volviendolo uno apasionado, pero sin dejar de lado unos sentimientos en ellos.

No se habían enamorado, solo era la calentura de la noche. Pensaban ambos chicos. Ninguno conocía los nombres del contrario, no había problema si solo era un beso, ¿o sí? No iban a hacer nada malo. Solo era curiosidad.

[..]

La ropa se encontraba tirada en el suelo. Dos chicos se encontraban ahí, siendo la luna el único testigo de aquella noche, y bueno, quizás algunos invitados.

[🏁]

¡HOLA! Este es un One-Shot, mi primero para ser claros. Fueron 1014 palabras, wow (sin la nota).

Espero y les haya gustado.
Chao chao.