Para ti, "mejor amigo":
Perdóname por estorbarte, por esperar a que volviéramos a ser los de antes, aquellos amigos inseparables que se contaban hasta la más mínima estupidez. Perdóname por sólo hablarte de mí y de mi miserable existencia pero no tenía con quien hablar de lo bueno que me estaba pasando y de la gran oportunidad que me habían presentado.
A decir verdad, siempre te echaba de menos, pero no quise reclamar nada, quería ver si al menos tenías un mínimo interés en volver a ser amigos. Tuve que llamar yo tu atención para que al menos pudiéramos hablar al menos unos minutos. Así soy, de una forma u otra busco tu atención, ya que no lo haces por voluntad propia.
Sé que tienes una vida y responsabilidades, pero gracias a eso, olvidaste algo muy importante y especial: nuestra amistad. No digo que dejes tu vida y las responsabilidades que tienes que llevar todos los días, pero sólo quería que al menos te acordaras de mi una vez al día, o cada dos días, quizá tres, pero no vi señal alguna.
¿Realmente valoras la amistad que te doy o no? ¿Ya no me consideras tu mejor amiga? Porque parece que vos sos mi amigo, pero yo no soy tu amiga, ¿me explico?
No dejo de llorar al escribir esto, porque realmente extraño aquellos tiempos donde éramos más que mejores amigos, éramos como hermanos, aquellos que se protegen y se cuidan, que están siempre en las buenas, en las malas y en las peores.
Ya no puedo seguir rogando tu amistad ni mucho menos. Ya no está en mis manos el que quieras volver a ser el de antes o no.
Te quiero mucho, pero... Ya no sé si aún quieras esta amistad que te ofrezco. Ya te alejaste demasiado de mí y yo ya me cansé de esperar a que vuelvas a tener interés en saber de mí.
L.
La pobre chica no dejaba de llorar. Ella confiaba plena y ciegamente en Axel, quien ella consideraba su mejor amigo, casi como un hermano, pero que se fue alejando poco a poco de Lena, aquella chica que daba todo por no perder su amistad.
Luego de que Lena escribió la carta a su "mejor amigo", ella se puso sus pantuflas y salió de su cuarto con los ojos llorosos, cargando la carta y una caja de fósforos. En cuanto abrió la puerta que daba al balcón, miró al cielo, era una hermosa noche estrellada, luego miró la carta, sacó un fósforo y lo encendió. Acercó la pequeña llama a una punta del papel donde estaba escrita la carta y ésta comenzó a quemarse poco a poco hasta reducirlo a cenizas.
La chica tenía el alma rota, golpeada, destruida. Y sería muy difícil poder repararla.
Lena ya no volvería a ser la de antes. Nunca más.
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Para ti, "mejor amigo".
Historia Corta"Una gran amistad que puede acabar en tan solo segundos..."