One Shots || Harry Potter

∆ Harry Potter

dana_trunks

•Desmaius•

  Harry paseaba entre las parejas de estudiantes. Hechizos iban y venían, de un lado al otro, los mal ejecutados iban a parar contra las estanterías y los libros en ellas salían volando en todas direcciones. Se oían las exclamaciones de los estudiantes practicando.

  Seguía paseándose por la sala, deteniéndose de vez en cuando para hacer algunas sugerencias o explicar de nuevo el hechizo aturdidor. Poco a poco los estudiantes fueron mejorando.

— Ya ve con ella —le dijo su amiga, Hermione. En ese momento, Harry se dio cuenta que la había estado viendo por un largo rato.

— ¿Quién? ¿De que hablas? —dijo el chico tratando de disimular. Su amiga sonrió soltando un suspiro.

— Ya deja de negarlo, Harry —susurró Ron—. Sabemos que Danna te gusta y que has estado evitando pasar cerca de ella.

— Sí, tal vez me gusta —aceptó el azabache— ¿pero qué se supone que le diga?

— Solo ve a saludarla —dijo la chica. Harry asintió y suspiró con nerviosismo.

  Caminó a través de la sala, estaba cada vez mas cerca de ella y sus nervios aumentaban a cada paso que daba. La chica practicaba con Neville Longbottom, aunque en realidad, ella solo estaba parada con la varita en ristre, ya que el pobre Neville, no lograba ejecutar el hechizo correctamente. Harry se acercó a la pareja de estudiantes y en el intento del chico de aturdir a su compañera, su varita salió volando hasta el otro extremo de la sala.

— Descansa un rato —le dijo Harry al chico mostrándole una sonrisa— despeja un poco tu mente y te saldrá mejor —el castaño asintió con la cabeza gacha y fue por su varita—. Hola, Danna —saludó aún algo nerviso—. Puedes seguir practicando conmigo —dijo el azabache con una ligera sonrisa. Trataba de parecer tranquilo, pero los profundos ojos castaños de la chica no lo ayudaban a estar tranquilo, simplemente lo volvían loco.

— Está bien —respondió ella con una sonrisa.

  Aunque pareciera que no, ella también se sentía bastante nerviosa. Y no solo porque nunca antes había hecho ese hechizo, sino porque a pesar de negar sus sentimientos, ellos estaban ahí.

  La chica estaba justo frente a él, a unos metros de distancia y le apuntaba con su varita.

— ¡Desmaius! —gritó ella, con energía. Un rayo de luz azul iluminó el salón.

  Harry salió despedido en el aire, y llego volando hasta el otro lado de la Sala de los Menesteres. Inmediatamente, Danna corrió hacia su amigo para auxiliarlo.

— ¡Lo siento mucho, Harry! —exclamó inmediatamente la muchacha. Aquella era la primera vez que intentaba ese hechizo, y aunque sabía que lo lograría, no esperaba que fuera con tanta fuerza.

— No importa, Danna... estoy bien —respondió él incorporándose.

— Bueno, supongo que estuvo bien —dijo la muchacha tratando de eliminar un poco la tensión.

— ¿bromeas? —exclamó Harry—. Fue impresionante, el mejor hechizo aturdidor que he visto. Incluso aún sigo mareado —dijo el azabache con una sonrisa.

— De verdad lo siento mucho, Harry —dijo ella, mirando al chico.

— No te disculpes —respondió él—, eres una bruja increible.

— Es que tú eres un maestro increible.

  Sin darse cuenta, ambos chicos se habían quedado mirándose mutuamente. Parecía haber alguna clase de conexión que evitaba que alguno de los dos despegara la vista. Y ciertamente, ninguno de ellos parecía querer hacerlo. Estaban muy cerca uno del otro, sus respiraciones se mezclaban y se convertían en una misma, lo mismo sucedía con el palpitar de sus corazones. A pesar de su cercanía, la situación no resultaba incómoda, al contrario, ambos se sentían bastante bien.

  Quién sabe el tiempo exacto que duraron los jóvenes así, sin hacer nada, solo disfrutando de la inusual situación. Sin embargo, alguien tenía que hacer algo al respecto. Y esa fue Danna, se acercó lentamente al chico, hipnotizada por el verde esmeralda de los ojos del muchacho, despegando la vista solo para dirigirla hacia sus labios. Por otro lado, Harry, al recuperar la conciencia de lo que estaba pasando, casi logró sentir los pensamientos de su cabeza que, como cuerdas, se enredaban entre si sin llegar a ningún lado. En ese momento él pudo hacer mil cosas sin siquiera pensarlo, cosas que antes lo hubieran aterrorizado y besar a la chica por la que moría desde hace años era una de esas cosas. Termino con la distancia que los separaba, sus labios chocaron con los de ella.

  Ambos habían esperado eso por más tiempo del que debían. Y por fin hacerlo, era simplemente increible. Los chicos se movían tímidamente, como si tuvieran miedo de arruinarlo, pero tras unos segundos pasados, el beso se volvió más decidido y con todos esos sentimientos que habían estado ocultando por tanto tiempo.

  Ni siquiera el desmaius lo había aturdido tanto como el tacto de los labios de la chica con los suyos

  El salón ahora estaba en silencio, algunos observaban asombrados, otros felices, un chico por ahí pagaba una apuesta a su gemelo, y claro, una que otra mirada de celos.

  Danna y Harry se separaron avergonzados, sonrojados y emocionados a la vez. Se miraron a los ojos, ninguno de los dos sabía que hacer o que decir.

  La sala de los menesteres pronto estalló en vítores y aplausos. Al parecer, aunque para los dos chicos no lo era, para el resto eran evidentes los sentimientos que había entre ellos.

  Esta vez, fue Harry el que tomó la iniciativa. Tomó la mano de Danna y la entrelazó con la suya, volvió a acercarse a ella y acarició su mejilla. Aún trataba de asimilar lo que había pasado, comprender que era real y no otra de sus fantasías.

  Suspiró suavemente y nuevamente unió sus labios con los de ella en un corto pero dulce beso. Al separarse y con el único hilo de voz que le había dejado la chica, solo pudo pronunciar dos palabras 《Te amo》.

     *lumos*

YA SÉ, SOY UN ASCO, NO MEREZCO NI EL MALDITO OXIGENO QUE ESTOY DESPERDICIANDO EN ESTE MOMENTO. YO TAMBIÉN ME ODIO.

No me venían ideas para escribir un OS de Harry. Además de que soy la persona más desorganizada del mundo entero.

De verdad lo siento, Danna, por la tardanza  :(

     *Nox*