Crisis de Media Noche

Lo que contruimos

Domingo 17 de junio de 2019

Y entonces, leyendo nuestras viejas conversaciones me di cuenta de cómo lo arruiné todo. Mis inseguridades me volvieron tan dependiente de ti y tan tóxica, me hicieron insoportable. ¿Quién sería capaz de lidiar con algo así? Fue estúpido... o, mejor dicho, fui estúpida. Después de pensar tantos días lo que había hecho mal me di cuenta de cómo te alejé, por intentar descifrar lo que pasaba por tu cabeza, lo que pasaba entre nosotros y sobre todo lo que pasaba en mí. Sabía que te quería, lo tenía muy claro porque llegaste a mi vida y me enseñaste un lado de mí que no conocía. Contigo todo fluía tan natural y tan espontaneo, no necesitaba fingir ni intentar agradarte porque sentía que ya lo hacía siendo yo misma. Llenaste mi corazón de emociones, tan fuertes y hermosas que llegué a pensar que no sería capaz de aguantar. No puedo negar que llegaste en el momento que menos lo esperaba y de la forma más inusual, ofreciéndome un cariño del que no me creía merecedora pero que siempre había anhelado. Me devolviste una pequeña parte de la esperanza que había perdido y me ayudaste a recoger algunos de los pedazos de mi corazón roto para poder arreglarlo.

A pesar de todo te digo gracias. Por permitirme vivir una experiencia nueva que al final me ayudó a florecer de una forma que nunca había logrado. Porque me ayudaste a darme cuenta de mis errores para mejorarlos y a recordar mi valor para quererme y cuidarme. Me permitiste comprobar como la autenticidad atrae a las personas correctas sin tener que forzarlo y que lo importante está en disfrutar cada momento porque no hay certeza de lo que pasará en el futuro. Hoy me doy cuenta de como las cosas van marcando nuestras vidas y nos construyen poco a poco. Y quiero decirte que a pesar de que el fin de lo nuestro me dolió profundamente, me permitió crecer y mejorar de forma inigualable.