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─entonces, señores le─...
─seo.
la mujer mayor, perfectamente arreglada, despegó su elegante mirada de la pantalla de la computadora, solo para dirigirla hacia changbin, quien yacía sentado al otro lado del escritorio, mirándola también.
─entonces, señores lee ─repitió la señora, remarcando la palabra y haciendo que changbin apretara los labios─, están aquí porque quieren adoptar un niño.
─obviamente ─volvió a interrumpir el azabache.
mientras tanto, felix se mantenía al tanto de lo bien y limpia que lucía la oficina de la fémina. olía a limón. jeongyeon se podía leer en el gafete llevado por ella.
─bien ─volvió a decir mientras revolvía los papeles en su escritorio, tomó algunos y empezó a leer─: cónyuges desde hace un año y nueve meses, ambos con trabajos estables y─ oh...─exclamó─, usted es profesor.
─exactamente ─respondió changbin, manteniendo la mirada fija en jeongyeon.
─ ¿y usted enseña...?
─geografía e historia, sí.
─entiendo ─prosiguió─, usted reprobó a mi nieta, profesor changbin
el azabache parpadeó.
él había reprobado a muchas personas en su materia, ¿se supone que debería recordar?
─pues por algo debió ser ─contraatacó, levantando una de sus cejas.
─eh... ¡niños! ─exclamó felix, de la nada, haciendo que las otras dos personas en la habitación le mirasen─, digo, por eso estamos aquí ─sonrió, apretando la rodilla de changbin y éste se dio cuenta.
conocía demasiado bien a felix (¡estaban casados, por dios!) y sabía, que cuando tomaba su rodilla, era porque ya no debía decir más.
entiéndase; callarse.
la mujer miró por un momento a felix para después acomodar sus lentes y levantarse─: acompáñenme, por favor.
el pecoso suspiró, pues por un momento pensó que por el comportamiento de changbin, los correrían y ya no les permitirían volver (¡y sin un bebé en manos!).
por suerte, no fue así.
lentamente fue siguiendo a jeongyeon por los pasillos de aquel lugar, con el más bajo detrás, susurrándole; "¿cómo puede ella asegurar que fui yo? hay muchos changbin enseñando geografía allá afuera, ¡pudo haber sido cualquiera!"
a lo que él respondía: "sí, bebé, tienes razón, cálmate".
─señores lee ─changbin gruñó─, a continuación, conocerán a varios de los niños que tenemos dentro del sistema adoptivo, no todos, pero seguiremos si no encuentran al indicado ─informó la mujer, frente a una habitación.