Narra Hannah:
Un pequeño error había traído grandes consecuencias. Solía ser un ángel normal, sin otra cosa que hacer más que supervisar que la paz se mantuviera en la Tierra.
De no haber sido por una estúpida sonrisa que me enamoro yo no estaría a punto de ser echada del paraíso y tampoco me estarían cortando las alas para vivir como una simple mortal.«Días atrás »
Estaba vigilando desde mi puesto, en ocasiones algunos caídos se infiltraban pero eran atrapados de manera inmediata. Lisa, una ángel muy linda me había distraído de mi labor y por desgracia no pude notar cuando un caído se infiltró. Horas después se corría el rumor de que un nuevo ángel había ingresado a nuestro extenso y difícil sistema de trabajo. Para mi era un poco extraño ya que no se nos otorgaban las alas hasta que cumpliéramos una serie de trabajos que demostrarán que éramos aptos para portar una aureola y las típicas alas que siempre nos caracterizaban en la religión. Al principio creí que sólo era eso, un rumor pero mi mente cambió de dirección y pensamientos cuando lo vi a el, se veía tan perfecto y tenía una sonrisa que podría enamorar a un mortal con la capacidad de vernos. Si tan sólo hubiera imaginado que el no era precisamente lo que aparentaba me hubiera ahorrado toda una rebelión y mi expulsión definitiva del paraíso
«El día antes de la expulsión »
Llevaba algunos días viendo a Charles. Charles era un chico genial e incluso me había enamorado de el o eso quería creer yo, de su perfecta piel morena y su cabello azabache. De un momento a otro nos hicimos cercanos y comenzamos a hablar, fui demasiado tonta y le confíe un dato que usaría en mi contra.
-Como te decía, los ángeles podemos perder las alas si nos enamoramos, nosotros solo debemos velar por la paz pero sin entrometernos en problemas de humanos. Me parece algo absurdo que seamos expulsados del paraíso por un sentimiento. -dije replicando las acciones de los superiores.
-Lo mismo pienso yo, aunque se que es un pecado -dijo Charles acortando la distancia entre nosotros - hay chicas muy lindas que valen la expulsión
Y de pronto sentí un roce sobre una de mis mejillas y entonces lo supe, esa había sido mi perdición y mi pase directo a la expulsión.
« El día de la expulsión »
Estaba descansando tranquilamente, nada perturbaba mi paz hasta que llegó Lisa llorando y muy alterada.
- ¿Qué has hecho Hannah?, ¿por qué te van a expulsar?
-¡¡¿Qué?!! -pregunte exaltada- no se que hice para que pasará eso, casi podría jurar que no hice nada malo
-Lo siento Hannah, esta tarde necesitan verte frente a las puertas del paraíso-dijo con voz lastimera y llena de tristeza y pesadez.
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Finalmente atardeció, frente a mi se encontraban los ángeles superiores y una multitud de ángeles que no conocía.
-Estoy decepcionado de ti Hannah, no es posible que hayas roto nuevamente las reglas, pensé que había quedado claro que no debías hacer otra estupidez o perderías tus alas - habló mi tutor.
- No fue solo un error Hannah, todo empezó cuando te distrajiste y dejaste entrar a un ángel caído disfrazado - bajo la cabeza totalmente frustrada el ángel de seguridad- y eso no es lo peor, te enamoraste de el y has roto dos reglas en una sola ocasión.
Me quedé atónita, no sabía que estaba pasando y estaba a punto de romper en llanto pero antes de cualquier cosa salieron más angeles custodiando a Charles que iba caminando con una sonrisa burlona.
- Eres una ilusa pequeña Hannah, al menos no me siento tan mal de volver a ser expulsado cariño - dijo sacándose los brazos de quienes lo custodiaban y acaricio mi mejilla.
Rompí en llanto después de eso y caí de rodillas a los pies del paraíso, segundos después alguien se acercó a mi espalda y de forma inmediata sentí un profundo dolor desde mis entrañas y seguido de eso ví sangre escurriendo por mi cuerpo y manchando el pulcro ropaje que utilizaba antes de quedar sin alas, al final solo hubo oscuridad y una tenebrosa risa que retumbo en mis oídos y que jamás lograré olvidar.
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Las Alas Del Angel
Novela Juvenil"-No puedes hacer nada bien, aún nos preguntamos que pensaban cuando te crearon... Eres un error, algo que no debió ser, deberían cortarte las alas y enviarte a la Tierra Hannah. ¿Porqué mis mayores tenían que ser tan duros conmigo? sólo había comet...