Un largo suspiro

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Cuatro años más tarde

- Diez su vuelto señora-dije extendiendole el billete en la mano,el cual ella tomó y sonrió.

- Gracias linda- respondió dulcemente. Sonreí en respuesta. Tomó su bolsa y de retiró del lugar. Inmediatamente al ver que ya no quedaba nadie para atender, me senté en la silla. Estaba exhausta. Había estado desde las ocho de la mañana y solo descansé para comer. Mi madre apareció por la puerta de la cocina y miró mi expresión cansada haciéndola poner una cara de disgusto.

- Hayley, querida, ya puedes irte, descansa, aunque sea en el día de tu cumpleaños- la miré dudando, era la única aquí trabajando además de Daisy y no quería tener que irme y dejárselo todo en sus manos - ya se lo que estas pensando, yo me quedo por hoy suplantandote ¿esta bien?

- Pero mamá... ¿Y la cocina?

-Ya está todo horneado no hay de que preocuparse, ve a festejar- ¿festejar? - Me llamo Brook y me dijo que esta noche saldrían, ten cuidado y diviertete, no has salido desde... - la interrumpí.

- Mamá....- su expresión era triste y me miraba suplicante y compasivamente. Lo único que faltaba.

-Lo se.. No debí decirlo... Pero irás ¿no?- suspire y puse los ojos en blanco.

- Esta bien per..- antes de que terminara la frase, mi madre se abalanzó sobre mi y me abrazó. Que. Mierda.

-Estoy tan feliz por ti... - la mire extrañada, esto si era raro. Al finalizar el abrazo fue a la cocina y volvió con un paquete en la mano. ¿ahora que?

-Hayley..¡ Feliz cumpleaños!- dijo entregándome el regalo.

-Mamá, te dije que no...

- Nada de eso, mi hija se merece más que esto..- me entregó una caja envuelta en papel de regalo. Lo rompí sin piedad y casi lloro al ver lo que había adentro. Un perro.-Se que te sientes sola y pensé que..- no le dejé decir una palabra más y me abalancé sobre ella, la quería tanto. El pequeño perrito comenzó a dar ladridos. Era tan lindo. Era de un color café con ojos medianamente grandes y no tanto pelaje. Siempre había querido una mascota. Mi madre se vió muy orgullosa de que me gustara.

-No quiero entretenerte más, ponte linda y disfruta- me dijo antes de irse a la cocina y darme un beso en la mejilla.

Estaba duchandome cuando escuché mi celular sonando "Maps" de Maroon 5 a todo volumen. Rápidamente puse la toalla alrededor de mi cuerpo y atendí sin haber visto quien era.

-¿Hola?

-Abrenos estamos afuera- y depués cortó, así sin más. Bufé. Estaba chorreando en agua y me tenía que cambiar. Corrí hacia la puerte y les rogué que me esperen mientras me cambio.

-¡No tienes nada que no hayamos visto, dejanos pasar Hayley! - gritó del otro lado Zac. Lo pensé dos segundos y  decidí abrirles. No es que estaba desnuda ni nada. Al abrir la puerta todos me abrazaron deseandome feliz cumpleaños y mi nuevo amigo también se unió dando pequeños saltos y ladrando. Era adorable. Zac, Emily y Gregory me tendieron una bolsa diciendo que era su regalo.

-No deberían.. -pero antes de terminar la frase Gregory me calló.

-Nena, te mereces eso y mucho más.

-Te pareces a mi mamá  Greg, ya para con cursilerias y abramos el regalo

-Así es como se habla- dijo Greg.

Abrí, mas bien rompí, la bolsa y tomé lo que había dentro. Un vestido rojo que tenía más partes transparentes que con tela y un corpiño con bragas a juego, todo también rojo. Se ve que era el dia del rojo ya que mis mejillas se pusieron del mismo color. ¿Como mierda saben mi talla? Que miedo. Y como si Emily hubiese leído mi mente dijo:

-La ropa interior la compré, vi que necesitabas y me fijé tu talla, no hay de que avergorzarse.

-Ok...y por cierto gracias por ... esto pero no creo usar ese vestido, es muy provocativo..

-Es por eso que lo elegimos, sabíamos que nunca en tus cincuenta vidas te lo comprarias así que te lo compramos y lo vas a tener que usar hoy- declaró Zac. Yo, en ese vestido. Ni loca.

Pero pareciese que si estaba loca porque en la restante hora me convencieron de usarlo para ir al bar, donde nos encontrariamos con Brook. Luego de cambiarnos, partimos hacia el bar que se encontraba literalmente a dos cuadras de mi casa.

A una cuadra antes de llegar ya se podía divisar la larga fila para poder entrar y por un momento comencé a dudar sobre haber venido, pero todas mis dudas se fueron cuando encontré a Brook en la fila ya por llegar a la entrada. Alabada sea Brook. Al verme me abrazó tanto que casi quedo afixiada y tuve que avisarle para que me suelte. Se disculpó y me miró de arriba a abajo, largando un silbido.

-Tu si que sabes como seducir nena- me dijo sonriente - los chicos van a estar babeandose al rededor tuyo.

-Callate Brook - dijo roja de la vergüenza, eso de ponerme colorada ya se hacia algo frecuente. Miré hacia adelante para ver cuanto nos faltaba para entrar y me topé con el patovica que me inspeccionó con la mirada de arriba a abajo y mojó sus labios con su lengua. Puse los ojos en blanco y le tendi mi identificación. La miró vagamente y me dejó pasar guiñandome un ojo. Baboso. Esperé a los chicos mientras entraban y luego entramos todos juntos. Brook y Emily me arrastraron hacia la barra y Zac y Gregory fueron hacia la pista de baile a hacer sus conquistas. Brook me entregó una cerveza y fruncí el ceño y negué. Ella negó con la cabeza, tomó la botella y le dió un sorbo, sonrió y me llevó hasta la pista de baile. Mire a Emily y ella me dijo que en un rato nos acompañaba. La musica sonaba a máximo volumen y a la gente no parecía importarle. Brook me llevó hacia el medio de la pista y comenzamos a bailar desaforadamente. Luego de dos canciones se nos unieron Emily y Zac.

-¿Y Greg?-grité para que se escuche a través de la musica. Zac levantó los hombros y me dijo que lo había visto con una chica. Ese chico era un iman de chicas.

Zac vino de atrás y me envolvió con sus manos en mis caderas. Me estremecí y disimuladamente me solté de su agarre. Seguí bailando pero ya estaba exausta. Me dirigí hacia la barra y me senté, largando todo el aire que había mantenido bailando. El barman no tardó en aparecer, era alto, demasiado alto, con cabello largo y oscuro como su camisa.

-Preciosa, ¿que te traigo?

-Sorprendeme- sonrió y fue en busca del trago.

Luego de unos minutos volvió con lo que parecía un martini.

- Cosmopolitan a su orden señorita, ahora si me disculpa- dijo y se fue a atender al chico al lado mio que le pidió lo mismo que yo. Tomé un sorbo y saboree el cosmopolitan, nada mal.

Luego de tomar tres cosmopolitan más decidí volver a la pista pero me quedé sentada al ver que dos chicas que se encontraban junto a mi le pidieron una foto al chico que estaba sentado a dos asientos mios. Me asomé para ver quien era pero no pude ver nada, asi que esperé hasta que las chicas terminaran de sacarse la foto para poder ver quien era.

-¡Hayley!- gritó Zac caminando hacia mi, me di vuelta para ver al chico y en ese instante me arrepentí por completo, me estaba mirando con los ojos abiertos.

-¿Hayley?

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⏰ Última actualización: Jan 23, 2015 ⏰

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