El último día de clase

23 3 1
                                    

Junio. Año 2019.

Un día más, sólo uno y acabo las clases. El último día de clase siempre es especial, despedirse de los amigos hasta dentro de unos meses, pero sobre todo, no volver a ver a Mike y su pandilla hasta Septiembre. 

Ha sido un año terrible, no me han dejado en paz ni un día. "Gordito, empollón, friki", son sólo algunas de las lindezas con las que me reciben todos los días all llegar a clase. Si no fuese por Jacob no habría aguantado ni un día más. 

Jacob es mi mejor amigo, vive a 2 minutos de mi casa, nos conocemos desde que éramos pequeños. Tenemos las mismas aficiones, los comics, los videojuegos y las películas de terror.

Físicamente es todo lo contrario a lo que soy yo, un chico alto y fuerte de pelo rubio y ojos claros, el sueño de todas las chicas del pueblo y el único que sabe poner en su sitio al abusón de Mike.

No me gusta coger el autobús escolar, siempre voy a clase en bicicleta, incluso en invierno. Notar el aire en mi cara, pasar entre los árboles y por qué no decirlo, perder alguno de esos kilos que me sobran. Quizá así este verano pueda conocer a alguna chica, nunca he tenido novia, no soy muy popular. Mi madre dice que no me preocupe, que no tenga prisa, que ya encontraré a la chica de mis sueños, aunque yo empiezo a dudarlo. 

Jacob siempre me habla de sus conquistas, pero claro, para él es fácil.

Las 08:58 ya están casi todos en clase. 

Mike me recibe con el saludo habitual "¡Gordito, empollón, friki!".

Me siento en mi pupitre, no veo a Jacob, ¿se habrá dormido? Ayer estuvimos leyendo comics hasta tarde, seguramente sea eso. Si no llega, me espera un largo día...

Junio. Año 1910.

Un día más, sólo uno y se terminará por fin las clases.

Me encanta tocar el piano, pero mi padre y mi maestra son muy estrictos. Tengo que practicar más de 2 horas al día y cada año, en la fiesta que mis padres celebran cada verano en casa tengo que dar un pequeño recital para los invitados. 

Mi madre dice que una mujer debe ser culta, educada y disciplinada. No sé si doy la talla. Tampoco sé si quiero tener una vida como la de mi madre, una mujer dedicada exclusivamente a su familia, a veces noto en su mirada algo de tristeza, cuando era pequeña quería ser una famosa cantante. Pero, con los años, la realidad ganó a los sueños.

Hoy quedaré con Olivia, ella es mi mejor amiga, nos encanta escribir historias, pasear por el bosque, disfrutar de la naturaleza. Nos contamos todo, entre nosotras no hay secretos. 

Nuestros padres también soy muy amigos, son los dueños de la mayor fábrica de piezas metálicas para ferrocarriles de la zona.  Gracias a eso, nuestras familias se codean con la clase alta del pueblo, incluida la familia Williams y el tonto de su hijo con el que mis padres quieren que me case. ¡Sólo tengo 16 años!  Mi prima Sarah de 15 años se casó el año pasado, pero yo aún no estoy preparada. Me gustaría poder conocer a alguien especial, ¡ni siquiera he estado enamorada! Aún tengo mucho que vivir y sueños que cumplir...

Junio. Año 2019.

¡La última clase y seré libre! De repente, recibo un mensaje en mi móvil.

- "Ey Daniel, estoy malo en casa, la maldita tripa.... ¿qué tal el último día de clase?".

Es Jacob, hoy no ha aparecido por aquí.

- "Todo bien, ¡en 1 hora seré libre!. Cuando salga de clase si quieres me pasaré por tu casa, podemos ver una peli o echar unas partidas."

El árbol del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora