La chica de pelo largo y negro

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Junio. Año 2019.

Mi primer día de vacaciones. Me he levantado a la misma hora de todos los días. No he podido dormir del todo bien, aún me duelen las costillas del golpe de ayer. Pasé la noche pensando en ella, cuanto más pienso en Elizabeth y nuestro encuentro, más extraño me parece todo.

Hoy he quedado con Jacob, vamos a ir al otro lado del bosque a intentar buscar esa casa blanca con jardín de la que me habló. Sé que va a ser difícil encontrarla, pero, ¿y si la veo? ¡Espero que no piense que soy un psicópata! ¿Habrá muchas chicas con el pelo moreno y largo que viven en una casa de color blanco? Espero que no, porque ni siquiera pude ver su cara.

Después de la tormenta de ayer el cielo está totalmente despejado y el sol brilla con fuerza. Parece que el tiempo está celebrando también mi primer día de vacaciones. Mis padres están desayunando en la cocina. 

Daniel: - ¡Buenos días mis queridos padres!

Mis padres me miran un poco sorprendidos y me devuelven el saludo.

Mamá: - ¿Qué contento te has levantado hoy no?

D: - No tener clases me hace feliz.

Papá: - ¿Y qué piensas hacer estos 2 meses? ¿No estarás todo el día con tu ordenador construyendo casitas y disparando a los malos?

D: - Jaja, nooo papá. De hecho hoy he quedado con Jacob, vamos a ir a hacer un poco de deporte en bicicleta. 

P: - Bien hecho, por cierto, me levanté temprano y he visto tu bicicleta en el jardín, tenía la rueda delantera un poco doblada. He conseguido ponerla en su sitio, ¿has tenido un accidente?

D: - Me caí ayer en el bosque volviendo de clase, pero no ha sido nada, soy un chico duro.

P: - Lo sé, lo que más duro tienes es la cabeza.

D: - Si papá, he salido a ti. 

Después de desayunar recojo mi mochila, siempre llevo algunas cosas que me pueden ser útiles, una botella de agua, una linterna y una pequeña caja de herramientas para la bicicleta. Nunca se sabe lo que puede pasar.

Envío un mensaje a Jacob.

D: - "Estás listo? Estoy en tu casa en 10 minutos." 

J: - "Perfecto, ¡vamos en busca de tu novia fantasma!"

D: -"Ni es mi novia, ni es fantasma. ¡Es real! ¡Ahora te veo!"

Junio. Año 1910.

Mi profesora de piano es una señora mayor, de unos 60 años, tiene los dedos más largos y más finos que he visto nunca. Es una de las mejores profesoras de toda la ciudad. Todas las tardes dedico 2 horas a tomar clases con ella, el resto del día tengo que seguir practicando al menos un par de horas después de la escuela.

Tan sólo queda un mes para la gran fiesta del verano que darán mis padres en casa, tengo que hacerlo perfecto, no quiero avergonzarlos, tampoco quiero estar castigada para la eternidad.

Parece que mis padres están un poco menos enojados hoy, al menos mi madre, mi padre es más reservado. Nunca se sabe si está contento o enfadado, pero me han visto practicar todo el día y estudiar mis partituras.

Mientras toco el piano, mi madre se acerca por la espalda y me acaricia el pelo.

Mamá: - Elizabeth, veo que llevas todo el día practicando. He escuchado la última pieza que has tocado, si lo haces tan bien el día de la fiesta todos estaremos muy orgullosos de ti.

Elizabeth: - Gracias mamá, os prometí que me iba a esforzar y lo voy a cumplir.

Mamá: - Confiamos en ti, ya lo sabes, por cierto...me he encontrado con la madre de Olivia en la tienda del señor Richard, le he dicho que Olivia puede venir a cenar esta noche a casa con nosotros. Es un premio a tu esfuerzo. Pero debes seguir así, ¿me lo prometes?

Elizabeth: - ¡Te lo prometo! ¡Gracias mamá!

Tengo muchas ganas de ver a Olivia y sobre todo, contarle el encuentro de anoche con aquel chico tan extraño. Quizá ella conozca a alguien que tenga una bicicleta con las ruedas tan pequeñas.

Tenemos una cocinera en casa, se llama Johanna, prepara la comida y la cena para todos, ¡es una excelente cocinera! La tengo mucho cariño, la conozco desde que era pequeña. Siempre me da buenos consejos. Hoy está preparando sopa, una mouse de Foie Grass y crepes. ¡Mi cena favorita!

Suena el timbre de casa, es Olivia con sus padres. Sus padres y los míos se conocen desde hace mucho tiempo y son muy buenos amigos. Dejan a Olivia en casa, la recogerán más tarde no sin antes advertirla de que se porte bien. Olivia es como mi hermana, las dos somos hijas únicas.

La recibo con un gran abrazo y subimos escaleras arriba hacia mi habitación.

Olivia: ¡Tengo que contarte algo!

Elizabeth: Nonono, ¡Yo primero!

Olivia: En serio, es algo increíble..¿Te acuerdas de aquel chico Ryan Palmer que venía a nuestra clase el año pasado?

Elizabeth: Ryan Palmer...¿es aquel chico tan tímido que una vez casi se ahoga en el lago?

O: ¡Ese mismo! El último día de escuela me entregó una carta en la que me declaraba su amor. Te la voy a leer. "Queridísima Olivia, te escribo esta carta para confesarte mi profundo amor. El brillo de tus ojos es como el brillo de las estrellas que cada noche te iluminan. Tu pelo rubio es tan brillante como los primeros rayos del Sol de la mañana. Tus preciosos ojos son como dos grandes almendras..."

E: "¿Almendras?"

O: jajaja si, le deben gustar mucho imagino. "Espero que mi amor sea correspondido. Todo tuyo Ryan"

E: Mmmm, es bonito, pero un poco cursi, ¿no?

O: Jajaja, un poco. Pero es romántico. De todos modos, nuestro amor es imposible, mis padres quieren que me prometa con el hijo del director del Banco del Norte, Philip Anderson. Nunca me dejarían salir con alguien como Ryan, su familia se dedica a la agricultura, no se codean con la clase alta de la ciudad. ¿Y tú que me tenías que contar?

E: Lo primero es que estoy castigada al menos 1 mes, pero al menos han dejado que vengas a casa.

O: ¿Por qué te han castigado?

E: Es eso lo que te tenía que contar, anoche salí de casa enfadada con mis padres, decían que no practicaba lo suficiente con el piano, salí corriendo camino al bosque, estaba lloviendo, tropecé con unas ramas y caí cerca de un árbol. Creía que estaba sola, pero había alguien más.

O: ¡Qué miedo! ¡Cuenta!

E: Era un chico, había tenido un accidente con su bicicleta y estaba dolorido al otro lado del árbol. Pero era muy extraño, decía cosas muy raras y sobre todo, ¡su bicicleta tenía las ruedas muy pequeñas! Nunca he visto una bicicleta así en la ciudad. Pero lo curioso es que era muy amable, tenía una voz muy bonita. Pero no sé su nombre, tampoco pude ver su rostro.

O: Espero que tu padres no se hayan enterado de que estabas sola en el bosque hablando con un desconocido o te castigarán toda la vida. ¿Te gustaría volver a verlo?

E: No lo sé, la verdad es que tengo curiosidad, dijo que vivía a 10 minutos en bicicleta de donde nos encontramos. Pero no puedo salir de casa, tampoco sé dónde buscar...

O: No te preocupes, hablaré con la panadera de la calle principal, ella ve pasar a todo el mundo por allí. Seguro que ha visto a un chico con una bicicleta extraña. Mañana preguntaré.

E: ¡Gracias Oli!

Olivia cenó con nosotros, sus padres vinieron a buscarla más tarde, me prometió que buscaría al chico misterioso y traería noticias. Ojalá no estuviese castigada, pero sé lo que hacer, trabajaré duro toda la semana, seguro que mis padres me levantarán el castigo pronto, o eso espero. Quizá pueda volver a ver a ese chico, en el futuro.





El árbol del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora