Mientras mis hermanastros llevaban mis maletas me sentía incómoda. Me daba vergüenza que me llevasen las cosas.
- Ya está -dijo Scott dirigiéndose a su habitación.
- Sofía, ¿Quieres que veamos una peli en Netflix? -me preguntó Dylan.
Obviamente no podía negarme, era el primer día y me parecía divertido.
- ¡Claro! - le respondí con una sonrisa.
Dylan me sonrió y bajo al salón. Yo aproveche para guardar mis cosas y cambiarme. Me puse algo sencillo y cómodo.
Al bajar al salón vi a Dylan sin camiseta sentado en el sofá. Él había preparado unas palomitas y trajo refrescos.
No pude evitar sonrojarme al verle sin camiseta, la verdad lucia muy bien.
- ¿De terror? - preguntó.
- amm...vale - dije un poco indecisa.
Nunca me han gustado las películas de terror, cada vez que veo una siempre abrazo a mi acompañante SEA QUIEN SEA. Y eso la verdad me atemorizaba...¿y si se sentía incómodo? Yo moriría de vergüenza.
- uuuu está es muy buena...- dijo mientras reía pícaro.
- ¿Y Anais y mi padre? - le pregunté mirando hacia la cocina.
- Me dijeron que nos dejarían a los 3 solos unas horas. Ellos iban a cenar juntos y llegarían muy tarde. - respondió.
- Ah vale -respondí mientras me sentaba a su lado- Que comience la tortura... - dije mientras soltaba una pequeña carcajada.
Dylan se rió y empezamos a ver la película. Cuando íbamos a la mitad yo estaba muy asustada y Dylan lo notó. Me rodeo con el brazo y me acerco a él. Yo estaba bastante cómoda con el, me sentía segura y ya no me asustaba tanto la película.
La película terminó y ayude a Dylan a recoger las palomitas y los refrescos. En eso bajo Scott y se le veía algo triste. No dude en preguntarle.
- ¿E-estás bien? - dije algo temblorosa.
- No - respondió Scott mientras se secaba una lagrima y subía arriba de nuevo.
- Déjalo, el es así. - me dijo Dylan mientras lavaba el bol.
La verdad me preocupaba mucho Scott, aunque lo acabara de conocer sentía la necesidad de ir a consolarlo. Y eso hice.
Subí y toque la puerta en la habitación de Scott.
- ¡¿Quien?! - dijo.
- S-soy yo... - dije mordiéndome el labio inferior.
- ¿Que quieres? -preguntó.
- ¿Puedo pasar? - respondí.
Me abrió la puerta y se sentó en su cama. Yo entré y me senté junto a él.
- ¿Que te pasa Scott? - dije mirándolo.
- ¿porque te preocupas? - respondió en un tono neutro.
- Solo quiero ayudar - dije rodando los ojos.
- No puedes ayudarme en nada. - dijo un tanto enfadado.
- Seguro que si - respondí con una sonrisa ladeada.
- Véte - dijo en un tono neutro.
- P-pero...
- ¡Que te vayas! ¡No puedes ayudarme en nada! ¡No te hagas la consejera conmigo porque no te queda! ¡Ahora vete! - me grito.
Me levante de la cama y me dirigí hacia la puerta. Dylan también estaba en la puerta ya que había escuchado los gritos de Scott.
-¿¡Que es lo que pasa?! - dijo Dylan.
- Nada Dylan -respondí cabizbaja.
- No mientas Sofía, es obvio que te pasa algo. - me dijo mientras ponía su mano en mi hombro.
- Nada olvídalo - salí de la habitación.
Me fui directo a mi habitación muy indignada. ¡Yo solo quería ayudarlo!
Cogí mi almohada y me la puse en la cabeza para no escuchar nada y poder estar tranquila.
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Me enamoré de mi hermanastro
Teen Fiction¿Que pasaría si después de 10 años de no ver a tu padre, tienes que vivir con el obligatoriamente? ¿Bien? ¿Mal? Bueno pues hay otra noticia...tú padre se a casado y ahora tienes dos hermanastros. ¿No es fácil eh? Pues todo eso le ha pasado a Sofía...