flash back .
Mi empresa se estaba desmoronando a un ritmo tan lento que el financiamiento caía conforme pasaban los minutos. Un desfalco por parte de unos rusos que habían investigado un supuesto lavado de dinero terminó con la confirmación de que yo estaba al margen de lo ocurrido. Todo estaba escalando rápidamente y lo mejor sería olvidarme de internacionalizar el negocio familiar. Esto sucedió ante mis propios ojos por haber confiado demasiado en un tema que solo ha traído problemas, no solo en el trabajo, sino también en mi imagen pública, que en estos momentos es el centro de atención.
No entiendo cómo movieron sus piezas tan bien sin que nos diéramos cuenta de que el dinero era transferido a Francia para que sus negocios sucios obtuvieran el doble de ganancia. Si lo hubieran expandido únicamente en su país, su imperio habría caído con media Rusia buscándolos por los diferentes delitos que han cometido contra otras empresas y por la venta de oro exportado desde Italia. Su fachada era la de simples navegantes, y aunque la policía los revisara, su mercancía estaba oculta en una caja fuerte subterránea en la parte baja del barco. Nadie podría superar la astucia de narcotraficantes como ellos.
Lo que más me preocupaba era su insistencia en que el proyecto del barco turístico se llevara a cabo lo más rápido posible. Decidí contratar a un investigador privado y, tras seguirlos durante dos semanas, mis sospechas resultaron ser ciertas. Montaron la fachada perfecta para culpar a nuestra empresa, saliendo ilesos sin enfrentar ningún cargo judicial. Intentamos desmentirlo, pero nos estamos ahogando en un vaso de agua. Es como si nos cortaran la respiración, sin dejarnos un respiro o la oportunidad de pensar en otra cosa. No es un problema sencillo del que podamos librarnos fácilmente; esto ha pasado todos los límites, hasta el punto de que podrían quitarme la empresa. Nuestro capital se ha reducido drásticamente, y con cada hora que pasa, apenas ganamos un 2% de lo perdido. Lo menos conveniente en este momento es perder más socios de los que ya he perdido en menos de tres semanas.
El lunes tuve una reunión con uno de los empresarios más veteranos del entorno, Robert Clark, un hombre con gran experiencia en negociaciones. Para que todo se llevara a cabo en términos igualitarios, se le debía ceder la mitad del poder en el cargo de presidencia. Simplemente, no podía negarme ni disgustarme, porque sabía lo que estaba en juego. Si no recuperaba lo que había sido el esfuerzo de mi padre durante tantos años, lo perdería todo. Sus justificadas ausencias en las celebraciones anuales de su establecimiento de trabajo mostraban su inclinación por lo que conformaba su equipo.
Fin del flashback
Al día siguiente...
Me levanté de un salto, alterado por la pesadilla. Aún no comprendo por qué los años de terapia con el psicólogo no han dado resultado. Solo puedo revivir el recuerdo de mi difunta esposa y verla en un canal de televisión, muerta en medio de una autopista, con su coche destruido. Ese momento fue lo más duro que he vivido. El culpable del accidente se dio a la fuga y no han podido encontrarlo. Hice una denuncia exterior que me permitió acceder a información sobre sus recientes salidas del país o posibles cambios de estado, pero esa escoria se ha escabullido con tanta astucia que no ha dejado rastro. Perdí el tiempo dando mi testimonio a los oficiales, pero esos ineptos no me permitieron investigar por mi cuenta.
Mi arrogancia se convirtió en un arma de doble filo. El odio que creció en mí se alimentó de mi sed de venganza, manteniéndome al margen de volver a enamorarme o sentir cualquier tipo de afecto. La agonía rompió mi corazón en mil pedazos, sin ninguna esperanza que me mantuviera fuerte. La debilidad se apoderó de mí desde aquel día. Retrocedí en mi propia vida, resignándome a la trágica verdad: había perdido a la persona que amaba. La soledad me empujó hacia la destrucción, testigo de una impotencia que torturaba mi alma. Me hundí en la derrota, cayendo en un abismo que me planteaba razones para seguir fingiendo fortaleza ante una sociedad escrupulosa y despiadada.
Sin embargo, al llegar a casa, me despojé de mi fachada de millonario ejemplar. Desde lo ocurrido con Olivia Page, una gran suma de dinero se destinó a silenciar rumores y evitar escándalos. Todo para huir de la verdadera realidad sin afrontar las consecuencias de mis propios actos. En mi soledad, traté de calmar mi respiración, pero, incluso con medicación, mis ataques de nervios se volvían más intensos. Mis problemas de temperamento me atormentaban, como si el pasado me persiguiera, creando nuevos demonios que se convertían en mis peores enemigos.
Ya más calmado, me percaté de su fragilidad. Su rostro angelical me hizo recorrerla con la mirada y esbozar una sonrisa que rápidamente deshice para no dejarme llevar por el momento. Salí del sofá con algo de fatiga en el cuello, estirando el cuerpo hasta hacer sonar mis vértebras. Bostecé con tanta fuerza que casi caí, culpa de la sábana que una enfermera me entregó en la madrugada. Me había quedado a su lado hasta tarde, sin despegar los ojos de ella y asegurándome de que recibiera suero a la hora indicada.
Todo lo que le pasó hace casi dos días era un golpe devastador para su madre si recayera en otro ataque. Sin embargo, ella ha sabido disimularlo muy bien cuando sus hijas están presentes. Con una discreción admirable , ha logrado ocultar su enfermedad de sus más grandes tesoros.
Durante años, ella ha cargado con un peso invisible, uno que ningún ser humano debería soportar en silencio. Cada consulta médica, cada medicamento, cada noche en vela ha estado luchando contra el dolor, han sido su batalla secreta. Y aun así, jamás permitió que sus hijas vieran su debilidad. No porque no confiara en ellas, sino porque deseaba regalarles una infancia libre de preocupaciones. robert lo sabía, lo había visto en su mirada agotada y en la manera en que forzaba una sonrisa cada mañana , la fuerza de su mujer era increíble, pero incluso los más fuertes cae ante molestias que entran a tu vida sin previo aviso .

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AMOR SIN EDAD
RomansaESTE NO ERA UN AMOR ALGO FACIL PARA NUESTROS PROTAGONISTA DONDE LA JOVEN MANUELA CLARK De 19 AÑOS UNA CHICA SENCILLA , APASIONADA POR LAS COSAS INOCENTE , CON UNA SORINSA DE ANGEL Y CON ASPIRACIONES A LOGRAR SE VE INVOLACRADA EN LA VIDA DEL HOMBRE...