El Poltergeist de EnfieldEl caso estrella de la secuela resulta ser uno de las historias paranormales más documentadas de la historia. Ocurrió en 1977, en una casa de Brimsdown, Londres. Peggy Hodgson denunció que sus hijos habían visto muebles moverse y juguetes lanzarse solos como proyectiles. El caso tomó relevancia y carices inquietantes cuando uno de los policías aseguraba que había visto una silla moverse sola, aunque no pudieron asegurar que no fuera desplazada mediante algún subterfugio desde otra habitación. Con el tiempo, la cosa se iba complicando para la familia y en las manifestaciones empezaron a aparecer voces demoníacas que atormentaban a las niñas, que además empezaban a levitar extrañamente en su habitación. La cosa saltó a los medios y la prensa de Reino Unido le dio una cobertura inusual para este tipo, mientras tanto, los Warren pasaron por allí para hacerse la foto y dar su opinión de expertos en el tema, pero ni mucho menos llevaron la voz cantante en el caso. Fue el periodista Guy Lyon Playfair quien, junto a un equipo de investigación, estuvo presente en muchos de aquellos sucesos. En una ocasión, afirmaron que una pieza de lego se levantó y golpeó al fotógrafo. Posteriormente, Melvin Harris tomaría numerosas fotografías con la cámara en modo automático en las que las que se veía a las niñas supuestamente levitando.El caso no duró un par de semanas, como en la película, sino que se alargó durante un periodo de dos años en los que la psicóloga Anita Gregory también hizo sus pesquisas e investigaciones paralelas. Janet, la hermana, empezó a cursar episodios de posesión en los que hablaba con otra voz ( se puede comprobar en audios documentados reales) y en las que aseguraba que era un tal Bill Wilkins, que había muerto en el sofá del salón de la casa de una hemorragia cerebral mucho tiempo atrás. Incluso llegó a estar internada durante más de un mes para que se le realizaran varios estudios. Finalmente, la psicóloga consiguió tomar fotos de Janet doblando cucharas y lanzando objetos a propósito, y confesó más tarde que algunos de los sucesos fueron provocados por ella y su hermana mayor para dar miedo a sus hermanos pequeños. Finalmente, el 90% de los sucesos paranormales se replicaron por métodos científicos y el resto mediante teorías psicológicas sobre histeria colectiva, ya que los familiares sí que estaban convencidos de la posesión de Janet. El periodista y el fotógrafo aún creen que fue real.