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Estaba sentado junto a mi, tus cálidas manos seguían sosteniendo las mías. 

La película estaba siendo proyectada en aquel momento, la sala estaba llena pero para mi, sólo estábamos él y yo.  Por alguna razón empezamos a intercambiar miradas, era gracioso, parecía como si estuviésemos sincronizados, volteabamos a vernos al mismo tiempo y cada que mis ojos se cruzaban con los suyos, mi corazón no podía dejar de latir. Rápido, cada vez más rápido. 

- Quiero hacer algo pero siento que vas a pegarme 

Sus palabras resonaron en mi cabeza y mis pensamientos sobre lo que estaba planeando acompañados por su dulce voz me hacían sentir que estaba soñando. Mi respiración era cada vez más irregular y dentro de mi un sentimiento de felicidad y calidez se hacía cada vez más presente. 

Recargué mi cabeza en el respaldo de la butaca, dirigiendo mi mirada hacia Alex. Alexis volteó a verme al percatarse del movimiento que acababa de hacer y no hizo nada más que dedicarme una sonrisa, me sentía débil pero esa debilidad se sentía bien. 

-Qué sucede? -respondí mientras intentaba regresar a todos mis sentidos

-... nada, olvídalo- Sonaba algo nervioso, pero reía al mismo tiempo

- Qué pasó?, no voy a golpearte - No deje de verlo en ningún momento, a pesar de que el ya no me veía a mi

Alexis respiró hondo y dirigió su mirada hacia mi, cada vez acercaba su rostro más y más al mio, aunque al inicio retrocedí, me detuve rápidamente. De repente, sus labios estaban a tan sólo unos cuantos centímetros de los míos así en un solo movimiento Alex rompió la distancia entre ellos y me besó. 

Mi corazón latía demasiado rápido, tanto que parecía que fuese a explotar en cualquier momento. A pesar de que no supe cómo reaccionar, aquello era realmente mágico, era suave y dulce, como un caramelo.

 En ese momento no estaba segura sobre si lo que sucedía era un sueño o no, pero había algo de lo que si estaba segura y era que, si aquel omento era un sueño, no quería que acabará, nunca. 

•REMEMBER•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora