Parte única

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Mamá me contó hace tanto tiempo de las almas gemelas, cuando aún era sólo un niño curioso de el mundo en el que había nacido, siempre oí cuentos e historias mágicas acerca de lo que somos, ella nos dijo a mis hermanos y a mi que todo Alpha esta destinado a encontrarse con su Omega, todos tenemos una pareja con la cual nos encontraremos en algún momento y que al encontrarla seríamos siempre felices, nos contó su historia de amor y todo lo que para ella fue llegar hasta estos momentos, lo mágico que es poder ver a los ojos de esa persona y pensar en lo afortunado que se es, pero, ella nunca me dijo que mi Omega podría ser mi propio hermano.

Al entrar en nuestra adolecencia descubrimos a que clase pertenecíamos, para unos fue emocionante otros no lo tomaron bien pero después de todo era para lo que nacimos, las historias de mamá no pararon, seguía guiando nuestro camino, pero nuevamente jamás habló de la posibilidad de que mi Omega destinado fuese uno de mis hermanos.

Entrando a nuestros primeros años de preparatoria pude sentir tantas cosas, descubrir muchos sentimientos y a el, podía percibir el olor de su celo, sus sonrisas todo en el me hacía enloquecer, definitivamente era mi Omega, pero, era mi hermano y para variar resultó ser el más cercano a mi, intenté salir con Omegas para distraerme, intenté hacerme a la idea de estar equivocado, aunque era un caso perdido, el era para mí y yo ni siquiera quería dirigirle la palabra, como hacerlo, como decirle que el era para mí, que lo quería en mi vida, no sabía que hacer y sólo pude tratarlo mal, fue estupido pero sólo era un niño, uno asustado, los años pasaron y comencé a aislarme, a mis hermanos les iba bien, para unos mejor como jyushimatsu que encontró a una beta y ambos parecen muy enamorados, Totty por otra parte sale con un Alpha o eso es lo que creemos todos, no nos habla mucho sobre esa clase de cosas realmente y bueno los demás estamos estancados en nuestras vidas de mierda, aunque creo que al final sólo Karamatsu y yo somos quienes jamás lograrán ser felices, después de todo jamás tendré el valor para declararle todo lo que siento.

-Ichimatsu llevas todo el día ahí venga hoy saldremos a comer- ya en nuestra vida de "adultos" si es que así se puede llamar comenzamos a hacer lo que a cada uno le gustaba, aunque en ocasiones Osomatsu nos molestaba con estas ridículas tonterías, suspire pesadamente y deje todo en su lugar antes de salir, Osomatsu organizaba salidas donde según el  encontraríamos una pareja, o con algo de suerte alguien con quien pasar la noche en un hotel, pero claro, como si alguien se fijase en mierda como nosotros, este día no fue la esepción, justo como todos los días de toda nuestra miserable vida nadie se nos acercó, sólo comimos y después cada quien a sus  asuntos, era algo fastidioso, sabíamos que sería igual siempre porque molestarnos en seguir haciéndolo, por mi parte fui a uno de los callejones que solía frecuentar, estar con los gatos me hacía sentir bien, menos estresado, posiblemente por el hecho de que ellos jamás me señalarían, jamás hablaría a mis espaldas y no me lastimarían, la peor mierda era que se estaba acercando la temporada de celo y eso era la peor mierda de todas las que hay a lo largo del maldito año, Totty, Osomatsu y Karamatsu entraban en celo y por desgracia yo y Choromatsu éramos echados a la sala a dormir lejos de los omegas, el único suertudo era jyushimatsu por ser un beta, dormir en la sala era tan incómodo, de sólo pensarlo ya sentía ese asqueroso malestar en mi espalda, además eran épocas de lluvias fuertes, siempre encerrados en casa soportando su olor, ese olor que sacaba lo peor de nosotros, los truenos y relámpagos me dieron la señal de volver a casa no sin antes asegurarme que los gatos tuvieran algo seco para esconderse.

Ya era algo tarde, las oscuras nubes comenzaban a cubrir el cielo y sentía la brisa helada recorrer mi cuerpo, hoy realmente me había pasado y seguramente todos ya habían cenado sin mi, al entrar a casa pude respirar tranquilo pues la lluvia había caído con fuerza justo un segundo después de poner mis pies dentro de casa, había tenido una maldita suerte. Entre a la cocina en busca de comida guiándome por un olor dulce, al entrar no encontré nada y ese olor seguía presente, haciéndose más fuerte cada vez, busque a mis hermanos encontrando una nota sucia, seguramente escrita por jyushimatsu que decía que sólo Karamatsu y yo dormiriamos hoy en casa, no puede evitar sonreír y con ese "buen ánimo" subí a la habitación pero, el olor comenzaba a sofocarme me tense al saber a qué se debía el olor dulce, debí haberlo notado antes, Karamatsu estaba en medio de sábanas gimiendo y frotándose, había entrado en celo.

Mi omega es mi hermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora