You [Mo Dao Zu Shi / GrandMaster of Demonic Cultivation]

Cena Para Cuatro

El fuerte agarre en su cadera se intensificó con cada golpe, su garganta ardía al reprimir los vergonzosos sonidos que no parecían tener fin y el cansancio comenzó a hacer mella en su maltrecho cuerpo, sólo podía aferrarse con fuerza a la almohada que suavizaba el efecto de cada empuje feroz. Wei WuXian sintió que en cualquier momento su alma abandonaría su recipiente corporal para ascender a los cielos, o en su caso, al infierno.

Sabía que no debía provocar a la bestia que dormía dentro del pacífico y siempre sereno Lan WangJi, pero él nunca aprendía la lección, era un niño malo y eso estaba bien, le encantaba.

-Oh, Lan Zhan~

Retener su voz no fue la solución más inteligente para aminorar la molestia en su garganta, no importaba que hiciera, el resultado era el mismo. No valía la pena silenciar las palabras que podrían sentenciar su propia muerte, una que disfrutaría bastante.

-Lan Er-gege, apiádate de este pobre hombre, ¡por favor~!

Realmente agradecía a quien tuvo la genial idea de insonorizar las habitaciones de esta casa, porque de lo contrario, estaba seguro que ya todo el vecindario sabría el nombre del hombre que convertía a su persona en un ser ansioso y anhelante por obtener más y más de quién ahora mismo se negaba a darle una tregua a su cuerpo luego de tanta actividad.

A lo largo de todo su recorrido en esta vida, Wei WuXian no encontró las palabras adecuadas para describir como se sentía en este momento, viviendo un intenso romance con Lan WangJi que nunca imaginó tener, como un adolescente teniendo su primer enamorado, y quizá hubiera sido así, si tan sólo se hubieran conocido una década y un par de años atrás, antes de comprometerse con la persona a quién juró lealtad y una promesa de permanecer juntos hasta que la muerte interviniera, con su mejor amigo desde siempre, Jiang Cheng.

-Lan Zhan, Lan Zhan, Lan Zhan, ¡sí!

Sus entumecidas extremidades amenazaban con desplomarse, él estaba rozando su límite y no creía ser capaz de retener por más tiempo lo inevitable. Reuniendo los últimos vestigios de energía, giró su cuerpo para confrontar a quién lo hacía delirar de placer. Lan WangJi se veía tan imperturbable teniendo todo bajo control, si no lo conociera lo suficientemente bien pensaría que el único que disfrutaba era él, pero la tensión expresada en sus ligeras cejas fruncidas y el amago que hacía para no emitir sonido más que solo pequeños resoplidos, era la prueba que necesitaba.

Con sus piernas aprisionó al imponente hombre cernido sobre él y aunque estaba por llegar al final de su intensa sesión, la frecuencia de sus movimientos no disminuyó en lo absoluto. Wei WuXian se sentía extasiado y abrumado por las sensaciones que experimentaba, cada sesión de amor con Lan WangJi era única y sinigual, el mundo podría estar cayéndose a pedazos y a él no podría importarle menos.

-Wei Ying...

Una advertencia. El final estaba cerca.

-Quédate conmigo, Lan Zhan.

-Mn.

En los últimos rastros de su consciencia, sus bocas se unieron en un beso que transmitía todos los infinitos sentimientos que cada uno provocaba en la otra persona y tras un par de minutos más, ambos hombres se sumergieron en el maravilloso mundo de la felicidad en su máxima expresión.

El objeto que representaba su sagrada unión frente al juez que lo declaró como el esposo de su querido amigo de siempre, ahora reposaba sobre la superficie del pequeño velador al lado de la cama donde estaba junto a Lan WangJi, acurrucados en el abrazo del otro, ambos se disponían a descansar, pero el sonido de una notificación en su teléfono móvil interrumpió la paz de la habitación, seguidamente este comenzó a vibrar.