Niños Rosados

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La hora del almuerzo transcurrió con total normalidad.

Como cada día luego de terminar sus respectivas responsabilidades fuera de casa, se sentaron a comer religiosamente en completo silencio, apenas escuchándose el sonido de la comida al ser triturada. La familia Lan siempre fue muy cuidadosa y estricta respecto al cumplimiento de las reglas, los modales y etiqueta dentro de la mesa no fueron una excepción, tampoco cualquier tipo de comportamiento inadecuado.

Su tío trabaja como profesor en un colegio de educación secundaria, escuchar cómo los estudiantes de ahora eran cada vez más indisciplinados se convirtió en algo cotidiano, parecía que con cada año que pasaba el grado de desobediencia aumentaba. Su hermano mayor y él habían sido criados bajo la quisquillosa tutela de su tío, su único pariente vivo, y como ello su educación fue muy rigorosa, tal y como lo era décadas atrás.

Hasta entonces, Lan WangJi nunca pensó en otra cosa que no fuera dedicarse plenamente a los estudios y recompensar a su tío con excelentes calificaciones y reconocidos nombramientos. Lan QiRen había dado todo por sus sobrinos cuando estos quedaron sin el amparo de sus padres al morir en un accidente automovilístico, los instruyó en la vida de la misma que lo hicieron con él, para que siguieran el camino correcto y lograran convertirse en hombres con un futuro brillante y prometedor. Su hermano y él lo sabían claramente.

De acuerdo con ello, ¿esto estaba mal? ¿Lo que sentía era incorrecto?

Nunca antes se imaginó estar haciendo exactamente aquello de lo que su tío tanto solía quejarse al revisar las últimas hojas de los cuadernos de sus alumnos, más precisamente sus alumnas, gastando hojas de papel y la tinta del lapicero en algo más que no era para estudiar o transferir algún conocimiento. La primera vez que sucedió no fue consciente, en algún momento mientras su mente divagaba entre las posibilidades de que alguien más pudiera encontrar la prueba de su delito, de forma inconsciente su mano había continuado con su tarea, al mirar la hoja cuadriculada que una vez estuvo impune, se dio con la grata sorpresa que su nombre iba acompañado de uno que era ajeno al suyo pero que en los últimos días había añorado tanto.

Cuando todos terminaron de comer, se levantaron de sus respectivas sillas, llevando consigo los platos y cubiertos que habían usado para dejarlos en el fregadero de la cocina. Hoy era su turno de lavar los trastes y el miembro más joven de la familia Lan no encontró mejor pasatiempo para distraer sus pensamientos rememorando las innumerables ocasiones donde fue testigo de aquella sonrisa que lo cautivó por completo. Todo era tan extraño y confuso luego de saber de la existencia de sentimientos románticos por quién era su vecino y prácticamente su amigo de la infancia, no lo podía explicarlo. La calidez que sentía en su pecho cada vez que pensaba en el escandaloso muchacho de mirada traviesa le indicaba que esta nueva sensación era lo que reconfortaba a su alma, pero escuchar y recordar las palabras que su tío y varias personas de su entorno decían acerca de este tipo de sentimientos y a quién iban dirigidos lo hacían pensar que estaba cometiendo un crimen muy atroz.

Sus calificaciones no iban a bajar solo porque ahora en su mente estén ideas que no sean únicamente sobre estudios, él seguiría esforzándose como lo ha ido haciendo hasta entonces, Lan WangJi sabía cuándo era el momento de dedicarse a su educación y cuando podía distraerse con algo más que las palabras de un libro. Conocer a Wei Ying había cambiado su forma taciturna de ver la vida luego de la tragedia familiar que se vio obligado a vivir. Wei Ying era la luz brillante que guiaba su camino lleno de oscuridad.

-¿WangJi?

Los ojos de su hermano reflejaban una pizca de incertidumbre, al seguir el curso de su mirada se fijó el fregadero lleno de agua que amenaza por rebalsarse en cualquier instante si no cerraba la llave del grifo o quitaba el tapón que impedía el filtro del agua hacia el desagüe. La vergüenza cubrió las puntas de sus orejas hasta teñirlas de un suave color rosáceo, Lan XiChen se rio discretamente al descubrir a su hermano menor, si no se había dado cuenta del agua, quizá tampoco que hace unos minutos el timbre de la casa había sonado.

-El joven Wei está afuera, vino para saber si hoy saldrás al parque.

Sus deberes para el día de mañana fueron realizados en el transcurso de la semana y en su hora de receso en el colegio, no tenía nada más que hacer, salvo su repaso diario de las lecciones aprendidas durante las clases de ese día, él podría realizarlo en la noche antes de dormir y leer al levantarse al dia siguiente.

-Dile que me espere, por favor.

Simplemente no podía decir que no ante la oportunidad de compartir tiempo con Wei Ying, quería disfrutar todo lo que estuviera a su alcance, aun si no podía seguir el ritmo de la conversación, él podía escuchar atentamente cada palabra que Wei Ying dijera y aunque no era bueno simpatizando con las emociones de los demás, podía estar a su lado y decirle que estaba ahí para él. Lan WangJi sabía que más temprano que tarde su tío descubriría este secreto y las consecuencias que aquello acarrearía, su tío no lo aceptaría, lo rechazaría por no ser un niño azul que se convertiría en un hombre azul como a este le hubiera gustado que fuera, como siempre deseó.

-Está bien, le avisaré al tío que saldrás.

-Gracias, hermano.

Acomodó los trastes en el colador de servicios y limpió todo, fue a su habitación y cambió su uniforme del colegio con ropa para estar en casa, tomó el cuaderno donde había cometido el delito más grande de su vida y lo guardó entre el resto de libros en el estante, no le gustaba la idea de esconder cosas a quien lo crio como si fuera un padre y ciertamente los prejuicios con los que había crecido aún seguían luchando por ganar sobre sus sentimientos, no se arrepentía, sólo deseaba ser comprendido.

Salió de su habitación dispuesto a ir con la persona que alegraba su día a día. En la sala, antes de llegar a la puerta principal, observó a su tío revisar su agenda, al verlo, este levantó su vista del pequeño cuaderno y lo miró por un momento, podía sentir como si trataran de ver a través de su cuerpo, su alma, sus sentimientos. Finalmente, con una pequeña seña, logró informar que saldría un momento, su tío regresó su vista al objeto entre sus manos.

-No regreses tarde.

Y con una muda reverencia, abrió la puerta.

-¡Lan Zhan!

Lan WangJi era un niño rosado.

.
.
.

Niños rosados y niñas de azul
con millones de colores
sin vergüenza de combinaciones
donde las reinas se saben pintar
y los príncipes se pueden
agarrar a besos
si ellos quieren.

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Luego de tener una conversación con un compañero sobre los problemas que estaba pasando y recordar la época de colegio, tenía que publicar esto.

Siempre quise explorar este ámbito en LWJ si él estuviera en una época moderna donde existe el rechazo a quienes son "diferentes" y está llena de prejuicios, es algo doloroso pensarlo.

Quizá algún día pueda extenderlo un poco más pero hasta entonces, les entrego esto.

You [Mo Dao Zu Shi / GrandMaster of Demonic Cultivation]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora