Las doce de la mañana. De la presentación me ha quedado clara dos cosas. La señora Mours, es mi tutora y mi profesora de literatura inglesa. Cierro el estuche y retiro la silla, se que algunos levantan la vista del cuestionario para mirarme, pero fijo mi mirada en un punto, la mesa de la señora Mours. Camino con la cabeza cabizbaja y estiro mi falda unos centimetros. Deposito el cuestionario sobre la mesa.
- Allysa.
- ¿Si?
- El psicologo quiere verla.- Levanta la mirada y pronuncia la frase lo suficientemente alto para que solo la oigamos ella y yo.
- Entiendo.
Si, lo sé había perdido a mi padre. Hace años. No era de agrado que después de tantos años los psicologos de los institutos quiseran darme terapía. Estaba bien, no me cortaba, no hacía nada fuera de lo normal. Era mi hermano Teddy el que estaba fuera de control. Yo, solo ayudaba a mi madre. Me mordí el lavio con fuerza y respire hondo.
- ¿Sabes donde esta?
- Si, el director se encargo de señalar varias veces el lugar.
- Allysa. -La profesora acaricio mi mano con cariño y se quito las gafas.- No estas sola.
- Lo se.- Respire hondo para no mandarla cerca.- Gracias. Ahora con su permiso.- Mire hacia mi sitio.
Ella volvío a coger su boligrafo negro y a seguir con sus quehaceres, y yo regrese a mi mesa, se que las lágrimas corrían al otro lago de mis ojos. Una cosa había aprendido de mama, a no llorar en publico, a ser fuerte, a no llorar, a ahogar mis penas en el interior, a respirar fuerte. Estaba llorando, se que nadie veía mis lágrimas. Nadie lo hacía pero una guerra entre ser fuerte o débil estaba en mi interior, y de momento, empate. Guarde en la mochila el estuche y recogi el cuaderno.
- Te espero en la taquilla.- Susurre a Cher.
- Eh.- Me cogio del brazo.- ¿Todo bien?
Asentí con la cabeza. Solto mi brazo y abandone la aula. Esta vez no tuve problemas con la combinación de la taquilla. La abrí con fuerza y mire la lista de libros que tenía que comprar. Pero la barrera de la fuerza se vino a abajo y la debilidad exploto en mi. No quería ver a ese dichoso psicologico, no quería decirle lo mucho que echaba de menos a mi padre. No quería.
- Mierda.- Dije aguantando las lágrimas.
Cerre la puerta de golpe. Y me apoye en el metal de ella.
- Mierda. Mierda. Mierda.- Maldije varias veces todo aquello.
Aprete los lavios y los puños, aguantaba el dolor, la rabia, las lágrimas, las ganas de llorar, las ganas de salir corriendo. Nunca dejas de superar algo grave, solo te pones metas, y cuando crees que la superas crees que eres fuerte pero no lo eres. Mire al suelo e intente concentrarme en mi misma, me visualice a mi vestida con una armadura de mental, visualice el panico, el miedo, la perdida de un color oscuro, el color marron. Esta figura tomo una forma y luche contra ella. Me visualice a mi misma ganando, otra vez, la misma lucha, la de la perdida de mi padre. Y todo mi interior volvió a estar bajo mi control. El pasillo se había llenado de gente. En ese momento Cher salió de la aula.
- Hola.
- Hola.- Mire para otro lado para que no viese la combinación de su taquilla.
Cuando me mire, le encontre. Era el chico que había llamado mi antención en clase, había llegado tarde junto con otros tres chicos a clase, tenía una mancha en el cuello. Hablaba rapido, y permanecía callado, me había tentado a mi misma mirarle varias veces. Vi como se giraba poco a poco, se que sabía que le estaba mirando. Gire mi cuerpo hasta quedar mirando a Cher quien sacaba el movil y cerraba la puerta.
