¿Este sera el comiendo de dias en los que tenga que soportar las llamadas de este estupido? No habian pasado ni siquiera 2 horas y ya me estaba molestando. Asi que corte, nadie interrumpe mis horas de descanso.
El celular sono otra vez, otra vez, ¡Y otra vez! ¡Maldicion! Suspire y atendi.
- Estoy durmiendo. - Dije aunque no habia podido ni pegar un ojo-
- Solo llamaba para preguntar si llegaste bien...
- Si. Chau. -Y corte-
Me desperte a las 9 de la mañana del otro dia. Dormi demaciado. Habia tenido uh sueño. Yo estaba practicamente por suicidarme dejandome caer de un puente y un chico que nunca en mi vida habia visto.Me salvo. Ahmmm despues recorde bien y supe que eso ¡paso en la vida real! Me deprimi mucho, pero lo olvide y me reia de mi misma recordando a quel chico, su nombre era Just....Justin. Si ese era. Justin Bieber. Lindo nombre para un chico tan molesto como el.
¿Por que mierda estaba pensando en Justin? Recordaba las caras que me hacia en aquel auto mientras charlábamos...bueno en realidad hablo el solo...y me causaba mucha gracia. Aunque me molesta mucho que sea tan insistente. Lo note en ese poco tiempo que estuvimos juntos. Pero diablos ¡Amo que los idiotas imploren por mi! Pobre de su novia...Si es que tiene...
Ese día estuve pensando muchísimo en Justin…Aunque no le di importancia a las llamadas de mi teléfono, si eran de él. Los días pasaban y nunca hablamos por segunda vez, ni tampoco nos vimos.
Mi teléfono ya explotaba, tenía alrededor de 100 llamadas de él. En 7 días. Ninguna respondí.
¡Al fin llegó el sábado! Exclame mirándome en mi espejo. Ya tenía la ropa preparada para salir. Esta, era mi noche.
Me duche y mientras desayunaba suena mi celular. Obvio pensé que era Justin.
- Idiota deja de molestar...
- ¿Qué? Soy George...
-Oh, perdón. Pensé que eras otra persona. -En ese momento quise que me tragara la tierra-
-En media hora estoy por tu casa, tenemos que hablar.
Dude un momento, pero accedí a su propuesta. -Te espero.
A las 10 y punto de la mañana él estaba en la puerta. Siempre tan puntual.
-¿Vamos?
-Vamos.
Me llevo a un restaurant, pedí un licuado de banana. Me encantaban. George también pidió ese.
-Cuéntame. ¿Qué paso después de que me fui de tu casa?
-¿Cuándo? Hace mucho no vienes a ella. –Quería cambiar de tema y no quería que él se enterara de todo.
-Sé que sabes perfectamente cuando fue el último día que fui…
¡Maldición! El me conocía muy bien y sabía cuándo estaba mintiendo, enfadada, celosa u otra cosa.
-Ese día me dejaste en mi casa, me quedé ahí un rato. Después decidí salir a caminar…
-¿Caminar? Era muy temprano y si mal no recuerdo, estaba por llover.
No me gusta para nada que me interrumpan mientras hablo. ¿Podrías cerrar tu maldita boca? Pensé.
-Sí, pero igual. Salí y…
-¿y?
-¡Déjame terminar! Entonces yo estaba muy mal, demasiado. Y quise acabar con mi existencia…
-¿Qué? ¿Qué querías qué?- Su cara se pálido.
-Bueno lo haré más fácil. Me quise arrojar de un puente pero un idiota lo pudo impedir.
Que estúpida, ¿Por qué no lo hice más fácil desde un principio?
-¿Y quién es él?
-No lo había visto nunca en mi vida. Es blanco, un poco más alto que yo, cabello castaño, ojos miel. Lindo.
-Hizo un gesto de disgusto- ¿Y qué más?
-Me llevo a su casa, me presto ropa de su hermana…Y después me fui a la mía. Solo eso.
-¿Y no follaste con él?
-No…
-Raro de ti…
-¿Qué?
-Suelta una carcajada- Solo bromeo. Espero que nunca más pienses en hacer eso de nuevo.
-Lo sé.
En un rato largo solo estuve escuchando consejos de George. Sé que me conoce, ¿A caso no sabía que yo no tomo consejos de nadie?
